Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
¿Qué hará Fidel?
2010-11-30 | 22:01:02
El problema más serio del hoy ex gobernador Fidel Herrera Beltrán es que hacer con su tiempo. Despertarse en la madrugada y no tener a quien hablarle, a que persona de su gabinete le toca el regaño, no estar en la fotografía y en la nota de ocho columnas en los periódicos que asumieron durante seis años ese cotidiano compromiso de elogiarlo por lo que hiciera o no hiciera.
Ese particular periodismo estatal subvencionado dedicado a un solo lector. Pasar la mañana y no recibir ningún reporte y ninguna llamada interesante. Ya no hay peticiones monetarias y tampoco favores que hacer.
Las invitaciones a desayunos y comidas escasean. De ser el importante convidado al obligado anfitrión. Y la desesperación de las respuestas de encontrarse con el rechazo de los convocados por los pretextos más absurdos como agendas no disponibles o simplemente indispuestas a los requerimientos del exgobernador.
Tendrá que reconocer Fidel Herrera que uno de los grandes valores de la vida es tener el tiempo para perderlo. La persona que no para de trabajar lo hace para no perder tiempo de acordarse de que no tiene nada que hacer.
Más se quiere con quien se comparten trabajos que ocios.
En una entrevista con Maquiavelo comentó que estaba preparado para dejar el gobierno de Veracruz y que sus planes eran regresar como catedrático a las aulas de la Facultad de Derecho de la UNAM y reanudar sus labores como abogado en su despacho en la ciudad de México. Aún faltaban varias semanas para llegar a la fecha del final. Lo extraordinario era la exactitud en el número de horas y minutos que le restaban. Pero al parecer ahora todo cambió y sus planes trasmutados son otros muy diferentes a la tranquilidad de transitar en la cátedra universitaria y el sosiego de ser el dueño de su bufete particular.
La misteriosa personalidad del político cuenqueño que sabe que un hombre no siempre es estimado por lo que hace. Está consciente que su vida es generalmente conocida por el pueblo veracruzano a través de una ficticia personalidad.

¿Qué va a ser Fidel sin el poder?
La incertidumbre del futuro será mañana la nueva fuente de los desvelos. La inseguridad de ser uno más, del amargo y ahora trágico club de los exgobernadores. Pasar a ser miembro de la abundante clase política que les toca vivir del ominoso pasado.
Si bien el maestro Herrera no tendrá ningún problema económico durante varias generaciones de sus sucesores familiares. Le resultará muy problemático gastar dinero que no es del erario. Lo generoso y dadivoso de regalar lo que no era suyo lo podría convertir en avaro y mezquino. Nadie se puede imaginar a Fidel Herrera fuera de alguna nómina. Después de cuatro décadas, lejos de algún presupuesto, sería otra vida.

La época del derroche termina abruptamente
Llegó el tiempo de la infidelidad. Pero la traición nunca triunfa porque si triunfa nadie la llama ya traición.
Para el ex gobernador Herrera Beltrán lo peor que la traición, es la soledad. Dejar de ser el invitado principal le llega al político veracruzano a lo más profundo de su personalidad. Al principio de su administración no faltaba a ninguna inauguración así se tratara de un modesto salón de belleza. Se decía en chacota entre la sociedad jarocha que en las primeras comuniones era el comulgante; en las bodas, el novio; el bautizado en los nacimientos y sólo rechazaba ser el ciudadano que descansaba en el féretro de los sepelios.
La peor ofensa es ser ignorado y pasar inadvertido.
Para el licenciado Miguel Alemán Velasco lo más serio y grave de su administración fue el séptimo año de su gobierno.
En la intimidad de la amistad, él confesaba que nadie está preparado para ello. Es la peor melancolía del poder.
Para Fidel Herrera en la polémica novela de su vida, él quiere continuar escribiendo el prólogo y se resiste a ser el protagonista obligado del epílogo.
Quiere empezar de nuevo y así lo manifestó en su última llamada telefónica al periodista. Lo más difícil de aprender de la vida es conocer que puente hay que cruzar y que puente hay que quemar. Y según Fidel quien asegura que construyó más de mil puentes…Ahora le resulta más que difícil quemarlos.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018