◗ Cargada oficial para un candidato
◗ Nefastas prácticas rebasan a Rector y consejeros
◗ EN LA LÍNEA. Acusan graves transgresiones en el proceso
Como se había dicho en la última
sesión del Consejo Universitario
General, los alumnos
consejeros “prendieron las
luces amarillas” sobre la legalidad
universitaria, al presentar
un documento en el que
hicieron un llamado a los directivos,
colaboradores de la
Rectoría y autoridades de la
UV para que “se abstengan de
intervenir y enrarecer” el proceso
de designación de Rector.
Su argumentación se basó
en que todavía esperan que dicho
proceso “se lleve con absoluta
transparencia y equidad”,
tal y como lo establece
la legislación de la Universidad
Veracruzana.
En aquel momento, los
consejeros alumnos otorgaron
el beneficio de la duda al
Rector Raúl Arias, al suponer
que no estuvo informado de
las acciones de intimidación
de que fueron objeto, por parte
de algunos de sus colaboradores
cercanos, cuando expresaron
su inconformidad ante
la Junta de Gobierno sobre la
intromisión directa y abierta
del Ombudsman, Emilio
Gidi Villarreal en el proceso
sucesorio.
Ahí subrayaron también
que ese infortunado acto de
represalia, debía derivar en
un “seguimiento escrupuloso
que debe hacerse sobre
asesores y funcionarios de la
administración central” para
que no entorpezcan lo que
debe conducirse como un verdadero
acontecimiento universitario.
La pregunta es porque alzaron
la voz con tanta preocupación,
pues la respuesta está
a la vista.
Y es que a pesar de ese claro
llamado a la legalidad, se
da a conocer que existen múltiples
eventos de “promoción
oficialista” en todos los campus
y regiones, realizados por
personal de la administración
central en apoyo a uno de los
contendientes.
La idea, al parecer, es
inundar la oficina de la Junta
de Gobierno, a partir de las
primeras horas del 1 de julio,
de peticiones “espontáneas”
de entrevistas a favor
del doctor Porfirio Carrillo,
con el objetivo de bloquear
cualquier otra expresión contraria
a su postulación.
Ha trascendido que esto
significaría ni más ni menos,
recurrir a una de las prácticas
más nefastas de eliminación
de expresión libre y
plural de las ideas en la universidad.
Además han denunciado
a este reportero
que los argumentos que se
usan para tratar de abatir a
los otros contendientes son
de una naturaleza muy primitiva.
Por ejemplo, una de las filtraciones
que se han presentado
es sobre las actividades
de proselitismo que viene llevando
a cabo un oscuro personaje
que hoy ocupa el cargo
de Director del Área de
Humanidades, Miguel Ángel
Casillas. Este personaje
se infiltró hace nueve años al
cuerpo académico de la UV,
después de haber transitado,
de manera mediocre y beligerante,
varias universidades
en Sinaloa, Puebla, DF,
Sonora, Querétaro e Hidalgo.
En todas ellas generó rechazo
en su expectativa de
lograr un contrato académico
definitivo.
Dicho antecedente no fue
obstáculo para que con los
buenos oficios de su “colega”,
el funcionario universitario
Ragueb Chaín, finalmente
alcanzara una plaza como
investigador en el Instituto
de Investigaciones Educativas.
El mencionado “investigador”,
se hace notar periódicamente
con sus notas
estridentes en contra de la
política educativa del país,
pero en cambio, en los nueve
años que lleva en Veracruz,
nadie ha contabilizado
alguna aportación relevante
en el campo de la educación
veracruzana.
Ante su falta de trabajo
académico serio, y con el fin
de mantener su chamba directiva,
se ha convertido en
uno de los abiertos promotores
del doctor Porfirio Carrillo,
a quien dicho sea de paso,
los universitarios señalan
que poca ayuda le otorga como
promotor de su imagen.
Pues su misión proselitista
consiste en convocar a
múltiples reuniones con el
personal académico para llamarlos
a la “lealtad institucional”
y promover la figura
de su “candidato predilecto”.
Ha trascendido que en
esas reuniones comenta
que el Rector Raúl Arias ya
ha sido rebasado y que hay
que cerrar filas con el doctor
Carrillo porque todos los
directores generales, menos
uno, lo apoyan. Sin presentar
una visión académica alternativa,
recurre a la amenazante
estridencia de que “el
PRI está encaminándose a
tomar el control de la Rectoría
de la UV”.
La guerra sucia se ha hecho
presenta al acusar de
“bribones y mentalmente limitados”
al resto de los que
se mencionan como contendientes
del candidato universitario
“oficial”.
Quienes lo han escuchado,
advierten que este personaje
practica el peor de los ejemplos
de la honestidad, ética,
legalidad, transparencia y
pluralidad universitaria.
EN LA LÍNEA
La ilegalidad parece que esta
cerca del fin pues la inconforme
comunidad universitaria
recaba evidencias
irrefutables de la nefasta actividad
que despliega Miguel
Ángel Casillas con el contubernio
del doctor Chain y que
pronto serán parte de un Big
Brother o una exhibición al
estilo “Ladys de Polanco o
Lady Senadora” para hacerlos
publico.
Entretanto, en la comunidad
académica todavía persiste
la confianza sobre la capacidad
de poner en orden a
quienes transgredan la legislación
de la UV. Existen versiones
sobre serias transgresiones
hechas por parte de
otros funcionarios universitarios
que se preparan a través
de una Carta Pública, con
el fin de garantizar a la Junta
de Gobierno, las mejores
condiciones para sortear las
manipulaciones, presiones y
deformaciones que un grupo
bien identificado de elementos
de la administración central
de la UV realizan para perpetuarse
en sus cargos, sin importar
el costo para la universidad
y la sociedad.
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