Olvidar lo sucedido como el descarado latrocinio del exgobernador de Tabasco, Andrés Granier, o los abusos de poder del exgobernador Mario Marín o las ejecuciones en Acteal o la tramposa quiebra de Mexicana de Aviación son uno de tantos casos de la corrupción y de impunidad analizado como un binomio funesto utilizado para mantenerse en el poder y ejercerlo como una estrategia de intereses de grupo y por encima de las leyes.
El abogado Julio Scherer Ibarra, hijo del periodista que edita la revista Proceso, aborda este socorrido tema en su último libro de la editorial Grijalbo.
Con el propósito de describir cómo opera la impunidad en nuestro país, el autor analiza en el sentido estrictamente jurídico, cuatro casos que los considera emblemáticos: Arturo Montiel, el corrupto exgobernador mexiquense, Juan Camilo Mouriño, el consentido exsecretario de Gobernación del gobierno de Felipe Calderón, Zhenli Ye Gon, al que le encuentran en su casa cientos de millones de dólares en efectivo, que inmortalizara la frase de “copelas o cuello” y César Nava, el exlíder nacional del PAN con sus “negocios” como exdirector jurídico de Pemex.
Scherer Ibarra dice: “Muchas son las personas, muchos los grupos que los protegen. En la desvergüenza sobran los argumentos para exculparlos: insuficiencia de pruebas, defectos de procedimiento, tecnicismos legales y presunción de inocencia.
En el cuarteto, el gobierno se hace presente y actúa con su eficacia probada: la torcedura de la ley”.
HAY LÍNEA
EN TELEVISA
Para los comunicólogos resulta extraño la importancia que se le ha dado en Televisa al problema mediático que confronta el estado de Veracruz provocado por la difusión de audios y videos de los corruptos y venales priistas, obligando a los beneficiarios del programa
Oportunidades afiliarse a su partido. Tanto en los noticieros como en las estaciones de radio de dicha empresa se ha dado una cobertura especial en cuanto a tiempo a este conf licto preelectoral. Hasta en las columnas que publican en diversos periódicos sus figuras centrales, Joaquín López-Dóriga y Carlos Loret de Mola, abordan el complicado tema.
No hay duda que existe “línea” para mantener candente este problema y ponen a Denise Maerker en su programa “Punto de Partida” a sumarse a esta campaña.
EL PROBLEMA
DE LA PALABRA
El tema Veracruz domina en las mesas de los concurridos cafés de esta ciudad de México. Los comensales analizan diversas salidas políticas que saldrán en el curso del día al trascender la reunión que sostuvo ayer el secretario de Gobernación, Osorio Chong con los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD. En lo que coinciden estos analistas capitalinos es que el gobierno de Veracruz debiera haber tomado las mismas medidas de retirar de inmediato a los funcionarios estatales involucrados, acción que utilizó la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles.
El panista Gustavo Madero se convirtió en el principal protagonista de este conf licto, quien señala que la molestia es por el respaldo público que le diera el presidente Peña Nieto a la secretaria Robles Berlanga.
Si lo hubiera hecho en privado, la situación sería diferente. “El no te preocupes Rosario” dicho en corto y nada hubiera ocurrido.
Tiene su razonable explicación este espaldarazo, el mandatario no puede permitir que a escasos cuatro meses de iniciar su administración se vea obligado a sustituir a un miembro de su gabinete a quien le había encargado el programa más ambicioso de su gobierno.
Las tensiones sobre el Pacto por México fueron provocadas por el líder de los panistas y ellos coinciden, los cafetaleros políticos, en una sola palabra, al minimizar Peña Nieto una denuncia por una simple crítica. Si no se da la dimensión adecuada a una palabra, esto no hubiera pasado de ser un conf licto preelectoral como tantos que han transcurrido dentro del quehacer político nacional.