Atinarle a la fecha en la que se reunirán los magistrados del Tribunal Federal Electoral para decidir la legalidad de la pasada elección del cuatro de julio, se ha erigido en un quehacer prioritario, hasta pareciera que no hay otro tema en la agenda política del estado de Veracruz.
Se ha convertido en una obsesión tanto de políticos como de articulistas de los medios. Obviamente en este juego del calendario se han equivocado de manera chocarrera. Xalapa es la capital de la rumorología y de la desinformación.
Con esta socorrida práctica de adivinanzas se ha llegado a cultivar la añeja filosofía periodística: “La ocasión hay que crearla; no esperar a que llegue”.
Lo increíble es que ahora resulta más importante dar a conocer la fecha exacta, que saber con anticipación el resultado.
En política, sólo el vencedor es quien tiene la razón.
Esta demora ha provocado serios trastornos al paralizar de manera total a los nerviosos sectores social, político y económico de la entidad. Una especie de limbo, en donde nada se mueve, ni nadie acciona. Lo que ha resultado un buen pretexto para no cumplir los compromisos pactados.
Nunca se imaginó el maestro Fidel Herrera que mantendría el poder hasta el último momento de su mandato. A don Javier Duarte lo ha mantenido a distancia. El gobernador electo, respetuoso de ello, viaja al extranjero con el propósito de que no haya evento o acto público que le haga sombra al Ejecutivo Estatal. Los reflectores no se los presta a nadie. Veracruz es un pueblo gobernado por un inquieto político cuenqueño que ha de pensar en la conservación propia.

Desaparece Mexicana

El caso de la compañía Mexicana de Aviación está perdido. No hay solución por tratarse de una empresa privada en la que no puede intervenir el gobierno y se encuentra en ruinosa quiebra.
La economía del turismo en el estado de Veracruz saldrá seriamente afectada. El 65 por ciento de los paseantes nacionales y el cien por ciento del turista extranjero utilizan el transporte aéreo, por lo que habrá un desplome en esta industria sin chimeneas. Aunado a que el movimiento en los aeropuertos de Veracruz y Minatitlán, redujeron sus operaciones en 40 por ciento y el desempleo de que esto implica. A nivel nacional más de cinco mil personas que componían la planta de trabajadores de esta empresa aérea perdieron su fuente de trabajo. Como se trata de personal especializado como son pilotos, mecánicos, sobrecargos y administrativos resulta muy complicado que encuentren dentro de este competido ramo una nueva ocupación.

El problema del desempleo

Cómo explicar que con motivo de las inundaciones se crearon 10 mil empleos temporales. Es decir, que había 10 mil veracruzanos en la zona conurbana de Veracruz y Boca del Río que eran nininis, que ni estudian, ni trabajan y ahora ni casa.
Tomando en consideración el censo de las personas damnificadas es un porcentaje muy elevado de veracruzanos que desde antes de la catástrofe carecían de empleo.
Situación difícil de justificar en una entidad donde existe una gran riqueza y que según informes oficiales era continuamente publicitado el elevado número de nuevos empleos creados en la presente administración, apoyados por el arribo de grandes inversiones y la instalación de importantes plantas industriales.
La fuerza de los ríos puso al descubierto que la realidad de Veracruz es muy diferente. Hay momentos en la vida de los políticos que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios.