Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
El pacto con Fidel
2010-11-18 | 22:46:36

Hace exactamente seis años que se hizo un pacto con el entonces gobernador electo Fidel Herrera Beltrán. Un acuerdo que se respeta en todos sus capítulos de manera íntegra.
La relación entre un periodista y el gobernante por su propia naturaleza del oficio es complicada y reservada.
Se concertó desde un principio un trato noticioso objetivo más no servil. Se ejerció la crítica sin ofensas. Es justo reconocer que durante los seis años de su gobierno Fidel Herrera Beltrán nunca habló para quejarse de una nota publicada o mostrar algún resentimiento con el trabajo de un reportero.
Se sabía por otros conductos que el señor Gobernador estaba no sólo molesto sino bien encabronado. Es justo admitir y aceptar que se dieron a conocer noticias nada favorables, contrarias y antagonistas a la administración estatal. No hubo hacia el director general de este medio impreso el menor reproche.
Siempre existió de parte del político cuenqueño un respeto absoluto a la libertad de expresión.
El gobernante veracruzano reconoció e hizo valer la importancia de un periodismo independiente en un país oprimido en todos los órdenes.
La ingratitud es hija de la soberbia.
Se le dijo en varias ocasiones que la amistad del periodista con el político en funciones por lo general es interesada, por lo tanto, lo conveniente era mantener una sana distancia. Pero también se le reiteró que en el momento en que dejara el poder habría algo más que una hermandad.
En todo acuerdo hay dos caminos y si se cumple el de aquí para allá, se debe consumar el de allá para acá.
A menudo, entre los motivos de acción, hay uno más poderoso que los demás; es el que no se dice.
Resulta penoso en estos días últimos del gobierno de Fidel Herrera la facilidad que tienen los hombres para olvidar los beneficios recibidos sino que llegan a odiar a quien se los hizo.

Vaticinios negativos

Resulta preocupante que los análisis que se escriben en esta columna se confirman en los medios nacionales a los pocos días de publicado. Advertíamos que el todavía gobernador Fidel Herrera no tiene aceptación en los medios nacionales y que no era de las simpatías de los columnistas capitalinos.
Ayer lo tundieron en El Universal al compararlo con el nefasto Ulises Ruiz de Oaxaca. “Fidel Herrera se cree el servidor soñado y pretende la Presidencia de la República. Seguramente causó sonoras carcajadas en Toluca”. Los demás vituperios en contra del gobernante veracruzano los omitimos por ser muy ofensivos.

Aladino en Xalapa

Como si estuviéramos en un país árabe, en donde se entregan camellos o monedas a cambio de una doncella, en el PRI veracruzano existe una mercadotecnia muy similar.
No era secreto que don Jorge Carvallo otorgaba candidaturas de alcaldías y regidurías por diversas sumas de dinero, que fue el motivo principal que se argumentó como justificante por la que se perdieron el mayor número de ayuntamientos en la historia política de la entidad.
Pero en ciudad del puerto de Veracruz el cuento de las “Mil y una noches” cobró actualidad y ahora forma parte del anecdotario político: Pablo Castellanos Rábago, presidente de la CNC, para conseguir la Dirección de Fomento Agropecuario, asegura: “Entregué varias vacas y dinero en efectivo a la entonces candidata Carolina Gudiño para obtener a cambio ese puesto”.
Pero la lámpara maravillosa de Aladino se encuentra en Xalapa y es allí donde se hace el reparto de los cargos edilicios.

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