Dentro de lo que se maneja con el mayor sigilo es la multicitada reforma fiscal, donde el PRI insiste en que tanto alimentos como el medicinas paguen el IVA. Dentro de este laberinto de reuniones secretas en la que participan el secretario de Hacienda, Luis Videgaray y los coordinadores priístas de las cámaras de diputados y senadores, Emilio Gamboa y Manlio Beltrones, trascendió furtivamente como idea principal un IVA generalizado que varia entre el ocho y doce por ciento.
Los que proponen que sea del ocho por ciento es el mismo porcentaje que se maneja en los Estados Unidos. Con la salvedad que las grandes empresas tanto nacionales como las extranjeras dedicadas a estos artículos y mercancías tendrían que pagar esta tasa impositiva que hasta el día de hoy están exentas.
Los adinerados laboratorios medicinales que pagan miles de millones de pesos en publicidad televisiva tendrían que ser causantes cautivos al igual que las opulentas empresas de alimentos como cualquier mexicano que labora.
La lista de estos negocios es interminable como Bayer, Doctor Simi, Usana Health, Senosian, Sharp and Dome, Jumex, Bachoco, Bimbo, etc. La compensación que busca Hacienda estriba en este sector privado.
La reducción de un 16 por ciento que actualmente se paga, sería la mitad, lo cual crearía un espectacular despegue de la economía nacional, no habría evasión fiscal, se duplicaría el número de consumidores aunado a la creación de millones de empleos. No se mencionó que en estos acuerdos confidenciales participe el senador José Yunes Zorrilla, presidente de la comisión de Hacienda.
Por otro lado en la Cámara de Diputados van a exigir que los enfermos en etapas terminales o los que padecen estos males que por su recurrencia se consideran como enfermedades crónicas, queden exentos por los elevados costos que implica mantenerlos dentro de un aceptable nivel de vida.

La mejor vacación.

El mejor lugar para descansar en la Semana Santa es la ciudad de México. Completamente vacía se puede ir a los cines, teatros, restaurantes; siempre encontrará espacios, sin tener que hacer alguna reservación. Estacionarse donde uno quiera, disponibilidad en cualquier sitio, encontrar y disfrutar el silencio que ofrece la tranquilidad de una urbe desierta.
Las calles solitarias sin ningún tráfico. Como si remontara al añorado pasado cuando se aprendía manejar en la avenida Insurgentes. Lástima, esta ciudad agradable y sin contaminación sólo dura una Semana, por eso es Santa.

Se fue Juan Luis.

La semana pasada falleció el periodista Juan Luis Aguilar, tenía 31 años de estar laborando en el Diario del Istmo. Era considerado como el “master” de la fuente policíaca. Vivía él una eterna juventud, porque su corazón y su forma de disfrutar la vida era la de un joven.
Reportero de la nota roja durante toda su actividad periodística, conoció y vivió los avances tecnológicos alcanzados en los medios de comunicación, no obstante siempre añoró los viejos tiempos y a sus antiguos compañeros con quienes compartía la bohemia. En el curso de una entrevista señalaba que había iniciado esta aventura junto con Robles Martínez y aseguraba que siempre seguiría en ese medio, donde nunca recibió una línea y jamás se lo cortó algún párrafo con un respeto absoluto a la libertad de expresión.
“Aquí seguiré hasta que me saquen con los pies por delante” Se cumplió su último deseo y su féretro fue llevado por sus colegas a la sala de Redacción entre grandes aplausos y lágrimas.
Anatole France decía que “morir es tan sencillo y aceptable como nacer”.
Todo termina para que todo vuelva a empezar, todo muere para que todo reviva. Así fue su partida para el “master” de generaciones de reporteros policiacos, el periodista Juan Luis Aguilar, con la camiseta tatuada del Diario del Istmo.