Durante los últimos meses se ha acrecentado la desaparición de playas en el estado de Veracruz. Ha sido notable el avance del mar en la zona de Boca del Río y Alvarado. El mejor ejemplo fue el hotel Torremar que tenía palapas en la playa y que al final contaba solo con sacos de arena para defender la construcción de este inmueble que el año pasado fue vendido para que surgiera una nueva plaza comercial, suerte que corrió también el hotel Playa Paraíso.
Chachalacas era una zona que contaba con una serie de restaurantes a la orilla del mar, hace dos años dichas palapas dejaron de existir por el avance del mar, todo ello provocado por el cambio climático.
Javier Araiza Gamboa, representante de los restauranteros de Antón Lizardo advierte que el problema del avance del océano se ha agudizado en los últimos meses poniendo en peligro varias viviendas.
“La mar se está comiendo todas las playas, nos estamos quedando con las aguas marinas que está tirando las enramadas y ya llegan las olas a las construcciones”. El empresario asegura que el Atlántico ha devorado más de cincuenta metros de lo que era tierra firme. Más de quince restauranteros se han visto afectados.
Se ha perdido el patrimonio de numerosas familias, y con ello, la pérdida de empleos. Aseguran que esta incursión del mar ha afectado toda la costa alvaradeña, el mejor ejemplo lo tenemos en Mata de Uva, donde el mar ha penetrado cerca de 150 metros. De acuerdo a los estudios de expertos recomiendan la construcción de rompeolas que ayuden a detener el embate de las fuertes corrientes, y con el tiempo, se puede crear algo de playa.

Actúan como pandilleros

El argumento de José Ramón Gutiérrez de Velasco para separarse de la coordinación de la campaña de Rafael Acosta Croda y del Partido Acción Nacional, asegura la existencia de dos pandillas quienes se apoderaron de ese instituto político. Por un lado, el dirigente estatal, Enrique Cambranis Torres, y el consejero nacional, Julen Rementería del Puerto, y por el otro lado, la familia neopanista Yunes Linares- Márquez.
“Lo digo de manera respetuosa, pero dichos grupos actúan como pandillas”. El exalcalde jarocho ha estado recibiendo invitaciones de grupos priistas para que sea el operador político que requieren los candidatos porteños, que por primera vez, incursionan en este complejo quehacer electoral.

Con melón o sandía

La gran mayoría de los políticos tienen en su imaginación al héroe con que quisieran compararse. Para Manlio Fabio Beltrones y Dante Delgado Rannauro, Fernando Gutiérrez Barrios era su referente.
Enrique Peña Nieto tiene sus dudas si seguir los pasos de Adolfo López Mateos, sin duda uno de los mejores presidentes de México o las huellas de Carlos Salinas de Gortari. Con el primero se identifica por ser mexiquense y liberal, con el segundo por su línea autoritaria y tendencia hacia el furioso capitalismo económico.
Con López Mateos, un hombre de izquierda que no aceptó que Estados Unidos había ordenado a todos los países del continente que rompieran con Cuba y este nunca lo permitió, y con Salinas de Gortari, un político de derecha que no se medía para ejercer su autoritarismo, obligó a renunciar a 17 gobernadores y repartió la riqueza del país entre sus socios, además abusó con su incómodo hermano de la cuantiosa partida secreta.