Es un problema de memoria del pueblo veracruzano y de los medios. Desde que se inauguraron las instalaciones del periódico “Órale” en el mes de marzo, el gobernador, Fidel Herrera Beltrán, anunció que buscaría la candidatura del PRI o de otro partido político para la Presidencia de la República.
Fue en esa ocasión una nota de ocho columnas. Ahora el periódico “El Universal” la capitaliza como exclusiva.
En esta ocasión, Herrera Beltrán se cubre las espaldas afirmando que si no es el elegido, apoyaría al que fuera el designado. Cueste lo que cueste planea colarse en el equipo del candidato presidencial. Al principio como alternativa y si no como víctima que se sacrifica por la unidad del partido a cambio de entrar al gabinete o como líder del Senado.
Quiere seguir dentro del poder político a como dé lugar.
No se quiere jubilar de las nóminas gubernamentales. Fidel Herrera desde que empezó como líder juvenil priista ha estado dentro del presupuesto. Tiene más de 40 años que vive de los impuestos federales y últimamente de los estatales.
Ya se acostumbró…

El placer del haragán

Según estudios del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, se encuentra muy arraigada dentro de la singular idiosincrasia del veracruzano la pachorra y la holgazanería, lo que les permite pasar toda la mañana durante varias horas al lado de una taza de café y solucionar los problemas del mundo.
Esta investigación asegura que la mitad de la población de los veracruzanos depende de la actitud paternalista de los gobiernos federal y estatal, que con programas y acciones hacen posible que cerca de tres millones vivan de los distintos programas asistenciales. La pereza marcha con tanta lentitud que la miseria no tarda en alcanzarla.
Es una mentalidad que se maneja de la siguiente manera, hay que perder la mitad del tiempo para poder emplear la otra mitad. No es posible disfrutar el placer de no hacer nada, si no se tiene el cúmulo de cosas por hacer.

Veracruz hipotecado

De acuerdo al decreto 870, referente al destino de los recursos de la línea de crédito por 10 mil millones autorizados por el Congreso local al cuarto para las doce. Los renglones dados a conocer despiertan ciertas suspicacias por los ambiguos, frívolos y volubles sectores en que se invertirán este préstamo.
Gastarse 2,500 millones de pesos en vivienda en las próximas semanas del final del gobierno de Fidel Herrera, es mucho dinero. En la reubicación se planea gastar 1,500 millones de pesos, es decir, que el cambio de domicilio sería prácticamente la mayor inversión que se tiene programada.
El construir las casas afectadas son otros mil millones que al considerar que la furia de la naturaleza se ensaña sólo en las moradas de la gente humilde, casuchas que no tienen más que el valor del terreno.
Lo más importante, quién va a supervisar esas erogaciones que comprometen al futuro financiero de la entidad veracruzana.