En los corredores del Palacio de Gobierno en Xalapa, se ventila el fuerte rumor de que Miguel Ángel Yunes Linares repite la misma estrategia que usara en el pasado de filtrar a sus mejores amigos en las filas de sus enemigos, siguiendo un viejo plan que se usara en la Facultad de Derecho de la UV, de enviar alguien que hablara mal de él ante sus adversarios, para conocer que se decía para saber bien como combatirlos. Tirar el anzuelo para sacar la carnada.
Se asegura en los pasillos gubernamentales que la incorporación de José Ramón Gutiérrez de Velasco a las filas del PRI, como diputado plurinominal es un plan con maña de los azules, siguiendo la misma estratagema de fingimiento que usara Yunes Linares desde su antigua labor de espionaje en el gris gobierno de Patricio Chirinos Calero.
No les cuadra a los analistas políticos que de un día para otro haya cambiado de ideología, principios y de herencia política familiar, el contador José Ramón Gutiérrez de Velasco, quien alcanzara la presidencia municipal del puerto de Veracruz y que fuera miembro destacado de la cúpula partidista del PAN.
No es secreto que en el quehacer político es la astucia y el conocimiento del arte de la guerra electoral, cuando se usan todo tipo de sórdidas armas y los más disparatados medios para alcanzar un fin.

Se les pasó la mano

Lo que hicieron los estrategas del PRI para manipular al deteriorado PRD veracruzano, en su lucha en contra de los candidatos del PAN, no queda la menor duda que se les pasó la mano.
Lo desbarataron por completo y les dejó de funcionar como partido político equilibrador en esta contienda electoral. Utilizar a un antiguo empleado de la Secretaría de Trabajo del anterior gobierno estatal como líder estatal, desfiguró a la izquierda que se requiere en toda democracia. El plan priista era estupendo, manejar de acuerdo a sus intereses a un vapuleado PRD de los maiceados grupo de los Chuchos, pero exageraron y así no sirve, porque en la práctica no existe ese partido quien fuera considerado como mayoritario en el pasado.

Democratizar a los medios

Con motivo del próximo Día de la Libertad de Prensa, surge de nuevo el Movimiento #Yo soy 132 con su mismo planteamiento, la democratización de los medios como una opción importante para alcanzar la democratización del país.
Propone que sean periodistas y no empresarios o políticos los dueños que manejen la prensa, la radio y la televisión, ya que son los industriales de la comunicación que no saben como lograr los cambios profundos que requiere el nuevo México que se anhela. Señalan: “Los que crecimos entre fuegos cruzados, a contrapelo del poder centralizado, tenemos mucho trabajo por delante. En nuestra agenda, lo que sigue es crear nuevos espacios y nuevos medios. Ahí volveremos. Ahí estaremos”.
Gramci define esta crisis como una lucha entre lo nuevo que aún no nace y lo viejo que todavía no se muere. Cuando eso ocurre, surgen fuerzas antagónicas que entran en contradicción, lo que contribuye a desatar esa belicosidad entre contrarios: la energía de un cambio verdadero en contra de lo ya establecido.
Se discute en estos tiempos la fuerza de las redes sociales que no solo sirven como resistencia, sino el gobierno también las utiliza. Son en la actualidad un espacio en disputa. Cambian los instrumentos, pero no las realidades.
Las nuevas generaciones quieren participar en los medios. Crear contenidos y esparcir sus ideas. Expresarse ante una sociedad a la que se oponen las gerontocracias periodísticas y las oligarquías políticas que suelen negar estos espacios a las voces jóvenes y disidentes.