Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
DON AGUS
2011-04-12 | 23:04:05
A los 81 años de edad, ayer falleció en la ciudad de México el ex gobernador Agustín Acosta Lagunes, uno de los últimos tecnócratas a los que el PRI todavía pudo imponer en tan importante cargo de elección popular pese a no tener arraigo ni grupo político en la entidad.
Llegó a gobernar Veracruz en 1980 como se acostumbraba en ese entonces todavía, en la plenitud hegemónica del sexagenario partido en el poder: por su cercana relación personal con el presidente de la República en turno.
Precisamente una de las anécdotas de aquella época refiere que cuando el presidente José López Portillo estaba indeciso sobre a quién mandar de candidato del PRI a la gubernatura veracruzana –pues Gustavo Carvajal Moreno, su ex secretario particular y a la sazón dirigente nacional del partido tricolor, habría declinado ser postulado al gobierno de su estado natal porque presuntamente aspiraba a ser encartado en la sucesión presidencial de 1982–, don Agustín, en ese entonces subsecretario de Hacienda (Secretaría de donde cuatro años antes López Portillo había saltado a la jefatura del Poder Ejecutivo federal), le habría dicho a su ex jefe y amigo: “Pepe, si Veracruz es tu dolor de cabeza, pues... ¡aquí está tu ‘Mejoral’!”
Según versión de Carvajal confiada a un grupo de periodistas en la sucesión estatal de 1998, el que en esa ocasión tenía todo para ser el candidato del PRI era otro economista: el orizabeño Manuel Aguilera Gómez, ex director general del Inmecafé, a quien él personalmente le pidió que se moviera.
Pero Aguilera no le creyó, pues supuso que por su cercanía con el presidente López Portillo el candidato sería Carvajal y que el oriundo de Santiago Tuxtla solamente lo quería utilizar para legitimar su esperada imposición.
Sin embargo, al final no sucedió así. Y el candidato resultó ser Acosta Lagunes, un genio para el manejo de las finanzas, pero quien era totalmente desconocido para las bases priistas y en general para los veracruzanos.
El PRI no tuvo mejor opción, pues Carvajal y Aguilera se autodescartaron, y el prospecto de la clase política local, el ex rector de la UV, Fernando García Barna, fue desaprobado tácitamente por el presidente de la República, quien en una visita al puerto de Veracruz, entrevistado por el reportero José Valencia Sánchez –ahora jefe de prensa del Comité Directivo Estatal del PRI–, reprobó lo que él mismo llamó “localismo empobrecedor”.
Después se sabría que el voto de peso que inclinó finalmente la decisión presidencial a favor del economista de Paso de Ovejas habría sido la opinión favorable de un connotado veracruzano: el ex presidente Miguel Alemán Valdés, cuya secretaria particular era Paquita Acosta, hermana de don Agustín.
La administración de Acosta Lagunes fue de claroscuros: su obra material fue de gran impacto social y cultural. En la capital del estado, por ejemplo, amplió y modernizó avenidas de alto tráfico vehicular como la “Adolfo Ruiz Cortines” y “Rafael Murillo Vidal”; reconstruyó el Museo de Antropología de Xalapa; rehabilitó la hacienda de don Antonio López de Santa Anna; amplió a cuatro carriles la salida de Xalapa hasta el aeropuerto de El Lencero; ensanchó a tres carriles los tramos sinuosos de Cerro Gordo y Plan del Río de la carretera federal a Veracruz y construyó varios caminos y puentes en el norte de la entidad y en la Cuenca del Papaloapan.
Sin embargo, en materia política y de seguridad pública su régimen fue un desastre.
A los dirigentes estatales del PRI –Demetrio Ruiz Malerva, Edmundo Martínez Zaleta, Ángel Leodegario Gutiérrez Castellanos y Dante Delgado Rannauro– les soltaba recursos a cuentagotas y a veces los hacía esperar horas en la antesala de Palacio de Gobierno. Su gabinete rompió récord en renuncias tempranas y emprendió de inmediato una feroz persecución contra algunos ex funcionarios y alcaldes hernandezochoístas, como el ex director del IPE, José Luis Lobato Campos, y el ex director del DIF, Carlos Padilla Becerra; el primero pisó unas horas la prisión y el segundo tuvo que solicitar licencia como presidente municipal de Xalapa y cambiar su residencia a la ciudad de México. Miguel Ángel Yunes Linares, quien como diputado del PRI había hecho una valiente defensa de Padilla desde la tribuna del Congreso local, tuvo que ser sacado de la capital veracruzana escondido en la cajuela de un automóvil.
De 1980 a 1986 Veracruz fue bañado en sangre por las bandas criminales que se habían repartido la entidad. Capos como Felipe “El Indio” Lagunes, Toribio Gargallo, Luis Mendoza Rivera y otros actuaban con gran impunidad en el norte, centro y sur del estado. Cirilo Vázquez Lagunes inició su cacicazgo en la región de Acayucan. Y varios alcaldes priistas fueron ejecutados, entre ellos, Pedro Manterola Rojas, de Martínez de la Torre, y Juan Barradas, de Actopan.
Ya la historia se encargará de ubicar al ex gobernador en su justa dimensión.
Descanse en paz Don Agus, como popularmente le decían.

ACLARACIÓN

Como siempre, en un tono muy amable, nos llamó ayer Gina Domínguez Colío, directora general de Comunicación Social del Gobierno del Estado, para hacernos la pertinente corrección de que el gobernador Javier Duarte de Ochoa no asistió el sábado 9 a la ciudad de Toluca a la ceremonia de toma de protesta de Eruviel Ávila como candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México.
Según nos aseguró la funcionaria estatal, ese día el mandatario veracruzano habría tenido reuniones privadas y posteriormente habría asistido a una fiesta nupcial.
Domínguez Colío, a quien conocemos desde la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la UV, en cuya generación 1979-1983 coincidimos, es una profesional seria y honesta, que siempre se ha caracterizado por cumplir y tratar de hacer su trabajo de la mejor manera.
Su lealtad al gobernador Duarte y su institucionalidad al gobierno que éste encabeza están fuera de toda duda.
Sin embargo, en esta ocasión la versión que le dieron no coincide con la del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, en cuyo portal de internet se encuentra aún el comunicado oficial número 054–2011, fechado en Toluca, Estado de México, el sábado 09 de abril de 2011, en el cual se hace la reseña de este evento priista y textualmente se consigna que “durante la sesión, estuvieron presentes los gobernadores de Yucatán, Ivonne Ortega; Hidalgo, Francisco Olvera; Aguascalientes, Carlos Lozano; Chihuahua, César Duarte; San Luis Potosí, Fernando Toranzo; Veracruz, Javier Duarte; Zacatecas, Miguel Alonso Reyes”, y que “también asistieron los mandatarios estatales de Campeche, Fernando Ortega; Querétaro, José Eduardo Calzada; Durango, Jorge Herrera Caldera y Quintana Roo, Roberto Borge Angulo”.


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