Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie de la Letra
Los otros damnificados
2013-10-03 | 10:34:44
Las tormentas tropicales “Ingrid” y “Manuel” no solo deslavaron cerros, desbordaron ríos, derrumbaron puentes, partieron autopistas, inundaron viviendas y sepultaron caseríos, sino que exhibieron también otras miserias políticas, como la improvisación de algunos funcionarios encargados de los sistemas de Protección Civil.
Hasta ahora, aparte del gobernador perredista de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, el que ha llevado la peor parte ha sido Luis Felipe Puente Espinosa, coordinador del Programa Nacional de Protección Civil, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Desde el 5 febrero de este año, más de siete meses antes del grave desastre ocurrido en Acapulco y otras poblaciones guerrerenses, Jorge Carrillo Olea –exsubsecretario de Gobernación y exgobernador priista de Morelos– publicó un artículo en un diario capitalino donde advertía precisamente de lo riesgoso de nombrar a un licenciado en turismo como coordinador del Programa Nacional de Protección Civil. El especialista en materia de seguridad nacional revisó el perfil de Puente Espinosa y concluyó que su principal atributo era ser “cuate” del presidente Enrique Peña Nieto.
Y es que el único antecedente de Luis Felipe Puente en este tema, era haber sido brigadista en el terremoto de 1985.
Sergio Aguayo Quezada, profesor del Colegio de México y articulista del diario Reforma, también revisó la currícula de los 14 principales mandos de la Secretaría de Gobernación y corroboró que Puente es uno de los cuatro funcionarios de la Segob sin atributos para el cargo ocupado. “Esos huecos formativos se evidenciaron en su reacción ante los desastres naturales que enlutaron y destrozaron el país”, afirmó el fundador de Alianza Cívica.
Es más, Aguayo no logra entender que legisladores y altos funcionarios priistas se hayan atrevido a hacer la incómoda defensa de Puente Espinosa, como es el caso del senador veracruzano Héctor Yunes Landa, quien como presidente de la Comisión de Protección Civil en el Senado intentó deslindar al funcionario de la Segob.
Y es que en la sesión ordinaria del martes antepasado, el senador perredista David Monreal dijo que “hay evidencias de que en esta ocasión falló el Sistema Nacional de Protección Civil, en estas tareas tan elementales como avisar a la población en tiempo y forma y en aplicar los protocolos de protección a la población”.
El legislador zacatecano expuso, por ejemplo, que desde el 11 de septiembre el Servicio Meteorológico Nacional y la Conagua tenían detectado y avisaron a las autoridades federales, en concreto al Sistema Nacional de Protección Civil, y a las autoridades estatales, pero que “sin embargo dejaron pasar dos días, y fue hasta el día 13 cuando el Gobierno Federal sesionó por primera vez para valorar estas alertas, y que hasta dos días después, el 15 de septiembre, fue cuando se instaló el Comité Nacional de Emergencias integrado por 15 dependencias”.
Monreal remarcó que, inclusive “este Comité de Emergencia debió haberse instalado a más tardar en diciembre del año pasado, pero no fue así, tardaron 9 meses en hacerlo y 4 días para procesar la información relativa a los huracanes ‘Manuel’ e ‘Ingrid’ ”.
Por su parte, el también perredista Alejandro Encinas Rodríguez, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, de la Cámara de Senadores, refirió que “en este país existen protocolos para atender situaciones de contingencia” ya que “cada año la temporada de lluvias prevé que entre los meses de mayo y octubre se presenten tormentas, ciclones, huracanes, y ha existido ya en diversas ocasiones experiencias que han permitido diseñar un programa para enfrentar estos siniestros”. Por ello preguntó: “¿por qué un huracán y una tormenta tropical causó la devastación y muerte de decenas de mexicanos en la mayor parte de los estados del país?” Y él mismo se respondió: “Porque el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente Espinosa, no dio la alerta a tiempo, no reaccionó con oportunidad, sino 48 horas después de que la Comisión Nacional del Agua diera a conocer el riesgo que enfrentaba la población”.
El exjefe de gobierno del Distrito Federal mostró a sus camaradas el boletín de prensa emitido el 13 de septiembre de 2013 a las 16:00 horas, en el que la Comisión Nacional del Agua señalaba que la depresión tropical número 13-E se había fortalecido esa tarde para convertirse en la tormenta tropical “Manuel”. Y añadió que ahí se advertía sobre el índice de peligrosidad que se mantenía como moderado, pero que la zona de alerta se prolongaba de Acapulco, Guerrero, a Punta Santelmo, Michoacán, por lo que se estimaba que se ubicaría cerca de dicha zona de alerta hacia la tarde del sábado y las primeras horas del domingo.
“El sábado, dice Conagua, podrán registrarse precipitaciones torrenciales en zonas de Oaxaca y Guerrero, y hasta intensas en el Distrito Federal, Morelos y otras partes de Puebla. Eso fue el día 13 a las 16:00 horas.
Unas horas más tarde, ese mismo 13 de septiembre a las 22:30 horas, cuando el director del Fonden, José María Tapia Franco, andaba de parranda en Las Vegas, cantando con mariachi, allá en el Hotel Encore, en el restaurante Misumi, la Conagua saca otro boletín de prensa donde dice: ‘Las tormentas tropicales Ingrid y Manuel, localizadas en ambos océanos, continúan generando lluvias torrenciales en gran partes del país y, advierte, se esperan lluvias que podrían alcanzar niveles históricos superiores al de los últimos años en gran parte del litoral del Golfo de México y en el Pacífico Sur”.
Encinas siguió leyendo el boletín oficial emitido oportunamente por la Conagua: “Los dos sistemas ciclónicos ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, ambas como tormentas tropicales, seguirán provocando lluvias que alcanzarían el nivel de torrenciales, especialmente en el sur, el sureste y la vertiente del Golfo de México”. El perredista relató que “al día siguiente, el 14 de septiembre a las 11:00 horas, Conagua volvió a emitir otro boletín donde advertía que ‘Ingrid’ se convertía en huracán, y que la combinación con la tormenta tropical ‘Manuel’ no se descartaba que fuera a encontrarse en distintas zonas del país”.
Pero puntualizó que “no fue sino hasta la noche del domingo 15 de septiembre, cuando el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente, convocó a los integrantes del Comité Nacional de Emergencias, a fin de anunciar una situación de alerta y de emergencia, 48 horas después de que fue dada la alerta por la Comisión Nacional del Agua”.
El excandidato del PRD a la gubernatura del Estado de México acusó que en este asunto hubo omisión y negligencia criminal, “porque en lugar de haber estado desalojando a los profesores del Zócalo, festinando el Grito, y no distrayendo a elementos del Ejército para que desfilaran el 16 de Septiembre, se dejó en situación de indefensión a la población civil, a la cual no fueron capaces de darle siquiera una señal de alerta para tomar sus previsiones.
“Ese es el problema y ahora no se trata de tapar el pozo una vez ahogado el niño, sino de definir las responsabilidades de los funcionarios que han provocado que esta desgracia tenga estos resultados tan lamentables para el país”, concluyó el legislador perredista.
Héctor Yunes Landa salió en defensa de Puente Espinosa y demás funcionarios aludidos de la Segob, pero desde su escaño el senador del PRD exhibió al priista veracruzano: “Con todo respeto, senador Yunes –increpó Encinas al priista–, nada más preguntarle si sabe usted qué día y a qué hora se hizo la declaratoria de alerta a la población civil”.
Yunes Landa respondió de manera evasiva: “Mire, no tengo los detalles específicos a la mano. Usted mostró aquí documentos al respecto, nosotros desde la Comisión de Protección Civil, además que presido, hemos mantenido comunicación estrecha con Luis Felipe Puente, lo hemos hecho también con las entidades.
“Quiero decirle compañero, con todo el respeto que sabe bien le guardo desde hace muchos años, que esta tarea no solamente es en lo personal de Luis Felipe Puente. Cada gobierno del estado tiene una dependencia de Protección Civil y cada municipio también tiene esa responsabilidad. Quiero decirle que los estados también tienen esa tarea, y que también tiene esta información que les llega al mismo tiempo que la que tiene la coordinación de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación”.
Con esta “ayudadita” –más las “porras” que le siguen echando en sus manifestaciones los maestros veracruzanos disidentes por haber votado a favor de las leyes secundarias de la reforma educativa que repudian– a ver si en la sucesión estatal de 2016 el senador Yunes Landa, aspirante del PRI a la gubernatura de Veracruz, no termina políticamente “damnificado” también.

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