Cuenta regresiva
Esta columna es la primera parte de una serie de estudios cientÃficos e históricos sobre las profecÃas mayas de lo que ocurrirá el sábado 22 de diciembre del próximo año. Por razones obvias el autor recomienda guardar este escrito para tener fundamentos y conocimientos ciertos sobre este evento.
José Arguelles, doctorado en la universidad de Chicago, de ascendencia mexicano-norteamericana, autor de varios libros relacionados con las culturas antiguas, estudioso del calendario maya y autor del libro más vendido el El factor maya (1987) es la persona más autorizada sobre las polémicas y ahora famosas profecÃas mayas, sobre lo que acontecerá en el mundo a finales del año próximo.
Lo que sucede en la actualidad parece comprobar que los tiempos apocalÃpticos ya están presentes. Vivimos tiempos de guerra, cambios climáticos que provocan grandes calamidades, desastres naturales más comunes y el deterioro del comportamiento individual y social de los seres humanos.
De acuerdo a la cronologÃa maya, Adrián Gilbert y Maurice Cotterell, autores del libro Las profecÃas mayas, la era actual comenzó el 12 de agosto del año 3114 a.C. y terminará el 22 de diciembre del 2012 d.C. En ese momento la tierra, como la conocemos, será destruida por terremotos catastróficos.
La tercera profecÃa dice que una ola de calor aumentará la temperatura del planeta produciendo cambios climatológicos, geológicos y sociales, en una magnitud sin precedentes, y a una velocidad asombrosa.
En la sexta profecÃa maya dice que en los próximos meses aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre.
Según la primera profecÃa maya el mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo. En este dÃa la humanidad tendrá que escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo, comprendiendo y tomando conciencia de que todo esta vivo, que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva era de luz.
Los mayas predijeron que ese sábado el sol cambiará su polarización y producirá una gran llamarada. La humanidad deberá estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron abierta los mayas.
En la séptima profecÃa maya habla del momento en que el sistema solar, en su giro cÃclico, sale de la noche para entrar en el amanecer de la galaxia. Dice que los trece años que van desde 1999 a 2012, la luz emitida desde la galaxia sincroniza a todos los seres vivos y les permite acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades, que todos los humanos tienen la oportunidad de cambiar y romper sus limitaciones, recibiendo el nuevo sentido: la comunicación a través del pensamiento. Encontrarán su estado de paz interior, elevando su energÃa vital, llevando su frecuencia de vibración interior del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento y con él florecerá el nuevo sentido.
La capacidad de leer el pensamiento entre los hombres revolucionará totalmente la civilización, desaparecerán todos los lÃmites, terminará la mentira para siempre porque nadie podrá ocultar nada, comenzará una época de transparencia y de luz que no podrá ser opacada por ninguna violencia o emoción negativa; desaparecerán las leyes y los controles externos como la policÃa y el ejército, pues cada ser se hará responsable de sus actos y no habrá que implementar un derecho o deber por la fuerza. Se conformará un gobierno mundial y armónico con los seres más sabios del planeta, no existirán fronteras ni nacionalidades, terminarán los lÃmites propuestos de la propiedad privada y no se necesitará el dinero como medio de intercambio; se implementarán tecnologÃas para manejar la luz y la energÃa y con ellas se transformará la materia reproduciendo de manera sencilla todo lo necesario, poniendo fin a la pobreza de siempre.
Aparecerá un súper sistema inmunológico que eliminará las vibraciones bajas del miedo producidas por las enfermedades, prolongando la vida de los hombres: la nueva era no necesitará del aprendizaje del contraste inverso producido por las enfermedades y el sufrimiento que caracterizaron miles de años de la historia.