El Partido Convergencia ha dejado de nombrarse como tal para reposicionarse ante la sucesión presidencial de 2012 como “Movimiento Ciudadano”, su nuevo membrete.
El propósito es abrirle las puertas de la participación política y electoral a todos aquellos ciudadanos que nunca han querido afiliarse a ninguna fuerza partidista, pero los cuales gozan de prestigio, simpatías, liderazgo y peso social suficiente para jalar cientos de miles de votos a la hora en que se elijan diputados, senadores y presidente de la República.
Habrá que ver, llegado el momento, qué tan efectiva resulta este tipo de pragmatismo político-electoral con el que se busca arropar la anunciada candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien ante el control mayoritario que actualmente ejercen al interior del PRD los grupos antagónicos que se oponen a su segunda postulación consecutiva, ha optado por cobijarse en el Partido del Trabajo y el nuevo Movimiento Ciudadano (MC), cuyas cúpulas lo apoyan incondicionalmente.
La restructuración de Convergencia motivó obviamente ligeros ajustes y reacomodos en las dirigencias nacional y locales. Sin embargo, lo único que no varió fue el mando absoluto del ex gobernador y actual senador veracruzano Dante Delgado Rannauro, quien nuevamente demostró que sigue siendo el verdadero dueño de este membrete partidista ahora camuflajeado de “ciudadano” .
En Veracruz, por ejemplo, el ex alcalde boqueño Adrián Ávila Estrada dejó el pasado miércoles la dirigencia estatal del ex partido naranja, pues a partir del cambio de nombre se integró una Comisión Ejecutiva Operativa conformada por incondicionales de Delgado Rannauro, entre ellos la ex regidora xalapeña Dulce María Dauzón Márquez, esposa del diputado local convergente Armando Méndez de la Luz y Cuauhtémoc Pola Estrada, ex secretario particular de Dante, quien por obvias razones ha sido designado coordinador, por lo que además estará a cargo de atender los asuntos legales del nuevo partido, y por ende, se desempeñará como vocero oficial.
Los otros miembros de la flamante Comisión Ejecutiva Operativa del MC son Verónica Aguirre Lili, Raúl Sergio Chávez De Gante, Anastacio del Ángel Román, Francisco Javier Guevara Gómez y Eulalio González Azamar, hermano del ex alcalde de Catemaco, Jorge González Azamar, ex diputado local del PRI que en 2007 llegó por segunda vez a la presidencia municipal pero ahora postulado por el PT.En la sucesión estatal de 2010, sin embargo, Jorge González no apoyó a Dante Delgado, candidato a gobernador de la alianza PRD-PT-Convergencia, sino al priista Javier Duarte de Ochoa.
Con el cambio de nombre muchos supondrían que las prácticas que antes prevalecían en Convergencia ahora se extinguirían al transformarse en Movimiento Ciudadano. Pero lamentablemente no parece ser así. La simulación y el camaleonismo siguen prevaleciendo.
Por ejemplo, en su primera conferencia de prensa como coordinador y vocero de la Comisión Ejecutiva Operativa del MC, Pola Estrada se atrevió a negar que los cambios que llevaron a la extinción de Convergencia y al surgimiento del Movimiento Ciudadano hayan sido obligados por las pretensiones de López Obrador de ser otra vez el candidato presidencial de la izquierda mexicana, cuando todo mundo sabe y ha visto que desde hace cinco años el tabasqueño viene trabajando abiertamente en ese propósito utilizando incluso las prerrogativas a las que por ley tiene derecho Convergencia, como es el caso específico de los tiempos que el Instituto Federal Electoral dispone en radio y televisión para ese y los demás partidos con registro legal.Pero Cuauhtemito Pola no paró ahí, sino que todavía pontificó que a partir de este momento se abren las puertas a la participación ciudadana y que, en ese sentido, habrá de conformarse un Consejo Ciudadano Estatal que tendrá la facultad en la toma de decisiones.¿Alguien se imagina a Dante Delgado acatando los resolutivos de los “consejeros ciudadanos” que se contrapongan a sus intereses de grupo o personales y que atenten contra sus pactos y acuerdos discrecionales?
Y es que si Delgado Rannauro obedece ciegamente a López Obrador es porque a final de cuentas, el perredista tabasqueño resultó ser más caudillista, autoritario y mesiánico que el ex gobernador veracruzano.

EL ‘TAPADO’

¿Quién es el acelerado secretario de despacho que con bastante anticipación presuntamente anda preparando ya el camino para la sucesión estatal de 2016?
Y es que trascendió que el pasado mes de julio se reunió con otros dos conocidos pretendientes de la gubernatura: el dirigente estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, y el diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla, fuerte aspirante a la senaduría del año próximo, en cuya mesa se acordó por el momento apresurar la salida de Inocencio Yáñez Vicencio de la Fundación Colosio Veracruz, la cual se concretó la semana anterior.
En lugar del combativo economista tuxpeño fue acomodado Fernando Sánchez García, muy allegado a otro de los comensales ahí presente, el cual, por cierto, en la sucesión gubernamental de 2004 fue uno de los principales promotores al interior del PRI de la fallida precandidatura al gobierno de la entidad de este elitista secretario del gabinete duartista.
Pero el proyecto sucesorio –según juran sus malquerientes– ahora parece ir en serio. Tanto que ha trascendido que este alto funcionario, involucrado en un escándalo de cantina a finales de 2010 –dos meses antes de que tomara posesión el gobernador Javier Duarte de Ochoa–, andaría muy interesado hasta en rehacer su vida matrimonial. No con su ex cónyuge, sino con una guapísima pariente de ésta que es una joven actriz recién avecindada en Estados Unidos pero originaria del puerto de Veracruz; misma que se hizo famosa el año pasado por su apoyo solidario a los damnificados del huracán “Karl” en la cabecera municipal de La Antigua.
¿Será? Yo, como santo Tomás: “Hasta no ver, no creer”.