Uno de los problemas personales que confronta la clase política veracruzana es la vanidad, aspecto que personas afines al funcionario, empresas e instituciones lo explotan comercialmente. En el pasado se conocía esto como un hamaqueo al servidor público.
Dentro de este terreno, existe una especie de concurso sobre qué ayuntamiento es el mejor en el estado en cuanto a gobierno, economía, desarrollo y medio ambiente, y para decidir quién es el que cumple de manera más idónea en estos aspectos, hay tres instituciones que los califican que son, la Universidad Veracruzana, el Colegio de Veracruz y la Universidad Autónoma Popular de Veracruz. Dicha prueba de valoración de las autoridades municipales es conocida como “La agenda desde lo local”.
El ayuntamiento de Tuxpan fue evaluado inicialmente por el Colver y los aspectos sujetos a este examen no resultaron del todo aprobatorios. Por lo que decidió el alcalde Alberto Silva aplicarse en los terrenos que obtuvieron malas calificaciones y le pidió a la misma institución que hiciera nuevas pruebas a los que los analistas del Colver se opusieron por obvias razones, ya que las áreas de gobierno, desarrollo economía y medio ambiente, deben ser tareas permanentes y no en casos especiales y circunstanciales como se pretendía hacerlo el gobierno tuxpeño. Es como un alumno que ya conoce la prueba, resulta fácil pasarla.
El presidente municipal Alberto Silva decidió que fuera la Universidad Popular la que regentea el maestro Guillermo Zúñiga y lo sometiera a un nuevo examen de valoración y sin ningún preámbulo a control remoto obtuvo calificaciones de diez. Lo malo es el bajo nivel de esa universidad calificada como “patito”, por lo que las calificaciones pagadas que otorga, pues son “patitos”.
Los ayuntamientos de Córdoba y Xalapa pasaron el examen en su primera oportunidad, es decir, que no se fueron a extraordinarios.
El municipio de Teocelo es de los que obtuvo las más altas calificaciones y es gobernado por un partido de oposición.


‘La bestia’ en los medios

El problema de los migrantes centroamericanos que abordan el tren denominado “la bestia”, en el municipio veracruzano de Las Choapas, es motivo de reportajes de medios nacionales e internacionales sobre la crítica situación que viven estos seres humanos con la ilusión de cumplir con el sueño americano.
En estos reportajes se relatan las constantes agresiones que sufren los indocumentados a su paso por territorio mexicano.

Millones de casas abandonadas

De los siete millones de viviendas que se construyeron durante el gobierno de Felipe Calderón y que fueron otorgadas por el Infonavit hay varios millones de estas casas de interés social que están abandonadas porque no pudieron pagarlas. Lo absurdo es que cientos de miles de mexicanos andan en busca de un lugar donde vivir. Otro problema es que las construyen fuera de las ciudades donde no hay escuelas, hospitales y tiendas.
Durante los dos sexenios panistas, fungió como director general del Infonavit el experto en Finanzas, Víctor Manuel Borras, cuñado del exgobernador de Veracruz, Dante Delgado Rannauro.
Varias empresas dedicadas a este tipo de moradas como Geo, Homes e Urbi se encuentran en quiebra, y al parecer, hay interés del nuevo gobierno federal de entregar este redituable negocio a otras instituciones especializadas en este tipo de viviendas para personas de escasos recursos.
Los hombres de negocios metidos a constructores donde se comprueba que están vinculados con los gobiernos panistas, son objetados por las nuevas autoridades priistas.