Por Maquiavelo
Columna: Se Dice Que
Mitomanía política
2012-10-09 | 21:55:24
Es una lástima que los protagonistas del destape como gobernador de Rafael Hernández Ochoa ya no existen, para desmentir la serie de embustes declarados por funcionarios veracruzanos del pasado, sobre como fueron en realidad estos hechos políticos. Para ubicar a estos historiadores tengan presente que este tipo de acontecimientos y las grandes decisiones ocurren en la ciudad de México, no tienen como escenario provinciano las ciudades de Xalapa o municipio de Chacaltianguis.
En primer término, el entonces presidente nacional del PRI, Jesús Reyes Heroles cuando pronunció la contundente frase hecha al reportero de Excelsior, Ángel Trinidad Ferreira: “Yo como veracruzano y líder del PRI no he dado mi voto a favor de Carbonell”, entonces subsecretario de Gobierno del gobernador Murillo Vidal; no era como aseguran sus nuevos biógrafos Carlos Brito, Lucio Lagos y Guillermo Zuñiga; el máximo ideólogo priista nunca apoyó a Hernández Ochoa.
El director de Asuntos Políticos de Gobernación, Mario Vargas Saldaña se revolvería en su tumba. Pepe Miranda Virgen su valioso jefe de Prensa, con toda la experiencia en los medios nacionales, quien por cierto mañana cumple diez años de su misteriosa muerte. Demetrio Ruiz Malerva, el tuxpeño más estimado por su paisano Reyes Heroles. Si ellos leen las entrevistas publicadas en un reciente libro supuestamente biográfico, coincidirían en los grandes equívocos de estos inventores de ficticias semblanzas, ellos nos harían recordar que son políticos de la tradición mitómana, si no lo hacen se mueren de desesperación y aburrimiento.
Es cierto, que el entonces líder nacional priista ayudó a Hernández Ochoa a que fuera diputado federal no obstante que estaba congelado. El presidente Luis Echeverría en aquella ocasión le advirtió a “Jesús el de Veracruz” que no sueñe que este es un escalón para la gubernatura. Don Luis Echeverría lo tenía más que frío cuando lo corrió de la Secretaría del Trabajo por haber autorizado un sindicato de empleados bancarios. En la mayoría de los casos se miente por amabilidad, y estimo que esa es la buena intención de Brito, Zúñiga y Lagos.
Al único político que realmente respetaba Reyes Heroles era a Francisco Martínez de la Vega, exgobernador de San Luis Potosí y editorialista de la revista Siempre. Eso permitía al entonces columnista político de El Heraldo de México participar en las confidencias y conocer como ocurrieron los hechos. Eran aquellos tiempos cuando existía la fuerza periodística del “Mandiga Power, por el control que se ejercía en las redacciones de los diarios capitalinos.
En las oficinas de la presidencia del CEN del PRI, el día que apareció el “carbonelazo” se volteó y respetuosamente dio al reportero las instrucciones precisas y contundentes.
“Avísale a Arturo Llorente González, subsecretario de Trabajo que él es el “bueno” y que se mueva. Ya estaban listos los desplegados de los sindicatos petroleros y de la CNC declarando que sería el candidato”.
La formación partidista de absoluta disciplina de Arturo Llorente fue determinante, “mientras el señor presidente no me lo ordene no haré nada, solo le pido que siga manejando los cinco nombres de los precandidatos, Julio Patiño, Rafael Hernández, Almirante Cházaro Lara, Eugenio Méndez y un servidor”.
-Don Arturo la columna ya a está escrita y es exclusiva tal como la quiere Jesús.
-Me haría un gran daño, si la pública, replicó
Y así fue, - se tuvo que guardar-, perdió por ser institucional la candidatura de ser el gobernador de Veracruz.
Al tiempo, en una finca en Cuernavaca, se le preguntó al presidente Echeverría Álvarez sobre los motivos de que no llegara su amigo Arturo. Su lacónica respuesta. “A un presidente nunca se le dice que no. Yo le ofrecí que se fuera la CNOP, para que llegara al gobierno y me contestó que eso lo rebajaba de su calidad de subsecretario de Trabajo”, Así se le cayó.
Como llegó Hernández Ochoa al gobierno veracruzano fue por la firme intervención de su esposa Teresita Peñafiel con su comadre María Esther Zuno de Echeverría, lo que aparece escrito en el estupendo libro “Gobernador por naturaleza” sobre su destape solo existe en la imaginación de los que escribieron.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018