* A los 115 días evaluación de Duarte
* Nadie se va pero inicia el conteo
* EN LA LINEA. Sacudida a taxistas

Exactamente a los 115 días de transcurrido el gobierno de Veracruz que encabeza Javier Duarte de Ochoa hizo una reunión de trabajo para evaluar el estado de su equipo de colaboradores.
En dicha cónclave celebrada la semana anterior les hizo sendas recomendaciones. Algunas de ellas basadas estrictamente a un mayor rendimiento y dedicación en lo que les corresponde.
Así, con todos los secretarios de despacho y los representantes de 50 organismos el Ejecutivo pidió también ser mesurados con sus declaraciones a los medios y no caer en estridencias innecesarias.
No fue sin embargo, igual que en el senxenio anterior que se aplicó la Ley Mordaza desde el principio de la administración.
Pero sí Duarte hizo incapié para que los funcionarios de su gabinete se alineen y no anden desatados por allí hablando de tal o cual cosa.
Ante los rumores de las posibles salidas de algunos de los secretarios de su administración tuvo que salir al quite y acabar con la rumorología.
Cuentan que el gobernante aseguró que por el momnto nadie se iba, que se acallaran las voces que pretendían desestabilizar a su gobierno, que por el momento nadie dejaría su cargo.
Pero no desaprovechó la oportunidad para darles a los funcionarios un llamado de atención. Palabras más o menos, exhortó a laborar sin excusas, pues ya no se podía argumentar que apenas estaban conociendo sus funciones, ya que habían transcurrido más de cien días.
Uno de los secretarios era entonces blanco de la rumorología. Pero con el anuncio del gobernador de que nadie se iba al momento, volvió la calma y se terminó con la tensión y la zozobra de algunos de estos.
También hizo dos elogios. Solamente dos.
El hecho llamó la atención porque a uno de ellos no es un cargo muy relevante, sin embargo, la expresión de Javier aDuarte levantó ámpula.
Se trató del reconocimiento para la coordinadora de Comunicación Social, Gina Domínguez Colío y el otro, el director del Instituto Veracruzano del Transporte, Carlos Demouner Pitol.
Los presentes se quedaron pasmados, pues no se esperaban tan solo que hiciera públicamente un reconocimiento, sino que este tipo de organismos recibieran el espaldarazo en pleno del Ejecutivo.
El llamado estuvo sin duda acorde a las necesidades que tiene el estado que enfrenta un nuevo gobierno con un arranque crítico, principalmente en lo económico.
Pero tal parece que los funcionarios del duartismo han pasado la primera prueba.
Fue por ejemplo la reducción del gasto corriente en cada una de las dependencias. El reto se cumplió y rápidamente, el proceso llevado de la mano por el Contralor Iván Lopez Fernández fue concretado por todas las entidades del gobierno.
Esto implica según el presupuesto de más de 80 mil millones de pesos que habría una reducción de 20 mil millones al finalizar el año, pero como se trata solo del gasto público, es decir nómina principalmente y gastos en viáticos, insumos y adquisiciones similares, entonces es una cantidad menor, un tanto dificil de precisar.

EN LA LINEA
Aseguran que los líderes de las distintas organizaciones de taxistas en la conurbación siguen temblando tras el serio llamado del que fueron objeto el pasado fin de semana.
Se trata de la petición enérgica para que dejen de inmiscuirse en manifestaciones y protestas ajenas a su trabajo.
Que no se sumen al lado contrario de las acciones del gobierno para proteger a la sociedad veracruzana sino al contrario, en favor de cuidar y velar por los intereses de la misma.
Veladamente se les sugirió que están a nombre de decenas de organizaciones frenadas en la dirección de Tránsito y Transporte, cientos y hasta miles de concesiones del servicio de alquiler, las cuales podrían ser “congeladas” en perjuicio de los agremiados taxistas que las solicitaron.
Cuentan que tras este exhorto todavía se comenta entre los dirigentes esta advertencia de la primera autoridad y la molestia crece entre los hombres del voltante que sienten el legítimo derecho a aspirar por unas placas ya que por culpa de sus representantes están a la espera aún quien sabe por cuanto tiempo, de un beneficio para toda su vida.
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