La purga que se avecina entre los profesores de la entidad veracruzana será de antología. Ya no soportan los maestros a los líderes caciquiles que heredan los cargos como si se tratara de un patrimonio familiar. Importantes cambios se avecinan en los cuadros del gremio magisterial al detectar que día a día engrosan las filas de los independientes.
Bajo el disfraz de una licencia, fue la destitución del senador veracruzano Rafael Ochoa Guzmán, como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la maniobra se hizo atendiendo órdenes directas que preside la líder perpetua de esa agrupación sindical Elba Esther Gordillo, que tiene una plantilla superior al millón doscientos mil docentes.
Con motivo de la sucesión presidencial se desataron con fuerza los ánimos de los jerarcas sindicales que no están de acuerdo que sólo la maestra Gordillo decida a quien hay que apoyar en los próximos comicios y quienes deben ser los beneficiarios con los puestos de elección popular del partido político el Panal.
Por razones naturales del ejercicio magisterial se identifican los “profes” con los ideales de la clase trabajadora y con los sectores marginados, por lo que se oponen abiertamente a que su líder, --la maestra que nunca dio clases--, vuelva a inclinarse por el partido de la derecha como ocurrió en los comicios pasados.
Dejar que sean los profesores los que decidan libremente por quien votar sin temor a que sus plazas sean canceladas o no se les otorguen los beneficios a los que tienen derecho.

Vivir con 60 pesos.
El primero que hizo la defensa de que el salario mínimo ronde hoy más que antes, fue el secretario de Trabajo, Javier Lozano Alarcón y entre sus argumentos figura que la inflación es más baja y por lo tanto el poder adquisitivo es mucho mayor. Lozano Alarcón junto con Ernesto Cordero titular de Hacienda ratifican que con 60 pesos diarios que es el minisalario actual, puede vivir una familia.
Esa suma hasta como propina en un restaurante es una grosería.

No saben de periodismo.
El investigador del Colegio de México, Sergio Aguayo Quezada, al analizar la situación del periodismo que se ejerce en México, destacó la desunión que priva entre los periodistas, parecieran políticos enemigos de diversos partidos que llegan al extremo de llegar a utilizar el medio en que laboran para desprestigiar a sus compañeros de oficio.
Durante los últimos años es notorio el incremento de la violencia que ejercen los funcionarios públicos en contra de los comunicadores y en segundo término las amenazas que ejerce el crimen organizado en contra de los reporteros.
El profesor del Colegio de México destacó que el mayor problema figura que los dueños de los medios no son periodistas y por lo tanto no saben ejercer a cabalidad este oficio, que llegó a ser considerado el Cuarto Poder.
Dentro de este aspecto de los propietarios de periódicos, estaciones de radio y televisoras, pareciera que ejercen un atractivo muy singular de la clase política de Veracruz y de todo el país. Funcionarios de distintos poderes son los nuevos hombres de empresa que quieren manejar para sus intereses particulares la noticia. Hasta miembros destacados de los partidos políticos son los nuevos directivos de estos órganos informativos.