No habían pasado ni siquiera doce horas de que representantes del Gobierno del Estado y de la línea de autobuses ADO salieran a desmentir el maquiavélico rumor de dos supuestos vehículos de pasajeros que presuntamente habían sido abandonados con varios cadáveres en su interior en un predio del municipio de Juan Rodríguez Clara, cuando en el puerto de Veracruz efectivos de la Marina Armada de México protagonizaron a la medianoche del lunes una tremenda balacera con saldo de diez criminales muertos y otras decena de delincuentes detenidos.
El enfrentamiento debió ser tan impresionante que la alcaldesa porteña Carolina Gudiño Corro se apanicó, pues abordada la mañana de este martes 19 por los reporteros para que hablara sobre este violento incidente, la munícipe priísta evadió responder con amplitud y sólo se concretó a expresar de manera muy escueta que “la seguridad en Veracruz está garantizada”. E inmediatamente huyó.
Inexplicable reacción de la máxima autoridad municipal de una ciudad que actualmente, por los días de asueto de la Semana Mayor, está abarrotada de miles de turistas que esperan una actitud y un discurso más tranquilizantes. En cambio, el presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Luis Alberto Martín Capistrán, mostró mayor sensibilidad al declarar que la balacera ocurrida en Río Medio no perjudica la afluencia turística en este período vacacional. El dirigente porteño de la Coparmex explicó hasta el momento no tenía conocimiento de cancelaciones en las reservaciones hechas en el sector hotelero, el cual se encuentra entre 80 y 85 por ciento de ocupación en estas vacaciones de Semana Santa.
Por su parte, el gobernador Javier Duarte de Ochoa estuvo muy pendiente de los acontecimientos, y en su cuenta de Twitter el mandatario estatal confirmó desde la medianoche del lunes la muerte de los presuntos delincuentes luego del operativo realizado por elementos de la Marina Armada de México en la unidad habitacional Río Medio, ubicada en la zona del puerto de Veracruz.
En su cuenta de esta red social, el mandatario veracruzano expresó que se llevó a cabo un operativo “exitoso” donde se logró abatir a los presuntos delincuentes, sin que “ningún civil fuera afectado”.
Asimismo, el titular del Poder Ejecutivo estatal lamentó “profundamente” los momentos de angustia que vivieron los ciudadanos del lugar; sin embargo reiteró que es la única manera de garantizar el orden.
“Lamento profundamente los momentos de angustia que pueden propiciar estos operativos, pero esta es la única manera de garantizar el orden”, expresó Duarte de Ochoa.
Pero remarcó que “hoy vuelve todo a la calma, como estamos acostumbrados”, y anticipó que “vamos a seguir actuando con firmeza para garantizar el clima de paz para todos”.
Entrevistado en la capital veracruzana este martes por la mañana, Duarte de Ochoa amplió la información y dio más detalles y datos precisos acerca de este operativo militar.
Precisó, por ejemplo, que no eran seis sino diez el total de los delincuentes fallecidos, y que otra decena había sido detenida.
El gobernador Duarte aprovechó también el diálogo con los comunicadores para desmentir las falsas versiones de que había habido víctimas por el lado de la población civil y de la Marina Armada de México.
En lo único en que sí guardó prudente hermetismo fue en lo referente a las investigaciones que actualmente realizan las autoridades ministeriales de la Federación sobre la identidad de los delincuentes caídos y aprehendidos, pues ha trascendido que uno de ellos podría tratarse de un jefe de alto rango de una organización criminal.
Como seguramente estos operativos del Ejército y de la Marina Armada de México contra el crimen organizado van a continuar por lo menos hasta noviembre del próximo año cuando concluya la administración del presidente Felipe Calderón, lo recomendable para la alcaldesa Carolina Gudiño sería que tomara algún curso intensivo sobre comunicación de masas ante una situación de crisis.
Y para que le salga más barato bien podría prorratear los honorarios de comunicólogos y demás especialistas con los alcaldes de otros municipios como Pánuco, Xalapa, Coatzacoalcos y Poza Rica, donde desde finales de 2010 también los militares y criminales han protagonizado tremendas balaceras.

MANO FIRME

Por cierto, hablando de orden…
Ayer, un grupito de ahorradores defraudados por una desaparecida Caja de Ahorro, decidieron bloquear la avenida Enríquez, frente a Palacio de Gobierno.
La acción era injustificable, pues una comisión de sus representantes era recibida y bien atendida en la Dirección de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno.
Por eso no habían pasado ni veinte minutos cuando elementos de Seguridad Pública del estado conminaron a los manifestantes a que se plantaran pero sobre la plazoleta Lerdo, sin obstruir el tráfico vehicular.
Y así lo tuvieron que hacer.
Una prueba más de que la administración del gobernador Javier Duarte está decidida a actuar con mano firme, más que con mano dura.
Y si no que le pregunten a los invasores del predio Santa Lucía, ubicado en los límites de los municipios de Xalapa y Emiliano Zapata, en el que sin necesidad de recurrir a los toletes, el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, logró esta semana la desocupación pacífica de casi la totalidad de los terrenos invadidos desde principios del sexenio anterior.