Y los priistas veracruzanos se pusieron a temblar.
A principios de la semana pasada se había decidido en Los Pinos que el nuevo Procurador de la República fuera el licenciado Miguel Ángel Yunes Linares.
El presidente Felipe Calderón había determinado que el ex candidato de Acción Nacional al gobierno del estado de Veracruz debiera ser el próximo abogado de la nación.
La consulta para empezar los trámites ante el Poder Legislativo fue hecha entre otros senadores, con el líder de la fracción priista, Manlio Fabio Beltrones, el tema le causó más que una seria preocupación. Si el hombre de Soledad de Doblado llegaba a ese cargo no había la menor duda que su primer acto sería iniciar toda clase de procesos para refundir en prisión al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Haría Yunes Linares realidad el lema de su campaña electoral del año pasado.
Como dice el político cuenqueño, con media daga enterrada con las 22 denuncias que actualmente tiene, sería sencillo para Yunes Linares profundizar en un inmediato enjuiciamiento.
Fueron largas noches de insomnio del ex gobernador veracruzano ante la posibilidad de este inminente arribo del tenaz enemigo político. Una pesadilla que se materializaba.
La petición presidencial tenía que pasar por el cedazo de la Cámara de Senadores. Donde el PAN cuenta con una mayoría, por lo que resulta inexplicable que sea el priista sonorense Beltrones el que engañosamente tenga el control.
Los senadores del PRD y Convergencia al parecer algunos se opondrían y podrían bloquear el arribo del choleño. Pero no se puede contar con ellos, si se trata de hundir al PRI. La izquierda estaría más que puesta.
De antemano se sabía que la mayoría de los senadores priistas rechazarían esa designación por las graves implicaciones electorales que tendría la acusación en contra de Fidel Herrera, ya que se trata de una de sus figuras políticas más representativas. Un quebranto penal de esta naturaleza provocaría un desastre nacional para el proyecto de recuperar Los Pinos en el 2012 para el partido tricolor.
El escándalo mediático sería de antología.
Podía ser el tema preferido de la campaña presidencial de todos los partidos políticos para denostar al candidato tricolor.
Los profesionales del Derecho están prestos a usar sus juramentos para abusar de la mentira.
Lo indescriptible e inimaginable de esta formal petición presidencial es que fueron los propios legisladores del PAN, los que se opusieron al nombramiento del licenciado Miguel Ángel Yunes Linares y rechazaron remover de la Procuraduría General de la República al licenciado Arturo Chávez Chávez. Gente cercana y plenamente identificada con el Jefe Diego Fernández de Cevallos aunado al influyente grupo panista que representa el político que ha durado más tiempo secuestrado.
Poderosos intereses de todo tipo de los políticos panistas se movieron la semana pasada en el rechazo del veracruzano.
Ciertos resentimientos políticos operaron en contra del deseo de Felipe Calderón. No olvidan los funcionarios azules dolosas acciones del personaje propuesto cuando militaba como priísta.
La clase política de México de diferentes partidos políticos guarda alguna recelosa enemistad en contra del choleño. Ciertas ofensas y animadversiones que no se han olvidado.
Tampoco se descarta que miembros de la cúpula priísta veían con agrado y cierta suspicacia la tramoya que sumiría en la adversidad a Herrera Beltrán y lo obligarían a un retiro político de por vida. Los enemigos de siempre que él protegió y los apoyó durante su administración.
Para fortuna de Fidel Herrera, la noticia del inminente nombramiento de Yunes Linares no trascendió, por lo que la maquinación del “fuego amigo” de sus ex colaboradores y protegidos no tenía el menor sustento.
Lo único cierto de este importante y frustrado nombramiento es que el presidente Felipe Calderón está firmemente interesado en darle al licenciado Yunes Linares una destacada posición dentro de su gobierno.
Y esto puede ocurrir en cualquier momento.