Por Silverio Quevedo
Columna: En La Mira
Lo que se quiere en la UV
2013-07-12 | 10:20:10
+ El “modesto” sueño de Víctor Arredondo
+ Rectoría calienta la sucesión. Arias va por Carrillo.
+ EN LA LÍNEA. Salta el Sindicato de Levet Gorospe

Los argumentos, análisis o cifras simplemente como se le quiera ver, que expone el aspirante a Rector de la Universidad Veracruzana, Víctor Arredondo Álvarez, coinciden con los que en su momento se manejó en este espacio.
No hay que revisar mucho, como se explicó por este reportero, los niveles comparativos de la UV en torno a otras universidades públicas del país son más que claros. La tendencia es lamentablemente a la baja en una buena parte de indicadores.
Es el propio aspirante a la Rectoría, y quien ya ocupara ese cargo, el que despica lo que acontece en la máxima casa de estudios en su programa o propuesta justificación para aspirar nuevamente ante la Junta de Gobierno.
Es uno de los más claros sin duda, y de los más directos, quizá porque de los restantes nueve aspirantes hasta anoche, según la Junta de Gobierno, carecen de independencia por su aún relación laboral con la institución, cercanía con el actual cuerpo directivo de la Universidad, o por qué no?; hasta porque se trata de la línea que pretende implantar el actual titular, Raúl Arias Lovillo.
De esta manera queda más que claro que el camino recorrido por el alma mater no ha sido el adecuado, y por tanto, el trabajo de la actual administración deja mucho que desear.
Según los comparativos de Arredondo Álvarez aún cuando la Universidad Veracruzana ha tenido logros “encomiables” y representan un avance “indiscutible” en los últimos ocho años, también es cierto que el crecimiento de la matrícula y en la nueva oferta no repercutió favorablemente en sus indicadores de desempeño escolar, rendimiento y oferta laboral, por ejemplo.
De acuerdo a su propuesta “Motivos, valoración y perspectiva”, Arredondo señala que el índice promedio de eficiencia terminal en la UV muestra una tendencia lineal a la baja (actualmente es sólo del 40 por ciento, 30 puntos abajo del promedio nacional).
Que tres de cada diez alumnos del Área de Formación Básica del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) se encuentra en “situación de riesgo académico” porque se han reinscrito en su segunda, tercera y última oportunidad, al no aprobar sus asignaturas correspondientes.
Asimismo, la oferta educativa continúa concentrada en estudios de licenciatura, lo cual representa el 80 por ciento del total, mientras que, en los estudios de posgrado y de técnico superior universitario (TSU), su matrícula es muy baja:
Lo fundamenta con los siguientes números:
Sólo dos mil 79 alumnos en posgrado, lo que representa el 2.8 por ciento del total y 513 en TSU, lo que representa el 0.7 por ciento.
Otro dato interesante es que de los 184 programas académicos-varios son de nueva creación- reportan tener menos de 21 alumnos registrados en los tres últimos ciclos escolares.
El nivel de reconocimiento solo lo alcanza el 53 por ciento de sus 90 programas de licenciatura, el 49 por ciento de sus programas de posgrado se encuentran en el Padrón Nacional de Calidad del CONACYT -66 de 132- y sólo el 14.9 por ciento de sus cuerpos académicos -26 de 182- se encuentran registrados como consolidados.
Esto último es más que grave. Y sin duda habría que ir analizando el resto de las propuestas para saber cuél es la más acertada. Por lo pronto parece que Arredondo, sabedor de lo que adolece la universidad, está poniendo el dedo en la llaga.
Al momento, de acuerdo al reporte de la Junta Académica, son diez los aspirantes que se tienen formalmente inscritos.
Rafael Arias Hernández, Víctor Arredondo Álvarez, Porfirio Carrillo Castilo, Manlio Fabio Casarín León, Sergio FGonzález Rocha, Sara Ladrón de Guevara González, Clara Celina Medina Sagahón, Francisco Monfort Guillén, Homero Vladimir Ríos Figueroa y Leticia Rodríguez Audirac.
Ha trascendido que el proceso interno está en su pleno apogeo, y que la preocupación invade a las esferas universitarias de Rectoría, pues se pretenden orquestar una sucesión afín a la actual directiva, por lo que creen que el número de aspirantes se ha salido de control.
Por si fuera poco la molestia crece en el personal académico ante lo que es evidente, una cargada de la Rectoría por el aspirante Porfirio Carrillo, por lo que pronto se espera una manifestación pública, al menos mediática, a nombre del personal académico por parte de este sector.

EN LA LÍNEA
Por el momento, el dirigente de la FESAPAUV, Enrique Levet Gorozpe, ha negado que haya tenido enfrentamientos con Víctor Arredondo Álvarez cuando fue rector de la UV, lo que despierta alguna explicación no pedida del líder, o una especie de anticipo a lo que se pudiera malinterpretar.
Reconoce sin embargo, que no estuvo de acuerdo en algunas decisiones que se tomaron durante su rectorado.
“Los efectos y las repercusiones que han tenido (esas decisiones) saltan a la vista”.
Y define así el perfil que cree debe tener quien asuma el cargo:
“La universidad es una institución que requiere gente dinámica, preparada, ideas frescas, que tenga un alto grado de honestidad, que sea una persona congruente a los principios universitarios, eso es lo que debe tener la universidad como rector”.
Eso sí, Levet, astuto como siempre, ha dejado en claro que no tiene ningún gallo entre los que se han inscrito, “más bien sí tengo, el que nombre la Junta de Gobierno.
La situación se pone cada vez más interesante en la Universidad, cuyo destino en todos los sentidos, interesa a muchos veracruzanos, al menos quienes han salido de sus aulas y quienes tienen algún tipo de nexo con la misma.

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