• La constitución dice que el poder dimana del pueblo; los hechos muestran que dimana de los gobernantes
Partiendo de la frase que señala “que la ignorancia es atrevida” entonces entendemos a quienes sin sustento alguno lanzan acusaciones, consignas y maldiciones en contra de sectores de la población que defienden sus derechos; no faltan los paleros que por unos cuantos pesos cambian de camiseta y lo que es peor de ideales, se olvidan de su función y labor.
Nuestros derechos están asentados en la ley suprema o carta magna, pero partiendo de que a un gobierno le conviene un pueblo ignorante, pues entonces el desconocimiento genera la sumisión, sumado a las imágenes que proyectan las televisoras oficiales, mostrando a quienes pelean por sus ideales como auténticos vándalos.
El artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de este. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.
Ahí radica la realidad de nuestro país, que ante la falta de voluntad y de reglamentos para modificar la forma de un gobierno con el que no se está de acuerdo, los gobernados permanecen agachados y aguantando los autoritarismos de quienes ejercen el poder. Nuestra ley fundamental reconoce con el precepto antes mencionado, al igual que la mayoría de las constituciones vigentes en el mundo, el concepto de soberanía popular.
Pero resulta interesante realizar un análisis para poder definir si el artículo 39 cuenta con los mecanismos y procedimientos jurídicos que permitan al pueblo ejercer ese derecho o desgraciadamente se trata solo de letra muerta.
Qué casualidad que los gobernantes y legisladores en turno no se hayan ocupado, al día de hoy, de otorgar las herramientas legales para que el pueblo -quien es, el que realmente debería ejercer el poder- modifique su forma de gobierno.
Para que la soberanía nacional pueda ser efectivamente ejercida por el pueblo es importante garantizar las libres elecciones, garantizar el sufragio libre y transparente, que será el primer paso para ejercer acciones de gobierno, acciones legislativas e impartición de justicia. El pueblo designa a quienes gobernarán, legislarán y aplicarán justicia. Por ello es que la constitución es clara al señalar que el poder dimana del pueblo.
Son los gobernados quienes podrán nombrar al poder constituyente que podría modificar su forma de gobierno. Todo está en conocer las leyes y aplicarlas; defender lo que legítimamente corresponde, porque pareciera que la ciudadanía se encuentra sometida al poder político y entonces se tiene que aguantar, agachar y someter a las decisiones de un gobernante que ha sido colocado ahí para gestionar para el pueblo y no contra el pueblo.
Por ello observar los videos e imágenes de los granaderos lanzando gas pimienta, utilizando su fuerza contra los maestros que luchan por defender sus derechos, es francamente lamentable, y demuestran que el poder radica en el gobierno y no en la ciudadanía.
Cuando se usa fuerza del estado contra los gobernados que se equivocaron en elegir a un gobernante que no escucha, que no dialoga y que con autoritarismo impone reformas, dónde queda la soberanía de nuestro país.
@magzamu