El PAN no acepta los resultados electorales obtenidos en el presente año. Existe un gran enojo y se preparan grandes cambios tanto de personas como de estrategias para mantenerse en el poder. Reconocen que la caballada de la derecha está flaca ante el trío priista de Peña, Beltrones y Herrera y el dueto de la izquierda de AMLO y Ebrard.
El Partido Acción Nacional y el gobierno de Felipe Calderón elaboran un nuevo plan más agresivo para rivalizar ventajosamente en los comicios de 2012.
Con toda anticipación se prepara una embestida en la operación electoral que prevé desde el espionaje de los enemigos políticos, una tarea de reclutamiento, hasta la cooptación o compra de aquellos que se consideran independientes. Se cuenta para ello con importantes partidas y no hay límite para los gastos, ya que para ello se destinarán cuantiosos recursos federales.
En este esquema figura una novedosa estructura de 20 nuevos delegados de las diversas secretarías por cada estado. El problema es que para ello tienen planeado utilizar a personas dedicadas a actividades políticas que obviamente no reúnen el perfil profesional que se requiere para dicho cargo, en cuanto a la labor y proyectos a desarrollar como ejecutivos federales especializados.
El plan es tan agresivo que plantea el espionaje hasta en el baño de los políticos opositores. Se les investigará a fondo en su vida familiar y los segundos frentes. Un renglón muy especial la situación económica que no pueden comprobar los políticos.

Las visitas y llamadas telefónicas serán permanentes
Este plan político se mantenía de manera muy confidencial, pero ha trascendido debido al pleito entre el presidente Calderón y Manuel Espino, al que ya le cuentan las horas para expulsarlo. Los allegados a este último han querido hacer pública la información que poseen, para adelantarse a la feroz cacería de brujas azules.
El propio ex presidente del CEN del PAN, Manuel Espino planea denunciar a estos funcionarios federales porque violan el Código de Ética del PAN que establece: “Evitaré usar o permitir el uso del cargo o comisión para coaccionar o inducir alguna conducta a la militancia panista”.
De acuerdo a esta investigación realizada para exhibir a los incondicionales del presidente Felipe Calderón, tienen pruebas sobre la forma que ya trabajan para “comprar lealtades” mediante el ofrecimiento de chambas en la administración pública federal, particularmente en las delegaciones de las secretarías de Estado y organismos descentralizados.
La identidad plena de estos funcionarios públicos que ya experimentaron en los pasados procesos electorales, destaca lo realizado en el estado de Veracruz, --mantenido bajo un fólder confidencial--, pero los propios operadores calderonistas en corto, filtraron los nombres de los veracruzanos Alejandro y Alfonso Vázquez Cuevas y Julen Rementería, además de contar con el apoyo de miembros del gabinete federal como el subsecretario de Gobernación, Abraham González Uyeda, ex coordinador de giras de Felipe Calderón, Carlos Flores Gutiérrez, director de Enlace Institucional de la Oficina de la Presidencia, Arcadio Echeverría Lanz, director general adjunto de Gestión.