Hay ciertas coincidencias que pareciera que configuran un plan manejado ex profeso para fijar posiciones en la lucha contra la corrupción; tanto del Gobierno Federal de Felipe Calderón como la administración estatal de Javier Duarte.
En ambos casos se logró la atención de los medios. Por el lado federal la denuncia de la Secretaría de Función Pública en contra de empleados de Pemex y a nivel local la captura de ediles que desviaron recursos públicos.
En el primer caso una espectacular multa de más de cinco mil millones de pesos por haber arrendado con un sobreprecio barcos de empresas nacionales.
En Veracruz, acusaciones a funcionarios municipales de 33 ayuntamientos por el desvío de recursos de casi mil millones del erario público.
Pasaban los sexenios y nunca se había perseguido a servidores públicos de la Federación como tampoco del estado.
Se estima que en ninguno de los casos podrán pagar las multas o resarcir los daños, ya que en Pemex son funcionarios menores y en Veracruz se trata de municipios pequeños.
Si se hubiera actuado desde un principio, la PGR en Pemex encontraría que estaban inodados los hijos de la señora Martha Sahagún. En aquel entonces figuraba como director de Refinación, el ahora senador Juan Bueno Torio. En el año 2006 se cerró el expediente y en aquella ocasión no había delito que perseguir. Puras blancas palomas.
Ahora se abre el mismo expediente y descubren que sí hubo colusión de los empleados, sí hubo sobreprecio y hubo un gran daño patrimonial.
La pregunta que existe en Veracruz. ¿Se perseguirá a ediles de los municipios importantes? ¿O seguirá el ejemplo de Pemex?


Plan de seguridad
Desde la época de candidato a la gubernatura veracruzana, Javier Duarte de Ochoa, planteó la creación de la Fiscalía General del Estado, en lugar de la Procuraduría General de Justicia del Estado, y cuyo titular no podría ser removido por el gobernador sino por el Congreso del Estado. Se transformaría la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) en la policía científica, con un cuerpo de investigación y persecución de delitos.
“Veracruz será el mejor lugar para vivir”, aseguró Duarte de Ochoa, al fijar su estrategia de seguridad, en donde la legalidad, la vigencia del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos se harán presentes y no al miedo.
Entre estas pautas, el procurador Reynaldo Escobar ha creado con su personal una cultura de la legalidad y al mismo tiempo una estrategia para atacar de raíz las causas de todo tipo que provocan la violencia e inseguridad.
En aquel proyecto de Duarte de Ochoa planteó el control y vigilancia de los cuerpos policíacos, que incluía la capacitación, mejores sueldos y prestaciones. Con ello se evitaría la corrupción y la ilegal búsqueda de ingresos adicionales.



El verano ardiente
El cambio climático se ha convertido en un tema preferencial cuando se advierten los graves riesgos que se corren sobre la sobre vivencia de la humanidad en el planeta tierra.
En los diversos foros organizados por gobiernos y organismos civiles, han llegado a la conclusión, que las temperaturas cada vez serán más altas. Hay escenarios que determinan que en este siglo habrá incrementos hasta de cinco grados centígrados. Las enfermedades tropicales que existen en las zonas bajas de Veracruz emigrarán hacia las montañas.
En ciudades que disfrutaban de días frescos van a ser tan calurosos como los días de intensas temperaturas. Poblaciones de la Cuenca del Papaloapan que registran en el verano arriba de los 40 grados centígrados tendrían que soportar los cincuentas.