Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
2011-04-14 | 22:04:33
* DESEMPATE

En 1996, un año antes de que dejara la Secretaría de Gobierno para irse a presidir por segunda vez consecutiva el Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI que ya había dirigido en la sucesión estatal de 1992, Miguel Ángel Yunes Linares promovió una consulta democrática que, entre otras sorpresivas reformas –como por ejemplo la inducida autonomía de la Universidad Veracruzana–, buscó empatar las elecciones de Ayuntamientos con la de Gobernador y Diputados locales.

En 1997 las administraciones municipales electas todavía ejercieron funciones por un trienio, pero las siguientes abarcaron el periodo 2000-2004, por lo que hace siete años coincidió por primera vez la sucesión gubernamental con la conflictiva elección de ediles.

El argumento oficial fue que se buscaba organizar al mismo tiempo las tres elecciones en un solo proceso para evitar dispendios y reducir el gasto electoral.

Sin embargo, entre algunos fidelistas siempre existió la sospecha de que el secretario de Gobierno del régimen chirinista habría maniobrado deliberadamente –pues él aspiraba a ser candidato del PRI a gobernador en 1998, por lo que su reforma le complicaría el escenario a los futuros aspirantes priístas a la gubernatura, entre ellos a su más odial rival político, Fidel Herrera Beltrán, quien desde 1992 buscaba encartarse para el gobierno de la entidad–, ya que en la sucesión estatal de 2004 lo que más le descompuso la elección al senador cuenqueño fue precisamente la selección interna de abanderados del partido tricolor a las 212 alcaldías.

Tan es así que al inicio de su campaña para suceder al gobernador Miguel Alemán Velasco, Herrera arrancó con más de 20 puntos porcentuales de ventaja en las preferencias electorales sobre Gerardo Buganza Salmerón, del PAN, y Dante Delgado Rannauro, de la alianza PRD-PT-Convergencia; sin embargo, al final, el priísta ganó la elección con un apretado margen de apenas 25 mil votos de diferencia.

Ahora el gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien también le complicó su elección el proceso municipal –aunque en menor medida, pues a pesar de la desbandada de militantes priístas al PAN, el joven ex secretario de Finanzas y Planeación todavía logró vencer a Yunes Linares por 80 mil votos de ventaja–, acaba de enviar una iniciativa de reforma constitucional a la LXII Legislatura local para ampliar a cuatro años de manera permanente los periodos de los Ayuntamientos electos a partir del proceso electoral del año 2013.

En su exposición de motivos, el titular del Poder Ejecutivo estatal señala que con esta reforma se logrará una mejor y correcta planeación en la emisión de los Planes de Desarrollo Municipal, en virtud de que se incluirán en los mismos los objetivos, redacción de programas, métodos y procedimientos adecuados y con tiempos suficientes y acordes, en beneficio de los veracruzanos, cuyo cumplimiento es de gran interés e importancia en las administraciones municipales.

Por ello, expone que en el caso de la indiscutible diversidad de los 212 municipios veracruzanos, las previsiones sobre el periodo de gobierno asumen una importancia fundamental, puesto que la resolución de los asuntos municipales hace que no sea lo mismo un municipio de montaña que uno de costa o de llano.

El municipio es la base de la organización política y administrativa del Estado cuya fortaleza está ligada a aquél y por tanto toda gestión que se haga para robustecer las capacidades y la efectividad de los gobiernos municipales consolidará la capacidad de respuesta del Gobierno de Veracruz, para promover e impulsar las mejores condiciones de desarrollo y bienestar social.

Debido a estas consideraciones, el gobernador Duarte propone una modificación estructural para elevar a cuatro años el periodo de ejercicio de los ediles veracruzanos, con el firme propósito de contribuir a fortalecer el desarrollo de administraciones más eficientes e informadas que se traduzcan en una actitud profesional para la prestación de los servicios públicos municipales y la atención del común municipal.

En consecuencia –dice– “encuentro la necesidad de reformar el texto constitucional en materia local, reforma que debe ser de fondo y acorde a los nuevos tiempos para lograr así una verdadera adecuación de la administración municipal, a través de una pluralidad de aspectos que atienda a su gobierno, política y administración.

“Para ese fin se debe ejercitar un dinamismo legal, en virtud del aumento de la población y el crecimiento de la actividad económica, entre otros factores, que traen como consecuencia nuevos problemas en la sociedad.

“En ese marco es mi función velar por la prosperidad de los veracruzanos y por ello propongo la modificación del artículo 70 de la Constitución del Estado, mediante la reforma de su párrafo primero; pero tomando las medidas convenientes de derecho transitorio para no afectar los actuales periodos trianuales, y proponiendo la implantación de los periodos cuatrianuales de gobierno municipal en el derecho constitucional veracruzano, a partir del primero de enero de 2014.”
Si la mayoría calificada de los 50 diputados locales decide aprobar esta propuesta del titular del Poder Ejecutivo del estado, entonces las próximas administraciones municipales ejercerán funciones de enero de 2014 a diciembre de 2017, por lo que la elección de los nuevos Ayuntamientos para el siguiente periodo (2018-2022) ya no coincidirá con los comicios para la gubernatura.

Quién sabe, en la sucesión estatal de 2016, quién irá a ser el candidato del PRI a gobernador de Veracruz, pero el que resulte afortunado seguramente le va a expresar a Javier Duarte la mismas palabras que solía repetir el inolvidable “Samurai de la canción”, don Pedro Vargas: “Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido…”

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