El esquema establecido por el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, es muy claro y preciso. Reconocimiento y agradecimiento al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, pero su espacio político y ejecutivo en el territorio veracruzano al igual que su administración, terminó el 30 de noviembre del año pasado.
Las reglas son precisas en cuanto establece diferencias, sin reserva la de una amistad entrañable, pero el campo de acción está bien definido entre los principales protagonistas de los dos gobiernos.
Esto no implica que en el caso del exgobernante en su aspiración de un asiento en el nuevo Senado de la República, pueda desarrollarse sin ninguna limitación dentro del área electoral veracruzana de su candidatura.
La aspiración de buscar la “La Grande” se redujo de manera drástica al político cuenqueño, con el desenlace penal de los últimos hechos judiciales de Jorge Hank Rhon en Baja California y Pablo Salazar Mendicuchia en Chiapas.
Durante su campaña preelectoral a la candidatura presidencial, el Tío Fide sería el villano favorito del PAN y de un intenso fuego amigo de las cúpulas priístas. Se repetiría la historia más detallada y feroz de la que tuvo Arturo Montiel, el exgobernador mexiquense, cuando inició su aventura en pos del poder presidencial. De la vida pública lo desaparecieron del mapa.

La lección del rector

El rector de la UNAM, José Narro Robles, fue muy claro al reiterar que los alumnos del bachillerato universitario no están para ser reclutados por la Secretaría de Seguridad Pública.
Manifestó de manera categórica que en un país donde no hay seguridad no puede existir la democracia. “ No estoy dispuesto a contribuir con un silencio cómodo y timorato porque sería un acto desleal con el país.”

La fortuna de ser burócrata

El privilegio de trabajar para el gobierno es la actividad más redituable que existe en un país como México, lleno de carencias. Según el Manual de Percepciones de Servidores Públicos, el salario bruto de un encargado de una Secretaría de Estado es de 32 mil 813 pesos con 14 centavos. Es decir arriba de los mil pesos diarios. Más una compensación garantizada de 172 mil 308 pesos con 91 centavos. Lo que suma 205 mil 122 pesos, por lo que sube su salario de un mil pesos diarios a 68 mil 374 pesos.
Tienen otras pequeñas prestaciones como un seguro de vida de un millón 300 mil pesos. Pagos de gasolinas, seguros médicos por medio millón de pesos, compras de automóviles, aguinaldo por 40 días. Los diputados y senadores tienen una larga lista de prestaciones, muchas oficiales y otras discrecionales. Ellos saben como se reparten y se gastan 8 mil millones de pesos cada año. Además de sus sueldos, pasajes, viáticos, reciben partidas especiales dedicadas a la asistencia legislativa y atención ciudadana.
Se dice que sólo los panistas son los que presentan facturas de sus casas de atención o informes de trabajos que hacen.
Los que se vuelan la barda son los del Poder Judicial que tienen los mismos seguros y prestaciones pero estos se extienden a su cónyuge e hijos, su concubina o concubinario o pareja del mismo sexo.
La alta burocracia de México con la mente abierta y liberales.