• ¿Y el Nuevo Modelo policíal? acaso es ¿ese que golpea a la sociedad?
El Secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, deberá empezar limpiando su imagen no solo con la revisión y cancelación de plazas a los miles de aviadores que durante años ha mantenido la SEV -esos que jamás han estado frente a grupo o que no tienen ni la formación, ni los estudios, pero cobran como maestros- protegidos y cobijados al amparo del poder, sino también poniendo de patitas en la calle al irresponsable Director de Educación Superior, Daniel Lugo Carrasco.
El citado colaborador de Mota se atrevió a publicar en su Twitter a las 12:38 horas del 17 de septiembre “Delincuentes llegan a la calle de Enríquez a la altura de Carrillo Puerto, en la Zona Centro de Xalapa”, en franca referencia a los maestros, alumnos y demás integrantes de la sociedad civil que desarrollaban una marcha pacífica de protesta contra la Reforma Educativa desde la SEV hasta el centro de la ciudad
Horas después, tras la marejada de críticas que su majadero e intolerante comentario originó, el empleado de Adolfo Mota quiso componer su sandez, señalando que si en algo había afectado con su comentario se disculpaba, creyendo que con eso solventaba su prepotente y autoritaria conducta.
Debería de darle vergüenza a Adolfo Mota rodearse de colaboradores como el señalado, porque parecería que él opina lo mismo de los maestros que han emprendido hace días una lucha que consideran legitima; vergüenza debería causarle colocar adjetivos de tal índole a los trabajadores de la educación y sociedad civil, porque aquí el único delincuente es él, a quien en diferentes ocasiones se le ha denunciado públicamente por su avaricia y prepotencia con el personal de la SEV.
El sí podría ser llamado un verdadero delincuente al que un grupo de ciudadanos denunció, en su momento, por exigir y robarse el dinero producto de lo recabado en las cafeterías instaladas en los bachilleres del estado, medida por la que optó al darse cuenta que no podría hacer negocio con la venta de plazas como era su pretensión una vez que arribó al cargo.
¿Los agreden o los cuidan?
Si realmente no hubo una orden del titular del poder Ejecutivo del Estado de golpear y perseguir a los maestros, alumnos y sociedad civil que se encontraba en la Plaza Lerdo la madrugada de aquel triste 14 de septiembre, debería de fijar su postura y sobre todo encarar un tema que a sus colaboradores se les “salió de las manos” al actuar con prepotencia y abuso de autoridad.
Lejos de los fines que pretendan los maestros, la violencia nunca será justificada y menos viniendo de un poder que debería de proteger la seguridad de los veracruzanos y qué decir de los policías, esos que el mismo gobierno ha presumido, han sido reeducados con mejores contenidos y programas académicos que han permitido el Nuevo Modelo Policial.
Un nuevo modelo donde se supone se les proyecta estándares de calidad y servicio, ética y valores, proximidad social, así como talleres de comunicación que aquella madrugada solo reflejaron un rotundo fracaso al ser ellos, quienes maltrataban a los ciudadanos en vez de protegerlos; “así deberían de actuar contra los delincuentes” dice la ciudadanía al expresar indignación por la brutal violencia ejercida de parte de quienes deberían proteger.
Al momento son seis los periodistas contabilizados que fueron agredidos la madrugada del 14 de septiembre en el violento desalojo llevado a cabo por funcionarios del Gobierno del Estado, y que han presentado las denuncias correspondientes para que se proceda no solo por la agresión, sino por el robo de los policías.
Lamentablemente los policías se convirtieron en los ejecutores de violencia y robo contra una sociedad que protestaba de manera pacífica y que tenía todo el derecho de permanecer en la plaza pública, donde se celebraría un aniversario de la independencia de México que permitió la libertad y la soberanía, ¡pero qué incongruencia, justo esa conmemoración fue enmarcada por un escenario adverso al festejo, con represión, violencia y autoritarismo!
Jorge Morales Vázquez, integrante de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, acompañó a algunos reporteros y fotógrafos para dar a conocer las denuncias y procedimientos administrativos iniciados, señalando que el operativo se llevó a cabo con un exceso y abuso de fuerza pública, calificando como una acción deliberada del Gobierno para inhibir el ejercicio periodístico con fines de censura”.
Al día de hoy, el poder ejecutivo de Veracruz, ese que se supone ejecuta las acciones que el pueblo le pide –y no ese que actúa en contra del pueblo como ocurrió el 14 de septiembre- no ha fijado una postura al respecto y las voces que han sido interrogadas han pretendido minimizar lo ocurrido, evadirlo o culpar a las redes sociales de armar un escándalo. ¡Esa sí es un actitud irresponsable!
@magzamu