Hay malas noticias para la industria azucarera de Veracruz, la zafra que se iniciará a fines de año se verá afectada, por las inundaciones de los campos cañeros provocadas por los huracanes Karl y Mathew.
La Secretaría de Economía del Gobierno Federal anunció nuevas importaciones de azúcar para mantener abastecido el mercado nacional y evitar el aumento de los precios que afecten a los consumidores. Por la importancia que reviste esta actividad en el campo veracruzano estará gravemente expuesto a problemáticas situaciones explosivas que afectarán seriamente la paz y tranquilidad de ese importante sector altamente sensible que es fácilmente manipulable por sus líderes que saben comerciar estos movimientos sociales.
Argumentos sobran por el ancestral abandono en que se ha mantenido a este sector. Suman decenas de miles de veracruzanos que han abandonado sus parcelas en búsqueda de una vida mejor en los suelos extranjeros.
El Departamento de Agricultura De Estados Unidos considera que la producción de azúcar en México se verá afectada por el bajo rendimiento en campo y fábrica.
Los aumentos de producción de azúcar son producto de una mayor superficie de caña sembrada y no por su eficiencia para obtener mejores rendimientos.
Dentro del equipo del gabinete de Duarte de Ochoa no se vislumbra la persona idónea para sortear la grave situación que se avecina, el licenciado Tomás Carrillo, secretario de Desarrollo Agropecuario, es un buen abogado, nada tiene que ver con la visión de un pasante de la Escuela de Agricultura de Chapingo para que crezca el campo y revertir la balanza comercial deficitaria que disminuya los actuales niveles de importación de alimentos y convertirnos en exportadores de productos agrícolas.
Con la fortaleza y las riquezas naturales de Veracruz es para que la entidad fuera el granero de la nación que vislumbraba el presidente Adolfo Ruiz Cortines. El Plan de Desarrollo debe impulsar el progreso rural para terminar con la pobreza de cientos de miles de veracruzanos.
Por razones obvias el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán apostó gran parte de su capital político y económico hacia la industria azucarera. El ser originario de una zona cañera como es Nopaltepec y vivir durante su infancia y juventud en los quehaceres del ingenio de San Cristóbal, considerado en su tiempo como el más grande del mundo.
Durante los años de su administración en el gobierno de Veracruz, batalló por tener una legislación integral de la materia azucarera y exigió durante ese tiempo al Gobierno Federal para que cumpliera con su compromiso de establecer un Programa Nacional Azucarero, con tiempos y formas definidos así como con los apoyos suficientes.
“No perdamos de vista que el azúcar es el único producto rentable en el campo mexicano.” Ese fue el lema del titular del anterior gobierno.
Al final de la administración fidelista.
¿Cómo se encuentra la situación general de la industria azucarera en Veracruz?
En la última zafra los ingenios azucareros molieron 16,8 millones de toneladas de caña y produjeron 1.8 millones de toneladas de azúcar, que equivalen al 39.5 y 37.5 del total nacional. La producción de azúcar en Veracruz presenta un descenso de 41,042 toneladas a la zafra anterior. Aún así la entidad se mantiene como el principal productor del país.
El rendimiento promedio de fábrica de los ingenios de Veracruz es que son menos eficientes en relación con las factorías a nivel nacional.
Hay cinco ingenios veracruzanos que presentan serios problemas por su bajo desempeño de operación y malos rendimientos en campo y fábrica muy por debajo del promedio estatal y nacional. Están en una situación de riesgo y hasta podrían desaparecer como son San Gabriel, San Francisco, El Independencia, El Carmen y Concepción. Por otro lado hay también cinco factorías azucareras que son eficientes y con un buen desempeño como Zapoaita, Constancia, Central Progreso, La Gloria y Potrero.