En la pasada reunión con el secretario de Gobernación, José Francisco Blake, al presentar el gobernador Javier Duarte de Ochoa a los invitados de las mesas de honor. Tuvo la inapreciable gentileza de referirse al editor de este medio impreso, licenciado José Robles Martínez, como “el orgullo de Veracruz, por ser el mejor periodista”.
Por la noche de ese mismo día, con motivo del evento que confrontara una de las propietarias del periódico “El Dictamen”, durante la conversación que sostuviera con Robles Martínez le ratificó su expresivo sentimiento a este arquetipo de superación.
Dentro de este oficio no existe la menor duda de que la egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Carmen Aristegui, es la figura nacional que mejor representa a lo más excelso del ideal periodístico.
Durante varios meses estuvo el rostro de esta excelente entrevistadora en grandes espectaculares y en desplegados periodísticos con la siguiente leyenda: “Carmen, libre como nunca”. Esta publicidad como se anunciaba con gran bombo y platillo, como la nueva contratación de la cadena de radio MVS.
Al iniciar la presente semana, esta misma empresa, que con gran orgullo manifestaba su respeto por la libertad de expresión, en un comunicado publicado en su portal electrónico daba a conocer que había terminado su relación laboral con la periodista Carmen Aristegui, porque se había negado a dar una disculpa pública sobre un comentario hecho sobre la pancarta mostrada en la Cámara de Diputados por un grupo de legisladores del Partido del Trabajo, que decía: ¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No verdad? ¿Y para qué lo dejas conducir al país? No es algo que haya inventado la comunicadora. Se había exhibido en todos los noticieros y era más que del dominio público.
El pretexto más baladí fue utilizado por la empresa de Joaquín Vargas Gómez. El boletín fue el siguiente: “El pasado viernes cuatro de febrero, dio por válida una presunción transgrediendo nuestro código ético y al negarse a ofrecer, como lo solicitó la empresa, una disculpa pública, decidimos dar por terminada nuestra relación contractual”.
Más simple hubiera sido que los dueños de esta empresa que se iniciara con Stereo Rey, dijeran que ante el temor de que nuestra concesión pudiera tener algún problema en un futuro, decidimos terminar con el periodismo crítico y pleno de libertad que ejercía Carmen Aristegui.
Son empresas que apuestan al silencio o la autocensura como única forma de sobrevivencia sexenal acallando las voces críticas y los temas incómodos.
Empresarios de la comunicación que se encuentran a sí mismos, porque no son periodistas.
Por otra parte, la cadena más importante de radio y televisión del planeta, la CNN, que opera en la ciudad de Atlanta, manifestó su apoyo y aclaró “queremos asegurarle a nuestro público que va a mantener a la periodista Carmen Aristegui en su programa nocturno con nosotros”.
El historiador mexicano, Luis García Pimentel afirmaba a principios del siglo pasado: “El periodismo subvencionado no puede comprender que un servicio puede hacerse desinteresadamente, acostumbrados, como están, a vender su independencia y su dignidad”.

Enfermo don Oscar Aguirre

Muy delicado se salud se encuentra el abogado Oscar Aguirre López, distinguido funcionario con una larga trayectoria en el servicio federal. Durante la administración del presidente Luis Echeverría operó como Director Jurídico de la Secretaría de Comunicaciones, fue diputado federal por el distrito de Acayucan, Procurador General de Justicia del estado de Veracruz y notario público del puerto de Veracruz.
Originario de Otatitlán, que como buen cuenqueño se convirtió en un misionero de la amistad. Durante sus años en la ciudad de México, trabajó directamente con los altos directivos de Televisa y del ADO.