En las pasadas elecciones federales en Veracruz votaron tres millones 577 mil, 076 de un listado de cinco millones 332 mil 362, es decir que el abstencionismo fue del 33 por ciento. Uno de cada tres veracruzanos no acudieron a las urnas a pesar de que fue considerada como la más copiosa de la historia electoral.
El quehacer político electoral empieza a ser molesto para la sociedad y lo demuestran al rechazar estos eventos y el cochinero de la partidocracia.
En los últimos comicios presidenciales el PAN logró la más alta votación con el 33.64 por ciento, seguido del PRI con un porcentaje del 26,4 y el PRD alcanzó 19.42 por ciento. De los partidos políticos menores se debe considerar al PT con 54,169 votos, seguido del Panal con 50, 479, En tercer lugar se colocó Movimiento Ciudadano con 46, 689 y el Verde Ecologista con 40, 637.
Son sorpresas que dan los números como la de considerar al Partido del Trabajo con la mayor participación y que por lo regular es un instituto político que no es tomado en cuenta.
Lo preocupante para los próximos comicios del 7 de julio es el abstencionismo a pesar del interés que despiertan estos comicios estatales donde se renuevan las alcaldías por cuatro años y el congreso local.
En el último registro electoral el PAN ganó en diez distritos, el PRI en ocho y el PRD sólo en uno. La ciudad de Xalapa es la que registró el mayor número de votantes con 200,927 sufragios.


Amenaza el cambio climático.
El cambio climático afectará severamente al estado de Veracruz ya que se esperan altas temperaturas y la amenaza de huracanes más severos. El premio Nobel mexicano Mario Molina, advierte la probabilidad de una abrasadora ola de calor extremo que se incrementará este año.
Hay estados de la República que han vivido el período más largo de sequía que se recuerde. Los registros existentes señalan un número de meses sin lluvia, pero lo ocurrido en los dos últimos años provocó alarma por la falta de agua para satisfacer funciones primarias.
El bióxido de carbono se ha disparado y prácticamente se ha duplicado su mortal presencia en el presente siglo.

Disidencia priísta.
Durante las ultimas semanas la lucha interna dentro de la selección de candidatos del PAN había acaparado la atención y se llegó a pensar que en el PRI la disciplina de sus militantes era la regla que había funcionado y no existía ningún tipo de rebeldía. La supuesta unidad de los priístas era simplemente una utopía.
En varios municipios se registran actos de grupos disidentes donde rechazan a los candidatos priístas calificados como una imposición.
No aceptan como candidatos a personas que ya fueron alcaldes y que dejaron un mal recuerdo de su gestión. También aducen que los nominados no cumplen con los requisitos para ser los elegidos.
Piden que se revisen los estatutos sobre su militancia y el lugar donde residen que impiden su nominación. En algunos casos mencionan al dirigente del PRI estatal Erick Lagos que colocó a sus amigos y se olvidó de los estatutos priístas.
El notario número uno del puerto Gustavo Souza apelará legalmente la designación de Ramón Poo a pesar de las presiones cupulares para que no impugne la candidatura del joven empresario.
Es casi siempre más belicoso el fuego amigo que los ataques de los contrarios de los otros partidos que participan en el proceso electoral.