Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
2011-04-13 | 21:54:25

* POBRE MERLÍN

Ahora que presentó oficialmente su Plan Veracruzano de Desarrollo, el gobernador Javier Duarte de Ochoa impactó por sus ambiciosas metas en materia de desarrollo social, pues se ha propuesto abatir el 50 por ciento de la pobreza.

Pero la gran interrogante es con quién lo va a conseguir el mandatario estatal.

La pregunta se hace porque acaba de trascender que, por ejemplo, en la Secretaría de Desarrollo Social que encabeza el ex alcalde de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel Montiel, les acaban de decir “ciao” a 40 empleados que desde hace dos sexenios venían operando y haciendo el verdadero trabajo de campo en la Coordinación de Programas Especiales de la Sedeso.

Pero esta área de dicha dependencia estatal fue prácticamente condenada al fracaso desde que a Montiel se le ocurrió proponer como coordinadora a la ex alcaldesa de Cosoleacaque, Gladys Merlín Alor, su ex compañera en el Congreso local.

Y es que más que pensar si ella era la que mejor labor podría realizar en la Coordinación de Programas Especiales, tal pareciera que Montiel se inclinó por la doctora Merlín para ponerla a buen resguardo de las nuevas autoridades municipales de extracción panista que actualmente gobiernan Cosoleacaque.

Tanto Montiel como la señora Merlín han sido señalados públicamente de haber dejado un desastre financiero en las administraciones municipales que presidieron de 2007 a 2010.

Ahora ambos tienen fuero político como funcionarios estatales, aunque el costo de su impunidad deberán pagarlo el resto de los veracruzanos, cuyos índices de desarrollo social y humano son de los más bajos en el nivel nacional.

Y es que las expectativas de crecimiento en esta materia no son muy altas con funcionarios que como la doctora Merlín deben operar los programas y las actividades de índole social en las regiones más vulnerables del estado.

La Coordinación de Programas Especiales, por ejemplo, es el área eminentemente social de la Secretaría a cargo de Montiel. Es la que cuenta con viveros tecnificados y tradicionales para producción de planta forestal para clima templado y frío; invernaderos de tomate, producción de peces en estanques, aves de corral, apiarios, además de contar con producción en viveros de mangle para la reforestación de las zonas costeras.
Todos estos programas de la Sedeso estatal los conoce ampliamente el gobernador Duarte, ya que precisamente cuando fue diputado federal estableció contacto con el personal que manejaba dichos proyectos, los cuales están ubicados en las regiones de la sierra de Zongolica, la sierra de Santa Martha, la región Huasteca, el Totonacapan y las faldas del Pico de Orizaba.

Otro de los funcionarios cuestionados es Alejandro Iván Baquedano Sánchez, subsecretario de Desarrollo Social, quien el sexenio pasado estuvo a cargo en Veracruz del programa federal “Oportunidades”. Pero en vez de disminuir, la pobreza creció en la entidad.

La semana anterior, el gobernador Duarte signó un excelente convenio de colaboración por 800 millones de pesos con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas a cargo de Xavier Abreu Sierra. Estos recursos federales están etiquetados para obras hidráulicas, educativas, de vivienda y para proyectos productivos, con el propósito de sacar de la marginación a las comunidades indígenas del estado.

Pero a casi una semana de este acto protocolario, la dependencia de Montiel, Baquedano y Merlín no ha informado aún qué tipo de acciones van a emprender para la atención de las zonas vulnerables de Veracruz.

De hecho, la Coordinación de Programas Especiales se encuentra en una especie de parálisis desde el 21 de diciembre de 2010, cuando asumió su titularidad la ex alcaldesa priísta de Cosoleacaque, quien nunca se preocupó por el Presupuesto 2011 para la Coordinación, es decir, de su Programa Operativo Anual (POA). Solamente se concretó a visitar su oficina de la calle Pablo Frutis una vez por semana y por espacio de dos horas. Los días lunes o martes llega a Xalapa, y el jueves o viernes regresa a Cosoleacaque, porque los sábados estudia la carrera de Derecho en una universidad de la zona sur.

Según la opinión de sus subordinados, ello sólo demuestra su desinterés o ignorancia sobre lo que le encomendaron hacer.

Salvo en la única plática que sostuvo en enero pasado, cuando le mencionó a todo el personal que no se preocupara por el empleo, que todos estaban contratados, que habría continuidad y que ella se encargaría junto con la Unidad Administrativa de tramitar su sueldo correspondiente al mes de diciembre y el aguinaldo, ya que no les han pagado hasta hoy dicha prestación, hizo un drama comentando que eso no se debía hacer con el personal que trabaja y les dijo que no se preocuparan, que ella resolvería este asunto.

Es más, aseguran que mencionó que cómo era posible que aguantaran tanto, que si acaso “no saben ustedes el dicho de Fidel –refiriéndose al ex gobernador Herrera–: ‘El que no chilla no mama’ ”.

Pero los días transcurrieron y la doctora Gladys, después hacer listas de guardias para días festivos pasados y por venir, cuando su personal ha estado cuatro meses esperando se decida plenamente a trabajar, ahora les acaba de decir que no hay recursos y que no les puede pagar lo que va del año. “No hay ningún compromiso y no me importa lo que digan. Y si quieren vayan a la prensa, a mí no me hacen nada y no me da ningún miedo. Aquí concluye nuestra relación y no me molesten. Si desean saber más vean al jefe del Administrativo”, les acaba de recetar tremenda filípica en la víspera de la Semana Santa.

Según versión de algunos empleados despedidos, a la funcionaria, quien se ufana de creer mucho en Dios, le temblaba la voz de coraje y hacía ademanes de enojo hacia los que tuvieron la suerte –¿o la desgracia?– de quedarse a seguirle sirviendo.

La doctora Merlín ha despedido a casi todo su personal de oficinas y campo, pero en cambio ha llevado a tres personas: a un abogado de apellido De La Rosa Primo, al que acomodó como jefe del Jurídico de la Coordinación, quien litiga en esa oficina y despacha sus asuntos personales, ocupando el lugar de otro trabajador que en enero dieron de baja para ocupar una plaza; a una joven de nombre Guadalupe Reyes, y a un tal Maximiliano, cuyos ex compañeros dicen que “sólo hacen horas-nalga en la sala de espera porque ni fotocopias sacan”.

Para colmo, como segundo de Merlín fue nombrado subcoordinador el ex alcalde de Tequila y ex diputado Ignacio Valencia Morales, quien percibe un sueldo de 29 mil pesos mensuales.

Valencia es otro cacique de pueblo, ex compañero del secretario Montiel y de la doctora Merlín en la LX Legislatura local. Pero también es hermano de Jesús Valencia Morales, actual alcalde de Tequila y primo-hermano del ex alcalde y ex diputado Mario Zepahua Valencia. Este cacique camionero de la sierra de Zongolica es hermano de la doctora Leticia Zepahua, quien al igual que su esposo también gobernaron ese municipio serrano.

Nacho Valencia, además, cuenta en la región con una empresa constructora que ya en pasadas administraciones municipales y estatales realizó obras públicas, sobre todo durante su desempeño como legislador local y federal.

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