• Negar lo innegable ha sido un error del poder ejecutivo
• Ni Erick Lagos ha salido a apagar las llamas que consumen a la actual administración
El pasado martes, estudiantes de la Universitaria Veracruzana de diferentes niveles y facultades se reunieron a las afueras de la Unidad de Servicios Bibliotecarios (USBI), para exigir a la recién llegada Rectora, Sara Ladrón de Guevara una postura respecto de la represión que sufrieron durante la madrugada del pasado sábado, al ser desalojados de manera violenta de la Plaza Lerdo, mientras apoyaban a maestros en su lucha contra la reforma educativa.
Y así los universitarios, pidieron a Ladrón de Guevara poner un alto a lo que llamaron “un silencio cómplice” y condenar los hechos en contra de profesores y estudiantes, por elementos de la policía estatal, al violentar sus derechos constitucionales y humanos, además de protocolos internacionales que prohíben el uso de la violencia por parte del estado hacia su población.
Los jóvenes, con ese espíritu indomable y valiente, reiteraron su apoyo y solidaridad con el movimiento magisterial de manera activa, el cual se hará presente en todas las acciones convocadas por los docentes y que sean acordadas desde sus bases; de ahí que convocaron a movilizaciones a realizarse en próximos días como la megamarcha de este día y el viernes 20 de septiembre, con la liberación de todas las plumas de casetas de peaje en el Estado.
Tras la petición del estudiantado, mediante un comunicado, la rectora Sara Ladrón de Guevara fijó una postura madura, sensata e inteligente a nombre de la máxima casa de estudios, señalando su total respeto al derecho de los universitarios a manifestarse públicamente y por supuesto al respaldo que han brindado al magisterio.
Ladrón de Guevara descartó al mismo tiempo cualquier especulación en torno a sanciones o represarías en contra de los universitarios que libremente han decidido apoyar al magisterio, por lo que en breve, dijo, se abrirá el análisis y debate académico sobre la reforma educativa.
“Debemos desechar, también, cualquier especulación en torno a sanciones o represalias en contra de los universitarios que libremente han decidido apoyar al movimiento magisterial”.
Y de paso puntualizó que existe un rechazo total a cualquier manifestación marcada por la violencia y la intolerancia y llamó a reafirmar el papel que las instituciones de educación superior públicas juegan en el país no sólo como animadoras del debate de más alto nivel sobre los temas que interesan a la agenda pública local, nacional e internacional sino, también, como la institución mexicana plural, diversa, crítica, incluyente y profundamente humanista por excelencia.
Lo anterior es una muestra clara de madurez y sensatez, de la que al parecer está ausente el Gobierno de Veracruz, quien al día de hoy no ha fijado una postura sobre la violencia que policías ejercieron contra ciudadanos el pasado 14 de noviembre, por la madrugada, instruidos por funcionarios irresponsables.
Si bien es cierto que en política, el Gobernador jamás deberá de estar expuesto, la irresponsable conducta de quienes conforman el poder ejecutivo, al aparentar que nada paso y hacer que la virgen les habla cuando son interrogados sobre lo ocurrido, sin duda solo agrava la situación.
Negar lo innegable es un error, y seguir actuando con soberbia después de las atrocidades cometidas al amparo del poder contra el pueblo, solo refleja la desorientación de un gobierno que no sabe cómo resolver un conflicto agravado por ellos mismo.
Al día siguiente, al menos, los subsecretarios de gobierno o de seguridad pública debieron emitir un pronunciamiento rechazando los hechos violentos.
A 5 días de lo ocurrido, ni siquiera el Secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández ha salido a apagar las llamadas que consumen al Gobernador, Javier Duarte tras lo ocurrido aquella madrugada y mientras tanto la crítica hacia el ejecutivo continua haciéndolo responsable de aquella noche violenta y lamentable que marcará al actual gobierno.
@magzamu