·El grave retroceso pone mal a los del albiazul
·El fracaso cuando nadie cedió por la candidatura en Veracruz
·EN LA LÍNEA. Policía refrenda su vida por la seguridad
En el PAN ya empezaron a buscar culpables de la derrota que sufrieron el 7 de Julio en los comicios locales intermedios, donde perdieron apenas 4 de 30 distritos electorales. Y como si no fuera suficiente la fractura que llevó al partido albiazul a una confrontación estéril parece que ya les gustó echarle leña al fuego.
Y es que en el rubro de alcaldías hubo un retroceso, ya que de gobernar 89 prácticamente ahora harán lo propio en la mitad de esos ayuntamientos.
Como es costumbre, en Acción Nacional tienden a judicializar la política y es por eso que ya preparan sendos recursos de impugnación para buscar revertir lo que no pudieron ganar en las urnas.
En la zona conurbada se sabe que serán impugnadas las victorias de Anilú Ingram Vallines, en el distrito XX, y de Tonatiuh Pola Estrada, en el XXII, donde la intención es pedir la anulación de ambas elecciones.
Pero sin duda, los panistas buscan encontrar respuestas a sus derrotas cuando al menos en esta región de la entidad, la explicación es muy clara, ya que el factor unidad fue determinante para no alcanzar la victoria.
En el puerto de Veracruz, Acción Nacional empezó el proceso local con una ventaja de 50 mil votos tomando en cuenta los números de la contienda federal donde barrieron a los priistas porteños.
Pero el tema fue que no se pusieron de acuerdo, ya que hubo varias reuniones que organizó el dirigente estatal, Enrique Cambranis Torres con los cinco aspirantes a las candidaturas.
A la cita acudieron Óscar Lara Hernández, Julen Rementería Del Puerto, Rafael Acosta Croda, Danilo Alvizar Guerrero y Julio Saldaña Morán.
El exhorto fue repartirse el “pastel” para que todos ganaran y así por ejemplo al exalcalde le ofrecieron el distrito urbano, al oriundo de Paso San Juan la demarcación rural, al expresidente de Canaco la candidatura a la alcaldía, al diputado local la sindicatura y al legislador federal continuar con su encargo en San Lázaro.
Pero salvo excepciones, nadie quiso ceder porque la mayoría se sintió con la capacidad para encabezar el proyecto de la ciudad de Veracruz y el resultado fue que vinieron los rompimientos, los “brazos caídos”, las simulaciones y el resultado fue una derrota estrepitosa que se puede medir en el hecho de que el blanquiazul redujo su número de espacios en el cabildo porteño, pues de tener seis en los dos últimos trienios ahora solo tendrá cuatro. Esa es la real explicación a los resultados desfavorables.
El PAN, no solo el del puerto de Veracruz, sino en general el de la entidad, debe entrar en una gran reflexión y partir de la hipótesis de que el partido está dividido en dos grandes grupos: Los tradicionales y los neopanistas.
Por ahí deberían empezar los militantes y no por tratar de ganar elecciones en los tribunales, ya que está claro que lo que en las urnas no pudieron alcanzar difícilmente lo podrán recuperar a través de la vía jurídica.
Es decir, parecen seguir la escuela de Gustavo Madero que ya ha caído en una serie de rupturas internas con los calderonistas, llámese corderistas, y los de Madero y Josefina Vázquez.
EN LA LÍNEA
El policía enroqueció aún más la voz cuando casi en un grito juró lealtad para los veracruzanos, y a nombre de los más de 300 oficiales de la Nueva Policía Estatal dijo que están capacitados para dar su vida si es necesario como garante en el combate a la delincuencia, y en salvar la integridad de los veracruzanos, desde conflictos sociales hasta al verse amenazada por fenómenos naturales.
Nadie escuchó su nombre, nadie supo su identidad, seguro por razones de seguridad, pero el gendarme graduado que tuvo a cargo el discurso oficial, emocionó a los asistentes cuando del pueblo veracruzano dijo que todo por la salvaguarda de la seguridad.
La profesionalización de los cuerpos policiacos no podía esperar. Es una tarea que el gobernador Javier Duarte de Ochoa calificó como impostergable hace un par de años. Y que hoy alcanza los 34.5 por ciento.
Algo que hay que reconocer es que durante su mandato, Duarte ha dirigido el mayor de los esfuerzos en esta materia, y en la mayor inversión de recursos para capacitar a los elementos policiacos, principalmente, para que los veracruzanos volvieran a tener confianza en sus instituciones.
Se destacó que Veracruz ocupa el primer lugar en la instalación de Centros de Evaluación y Control de Confianza en Instituciones de Seguridad, y es el único que ya aplica la Policía de Mando Único en algunos municipios.
En ese sentido, Veracruz, Guanajuato y Nuevo León son las únicas entidades que literalmente se han puesto las pilas y han aperturado, cada uno, tres Centros de Evaluación.
Durante la graduación de 359 elementos de la VI Generación del Curso de Formación Inicial del Nuevo Modelo Policial, en la Academia de El Lencero, se afirmó que la policía de Veracruz es una policía con el potencial, instrucciones e instrumentos para enfrentar la injusticia, detener a delincuentes y llevarlos ante la justicia.
Se trata, dijo, de una Policía que privilegia el uso de la investigación y la inteligencia en sus tareas. Un Nuevo Modelo Policial con elementos cada vez más preparados y responsable de proteger a los veracruzanos y sus derechos. Ojalá sean resultados no inmediatos, pero si que prevalezcan en la entidad.