Sería ingenuo dejar de pensar que, después del 2000 y 2006, el priísmo sigue en la orfandad. Como ya no había Presidente de la República continúa sin el árbitro central para la solución de sus pleitos internos.
La falta de ese personaje les impide procesar en unidad el candidato presidencial, y por lo tanto estarían en riesgo de perder por tercera vez la Presidencia de la República.
Avanza una nueva generación de priístas, pero aún pesan muchos los que ya fueron, y son estos últimos los que tienen serias dificultades para entender al México de hoy.
Si dejan el paso a esta nueva generación podrán superar el síndrome de orfandad y procesar unidos con los nefastos dinosaurios la candidatura de unidad.
Se podría dar el caso de que ninguno de los que figuran, como Enrique Peña Nieto, Manlio Beltrones, Fidel Herrera, Beatriz Paredes, sea el candidato presidencial que postulara el líder nacional Humberto Moreira con el surgimiento de este nuevo grupo político.
El gobierno del estado de Veracruz, se podría tomar como un ejemplo de los cambios que requieren las mayorías.
Años atrás, nadie apostaba a Barack Obama como tampoco a Javier Duarte de Ochoa.

Se lavan las manos.
Con el destape mediático, del cochinero de las irregularidades encontradas por el Orfis en decenas de ayuntamientos veracruzanos, los diputados miembros de la Comisión de Vigilancia del congreso local, se cubren con ambiguas declaraciones de que dichos casos no están cerrados y que los nuevos munícipes están en su derecho de denunciar y culpar a sus antecesores si encuentran malos manejos.
Se olvidan los abogados como Américo Zuñiga, Eduardo Andrade, Jorge Carvallo y demás legisladores que estos delitos ya fueron denunciados por el órgano fiscalizador del estado y que ellos al pasarlos de alto, no sólo son simples encubridores sino cómplices por la grave irresponsabilidad mostrada ante estos hechos delictuosos.


Sobresaturada la radio
La última vez que el gobierno federal convocó a un concurso para obtención de frecuencias FM de la radio nacional fue en el año 2000. En aquella ocasión se incluyeron 39 frecuencias susceptibles de explotar en 18 estados de la República. Se presentaron 500 solicitudes. A la fecha no se sabe quienes ganaron.
No hay transparencia en esos medios.

Será candidato AMLO.
Con 16 meses antes de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, hace explícitas sus intenciones de llegar a los Pinos. Ya circula su compilación de ideas sobre la situación del país y las soluciones que implementaría si los votantes lo favorecieran al igual que en el 2006, que fue cuando él ganó la elección. En su libro La mafia que se adueñó de México, refleja su peregrinar por todo el país y sus diagnósticos así como sus propuestas para rescatar el sector energético, en donde desaprueba la creciente y costosa importación de gasolinas y si él hubiera llegado a la presidencia ya se habrían acabado de construir las tres refinerías que requiere la nación.
Respecto a la producción petrolera, advierte su rechazo en torno de la inconstitucionalidad de los esquemas contractuales que aprobaron los directivos de Pemex, los cuales están bajo la supervisión de la Suprema Corte de Justicia, por ser opuestos a nuestra Carta Magna.
La izquierda mexicana es en este terreno del manejo de los energéticos más congruente con los tiempos modernos.
Es urgente dejar la dependencia petrolera y que estas últimas reservas sean mejor aprovechadas y con objetivos nacionales más precisos y benéficos,