* Se destapan priistas por la Federal
* Todos quieren en la conurbación
* El electorado puede dar el revés
No cabe duda que el fenómeno político que se produce entre la militancia y los actores de los distintos partidos es algo común cada vez que determinado instituto político se recupera y obtiene triunfos.
Cuando la marca se posiciona ya sea en alcaldías o diputaciones, existe una avalanza de aspirantes por dicho partido. Tan solo en las pasadas elecciones para alcaldes pasadas, en el municipio de Tlalixcoyan hubo 14 precandidatos a alcaldes por el PRI.
Esto viene a referencia porque es un comportamiento similar que se produce en otros distritos o zonas, según sea el caso.
Así, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río se presenta sin duda este fenómeno porque es gobernada una vez más por dos gobiernos priistas, pues la última referencia data de hace 17 años, y por ende se ha dado una efervescencia importante de cara al 2012.
Y es que la elección que sigue vendrá a ser una especie de referendum a las administraciones que encabezan Carolina Gudiño Corro y Salvador Manzur Díaz.
Sobre todo porque está demostrado que en esta región de la entidad existe un electorado pensante y exigente que ha sido beneficiado con obras en los últimos gobiernos, pero que cada vez demanda más servicios y acciones, por lo que es capaz de buscar nuevas alternancias cuando no se satisface por completo las necesidades.
Es decir la labor de los dos munícipes está bajo la lupa y será la garantía o la debacle para que el PRI siga manteniendo su hegemonía.
Ademas a diferencia de otros alcaldes, los dos ex diputados federales están ocupados por hacer buenos gobiernos pero sin duda y aunque lo nieguen, se preocupan por la operación política así que sin duda tendrán mucha injerencia al momento de que se elegirá al abanderado a una curul en San Lázaro.
SE MUEVEN POR LA FEDERAL
Es así que al menos en la demarcación XII hay dos prospectos visibles que se empiezan a mover, uno de ellos sin el consentimiento de Palacio de Gobierno.
Y es que por un lado aparece el dirigente priista Oliver Aguilar Yunes que sigue como si anduviera en campaña, luego de que perdiera la diputación local el año pasado.
Ahora se mantiene en la colonia donde realiza gestorías, da conferencias de prensa a menudo y hasta se acuerda del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, con tal de ganar espacios en los medios de comunicación impresos, electrónicos y digitales.
Tiene el inconveniente de que trae algunas fricciones con la alcaldesa Carolina Gudiño y su nombramiento fue realizado por el ex dirigente estatal priista, Ranulfo Marquez Hernández, sin tener el aval del primer priista de la entidad.
La otra opción es la directora del DIF porteño Angela Pereda Gutiérrez, quien parece tener “luz verde” de la presidenta municipal para promoverse usando su cargo y los programas sociales, aunque todavía no cuenta con el visto bueno de Palacio de Gobierno.
Mientras que para el distrito IV, que comprende Veracruz y Boca del Río, ya hay algunos prospectos del PRI que se empiezan a mencionar como precandidatos a diputados federales.
Entre ellos se encuentran el delegado de la SEV, Raúl Díaz Diez y el subsecretario de la Secom, Raúl Zarrabal Ferat, quienes son las opciones más viables para el priismo porque tienen trabajo político realizado desde que ambos eran regidores.
No obstante, últimamente han mostrado aspiraciones el director del Cobaev, Antonio Ferrrari Cazarin y el recién ungido dirigente del PRI, Jorge Reyes Leo.
Estos dos últimos son alentados por sus respectivos padres, Ramón Ferrrari Pardiño y Jorge Reyes Peralta, quienes todavía creen que tienen fuerza para imponer sus condiciones como lo hacían en el sexenio fidelista. Y no dejan crecer a sus vástagos con luz propia.
Un caso que se ha mencionado en últimos días es el del ex convergente y actual secretario de Comunicaciones, Guillermo Herrera Mendoza, quien se ha apuntado para buscar la candidatura aún y cuando esta demostrado, sobre todo en Boca del Río, que la militancia no apoya los abanderado externos y el ejemplo más claro fue el del ex panista, Adrian Avila Estrada.
Sin duda que la propuesta del diputado José Francisco Yunes Zorrilla, Presidente de la Comisión de Desarrollo Social del Congreso federal es congruente.
Este miércoles presentó un proyecto de Decreto para reformar diversos artículos a la Ley General de Desarrollo Social, entre los cuales se contempla la creación de un padrón único de beneficiarios de los programas sociales, ampliar la definición de zonas de atención prioritaria y asegurar la autonomía de gestión del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Seguro que esto no le va a gustar al PAN, porque es una de las herramientas electorales del gobierno federal, según lo que el mismo PRI ha denunciado.
Aunque Yunes Zorrilla dice que con estas modificaciones lo que se pretende es evitar duplicidades y transparentar el destino de los recursos públicos; con el artículo 30 se busca ampliar la definición de zonas de atención prioritaria con el objeto de permitir la inclusión de más municipios a los programas sociales y con las reformas a los artículos del 80 al 82 se quiere generar las condiciones para garantizar plena autonomía de gestión y presupuestaria al CONEVAL, fortaleciendo la coordinación con las entidades federativas, particularmente en el diseño y evaluación de los programas asistenciales.
Veremos el descenlace en el Congreso.
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