La mayor incógnita de las próximas elecciones locales es quién regirá el destino de la ciudad capital del estado de Veracruz. El lugar donde residen los tres poderes, donde habitan los secretarios, delegados federales, diputados y la gran burocracia, tanto estatal, federal como municipal. La sede de nuestra máxima casa de estudios la Universidad Veracruzana y donde existe el mayor número de museos y librerías. Con una población cercana al medio millón de habitantes compuesta por un gran número de burócratas y estudiantes. Y que cuenta su ayuntamiento con el segundo presupuesto en importancia de la entidad. Es una significativa fuente de empleo de varios miles de empleados que representan que el gasto corriente ascienda al 80 por ciento de sus egresos, además de contar con 17 sindicatos.
Es el cerebro y el corazón de Veracruz.
De gran trascendencia en la vida política de los veracruzanos y que durante décadas la balanza gubernamental ha sido variante de las ideologías de izquierda, derecha y centro.
Una urbe que ha tenido toda clase de gobiernos que van desde los perredistas, convergentes, priistas y panistas.
El gran enigma de estos comicios es quién de los candidatos tendrá el talento para capitalizar el tradicional descontento en contra de los tres niveles de gobiernos. Son los cientos de miles de resentidos y molestos jalapeños. Así lo resume el casi amarrado candidato del PRI, licenciado Américo Zúñiga. Aquel que logre unir a los quejosos y fastidiados votantes, asegura la presidencia municipal.
Es un misterio cómo emitirán el voto donde las encuestas se equivocan y personajes como Uriel Flores que no hacen campaña obtienen el triunfo y un Reynaldo Escobar que recorre toda la ciudad y visita hasta el último rincón de las colonias jalapeñas lo envían a un tercer lugar.
Es un jeroglífico político indescifrable que está reservado para algún candidato que nadie espera. Podría repetir una mujer ajena a los partidos mayoritarios.

Sube la ola de sangre

En los primeros cien días del gobierno de Enrique Peña Nieto han sido ejecutadas 2 mil 351 personas, cifra mayor a los últimos cien días de Felipe Calderón. De acuerdo al Ejecutómetro del periódico Reforma, en el gobierno federal panista murieron en hechos violentos 21 personas al día, con Peña Nieto, el promedio subió a 23 seres humanos asesinados cada 24 horas.

Se equivocan de Papa

Decía Adolfo Ruiz Cortines que para no equivocarse en política había que saber esperar. Con el nombramiento del cardenal Jorge Mario Bergoglio como el del Papa Francisco I, también ocurrieron los grandes equívocos y había circulado un boletín que aseguraba que Angelo Scola de Italia era el sucesor de Benedicto XVI. A tal grado era el hecho que en el comunicado oficial decía textualmente “ Una gran alegría y reconocimiento por la elección al puesto de Pedro en la persona del arzobispo de Milán, Angelo Scola”.
Ese error se repitió cuando de la oficina del entonces presidente Miguel de la Madrid se filtraron la iniciales de S.G. como el candidato presidencial del PRI. De inmediato los acelerados acudieron esa madrugada a felicitar al que era Procurador General de la República, Sergio García Ramírez. La S.G. se refería a Salinas de Gortari , el cual nunca perdonó a los que se “quemaron”.
Por cierto, Sergio García Ramírez fue el consejero del IFE que renunció en días pasados en completo desacuerdo como opera esa institución electoral.