En esta columna se dijo hace cuatro semanas que el exgobernador Fidel Herrera Beltrán se iría de embajador a Venezuela. El gobernador Javier Duarte de Ochoa se lo solicitó directamente al presidente Peña Nieto.
Al principio se resistió el político cuenqueño, porque quería una sede diplomática de mayor importancia, aducía su dominio de varios idiomas. Se le contestó con el clásico lema de “Limosnero y con garrote”.
Su presencia en la entidad le hacía daño al gobernador Duarte de Ochoa, con el argumento que seguía mandando y con pleno poder el “Tío Fide”.
Para los que conocen al abogado Herrera Beltrán, no les cuadraba que una persona que había tenido puestos políticos de gran importancia aceptara en convertirse en diputado local.
Fundamentaban su candidatura en una trama política para enfrentar a su enemigo personal Miguel Ángel Yunes Linares, en el congreso local, conscientes que el choleño pediría cuentas de su administración desde la tribuna del poder legislativo estatal. Un intento de espantar a los panistas con el petate del muerto.
Lo cierto es que Fidel Herrera es un valioso operador político y ante la amenaza de la alianza del PRD con el PAN, se requerían los eficaces servicios del hombre de Nopaltepec. En el quehacer electoral el cuenqueño es todo un catálogo en esta especialidad, es un cerebro abierto para mover fichas y cambiar a su conjuro los resultados. Cuenta con la fecunda experiencia de seis complicadas elecciones donde figuró él mismo como candidato.
Persona muy particular y diferente a la tradicional clase de los servidores públicos. Es el funcionario a quien le fascinan y obsesionan los reflectores de los medios informativos, aunado en esta ocasión, a la versión inflada que era él hombre de Nopaltepec él que palomeaba las listas de los candidatos priístas, ¡vivía a plenitud!, de nuevo, sus momentos de gloria.
El agudo periodista José Luis Pérez Cruz revela en su nota de ocho columnas, que en días pasados acompañado de dos de sus colaboradores había visitado la ciudad de Caracas y con ello daba mayor soporte a la confirmación de su próximo y temporal destino. De antemano se sabe que no se va a quedar quieto.
Vivir en la tierra donde se desarrolló la trayectoria del ex presidente Hugo Chávez, sería una realidad lo que soñó en su juventud, cuando era de izquierda.

Los malos del PAN
Lo que ocurre entre los candidatos del PAN para la alcaldía del puerto de Veracruz es un buen tema para una telenovela. Cada vez que termina un capítulo se quedan picadas las señoras para ver que sigue. En este caso también los televidentes varones.
Hay varios malos en esta serie, el ex alcalde y precandidato Julen Rementería reunía a sus compañeros y a todos les ofrecía su apoyo incondicional y que él renunciaría. Se quedaban con la impresión de que era un gran camarada. Todo hubiera seguido de acuerdo al script por él escrito, pero el abogado Sergio Vaca lo desnudó en una carta enviada a este medio.
La telenovela ahora a nadie interesa y perdió su auditorio.

Para perder la paciencia
Han pasado 128 días del nuevo gobierno federal y la cacareada nueva estrategia en contra del crimen organizado no se ve por ningún lado, más que el anuncio que los resultados en contra de la violencia se verán dentro de un año. Es decir que pasarán otras 52 semanas de vivir los mexicanos con miedo y en un clima de terror, como ocurre en los estados de Michoacán y Morelos con un saldo de 40 muertos en un fin de semana.
En la calle principal de Uruapan encontrarse con siete jóvenes acribillados y con mensajes debe poner los pelos de punta. Hay que esperar 12 meses para que el nuevo gobierno entienda por donde empezar y que debe hacer, para que el país recupere la tranquilidad y la paz.