Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
El reto de Reynaldo
2011-08-30 | 22:15:00
El delicado papel que desempeña el abogado del estado de Veracruz, Reynaldo Escobar Pérez, donde al mismo tiempo es el investigador y acusador oficial en los hechos inéditos que vive una sociedad que no conocía el miedo y que hoy en día es sacudida por sucesos violentos y degradantes sin precedente en la historia de la entidad.
Se ubica al jefe del Ministerio Público Veracruzano en una difícil situación donde se requiere a la persona más calificada en cuanto a experiencia y talento en este complicado quehacer en materia de mantener la seguridad e impartir con claridad la justicia.
Ante esta grave crisis se enfrenta de manera cotidiana el abogado Escobar Pérez, un reto que en las condiciones actuales del estado de Veracruz es sin lugar a dudas, la responsabilidad más importante de la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
El ministerio público es una de las figuras más trascendentes del sistema jurídico procesal mexicano. Una institución que convive con una realidad determinada, tratando de servir y resolver los problemas de la sociedad a la que sirve. Escobar Pérez valora y conoce como estar a tono de acuerdo a las complejas circunstancias sociales en las que aplica sus servicios, consciente de la debilidad de los recursos humanos y materiales con que cuenta, y sobre todo, de la capacidad profesional, experiencia, ética conductual y madurez de los miembros que componen la dependencia que tiene bajo su cargo. De la cual depende en un alto porcentaje la aprobación en su desempeño.
A Reynaldo Escobar le tocó bailar con la más fea. El aumento significativo de los delitos más graves, ejecuciones diarias, secuestros, masacres, torturas, extorsiones y toda clase de conductas fatales que nunca se pensó ocurrieran en Veracruz. Un estado en plena descomposición que convive con la lucha descarnada de bandas de delincuentes dotados con los más sofisticados armamentos.
Las causas de la violencia son de carácter social, económico y educativo y para ello hay que combatirlas al mismo tiempo para que surta el efecto deseado. De allí el atinado perfil del licenciado Reynaldo Escobar Pérez en cuanto a experiencia y cualidades para enfrentar este reto.

El interés de la noticia
Una noticia cuando se repite todos los días deja de ser noticia. Las noticias terribles, truculentas se suceden una tras otra hasta perder su capacidad de asombro, lo único que aumenta es la preocupación y el miedo. Los hechos violentos se convierten en algo consuetudinario. Los operativos militares que se realizan a cualquier hora del día en las ciudades de Xalapa y Veracruz, con un elevado saldo sangriento van perdiendo su jerarquía noticiosa. De las portadas de los medios impresos se fueron a las páginas interiores, para refundirse a las páginas de la nota roja y terminar en los resúmenes informativos y perderse junto con las notas intranscendentes de choques y atropellamientos.
Es catastrófico el daño que hace la costumbre.

El deporte de Calderón
Lo hicieron todos los presidentes del país desde que inició la Segunda guerra mundial en el 1938, incluido el presidente Vicente Fox del Partido Acción Nacional, ellos pactaron con los bandas de los narcotraficantes y se establecieron reglas precisas sobre el manejo y las rutas que debieran seguir los diferentes cárteles.
No hubo ningún pleito ni tampoco muertos. Pequeñas rencillas que no pasaban de cachetadas guajoloteras y, esporádicamente, se realizaba alguna captura como medida de taparle el ojo al macho.
El lema de paz y amor entre el gobierno y los narcotraficantes se mantenía bajo estrictos protocolos. Los capos sabían pagar espléndidamente esta protección, no existía compra de armas ni ningún armamento sofisticado. Se respetaba el acuerdo que solo las fuerzas militares eran los únicos que podían traerlas.
Era otro país que vivía en calma y que no sufría la incertidumbre de la guerra. Los capos ayudaban a las comunidades donde estaban establecidos, construían escuelas, clínicas, iglesias y hasta arreglaban las calles e introducían el agua potable. El expresidente Vicente Fox propone que hay que pactar y terminar con esta carnicería de mexicanos, además de legalizar el uso de las drogas al igual que lo hacen los países desarrollados.
El único obsesionado con este exterminio total, al igual que lo hicieran los nazis con los judíos, es el presidente Felipe Calderón Hinojosa. Y todavía le queda más de un año para seguir matando a mexicanos.

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