Ahora sí que el subsecretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, es un funcionario que se mete en Honduras y logra salir muy bien librado.
Cosa de ver nada más los desmedidos elogios que el secretario de Relaciones Exteriores de ese país centroamericano, Mario Canahuati, soltó no nada más durante su visita a Veracruz la semana anterior –a lo que obviamente, por elemental cortesía política, estaba obligado el canciller hondureño–, sino posteriormente durante las distintas entrevistas que concedió el diplomático a medios impresos y analistas de canales de televisión restringida, como por ejemplo en Efekto TV.
Canahuati concluyó su visita a territorio mexicano este sábado 6, luego de visitar estaciones migratorias y cárceles de Veracruz, Tabasco, San Luis Potosí y la Ciudad de México, donde conoció la situación legal y las garantías de seguridad que los gobiernos federal, estatal y municipales deben brindar a los migrantes hondureños.
El canciller centroamericano reconoció los cambios que se observan en nuestro país en el trato a los indocumentados después de la masacre ocurrida en San Fernando, Tamaulipas, que forzó al gobierno de México a asumir la gravedad de los ataques de que son víctimas aquí los migrantes de Centroamérica.
Al destacar la aprobación de la Ley de Migración, Canahuati llamó a cumplir los convenios para garantizar que los asegurados tengan acceso a la asistencia consular y agilizar los procesos de repatriación, pues remarcó que los abusos contra los migrantes se agudizan en un escenario marcado por las disputas entre los cárteles de la droga.
“Ha habido un cambio radical, pero lo primero que hay que darnos cuenta es que México tiene un problema con el crimen organizado, con Los Zetas, con lo que son las organizaciones del Golfo. No solamente tienen toda la logística, la infraestructura, sino que tienen una capacidad de poder manejarse en diferentes áreas y particularmente en el tema de los migrantes. El migrante es visto como dinero ambulante”, comentó Canahuati, quien ante la ausencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa, que se hallaba todavía de viaje por Brasil, fue atendido primero en Xalapa por el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, y luego acompañado por el subsecretario Erick Lagos a la cabecera municipal de Acayucan, donde inauguró una oficina consular de Honduras instalada con el apoyo de ese ayuntamiento y del gobierno estatal.
“México –declaró este sábado 6 el canciller hondureño antes de retornar a su país– tenía que asumir que tenía un problema. México no lo aceptó sino hasta que empezaron las intervenciones de los gobiernos centroamericanos en temas migratorios y hasta que llegó la masacre en Tamaulipas. México por primera vez reconoce que tiene un problema migratorio y eso hace que cambie la política”.
Sin embargo, insistió, el cambio no será efectivo hasta que se pase de la teoría a los hechos, hasta que se cumplan los convenios y se establezca un mecanismo para acelerar los procesos por los cuales tienen que pasar los migrantes una vez que fueron asegurados por las autoridades mexicanas.
“Si existe una ley para la repatriación, hay que buscar un proceso para hacerlo de manera más ágil, hay que buscar cómo facilitar las cosas a los ciudadanos. Si existe un convenio para que se pueda cumplir condena en los lugares de origen (en caso de acusaciones penales), que se aceleren los procedimientos”, apuntó.
México, agregó, debe seguir trabajando para que la información fluya y se establezcan agendas conjuntas con los países de origen de los indocumentados.
Y es que en su visita a Tabasco, San Luis Potosí, la ciudad de México y Veracruz, Canahuati se encontró con migrantes asegurados por el Instituto Nacional de Migración y también visitó a hondureños presos en distintos centros de readaptación social. Sin embargo, el canciller regresó a Honduras sin una cifra oficial de cuántos migrantes de su país están a la espera de ser repatriados o de obtener refugio o una visa humanitaria, y tampoco supo cuántos están presos en cárceles mexicanas y desean ser repatriados.
El problema con el que se encontró es que muchos de los procesos se manejan a nivel estatal y las autoridades federales no llegan a tener conocimiento.
Por ello Canahuati giró instrucción a la Embajada y los consulados hondureños para darse a la tarea de buscar a sus connacionales y tener una relación sobre todas las estaciones migratorias en México, lo mismo que de albergues y penales, entre otros.
El canciller centroamericano manifestó que una vez concluida su gira por México, tiene una mayor idea de las necesidades que tienen sus compatriotas que cruzan por territorio mexicano en su intento de llegar a Norteamérica.

CURA DESMENTIDO
Sobre la denuncia del sacerdote Alejandro Solalinde, respecto a un supuesto secuestro masivo de migrantes en Veracruz ocurrido el pasado 24 de junio y que movilizó a las autoridades hondureñas que inclusive enviaron una comisión especial para investigar lo presuntamente sucedido, el canciller Mario Canahuati respondió que los comisionados no encontraron evidencia alguna que comprobara lo dicho por el presbítero.
“No encontramos evidencias. Platicamos con los dos testigos y ellos dijeron que identificaron a un grupo que había bajado del tren a cinco personas. Cuando dieron los nombres, tres de las personas ya se habían comunicado con sus familiares, dos estaban en un penal y uno estaba libre”, precisó.
Sin embargo, subrayó que en el esfuerzo que hacen México y los países centroamericanos para atender el tema de los migrantes es fundamental la relación con las iglesias y el apoyo a las casas de migrantes.

BANDERAZO EN LA CUENCA
Recién regresó de Brasil, de donde se trajo una multimillonaria cartera de inversiones que impulsarán el desarrollo social y económico sobre todo del centro y sur de la entidad –pues no sólo hizo sólidos tratos con empresarios cariocas que le apuestan a la producción de biocombusibles como el etanol sino que también están interesados en magnos proyectos hidráulicos que podrían resolver el estiaje cada vez más agudo en la zona conurbada de la capital veracruzana–, el gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció este sábado una serie de acciones tendientes a prevenir inundaciones en la Cuenca Baja del río Papaloapan.
Las acciones, que consisten en la limpieza y desazolve de los ríos Papaloapan y San Agustín, del arroyo Zacatixpan y del dren Las Panchas, representan una inversión superior a los 129 millones de pesos que se aplicarán en dos etapas. Ello permitirá remover más de dos millones de metros cúbicos de azolves en beneficio de los habitantes de 12 municipios ribereños.
Los trabajos son encabezados por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesca (Sedarpa) que dirige José Tomás Carrillo Sánchez, en coordinación con el Consejo de Desarrollo del Papaloapan, a cargo de Ramón Ferrari Pardiño; el grupo azucarero PIASA, así como con las autoridades municipales de Lerdo de Tejada, Saltabarranca, Tlacotalpan, Cosamaloapan y Tuxtilla.