Alberto J. Olvera, politólogo de la Universidad Veracruzana, ha realizado una disección del problema de las graves inundaciones del puerto de Veracruz y Boca del Río. Desnuda a los gobiernos por la improvisación de los programas de prevención y auxilio en caso de desastres, aunado a la inexistencia de programas adecuados de vivienda popular.
Omisiones criminales de construir de manera fraudulenta inmensos fraccionamientos, hoy bajo el agua, levantados en zonas inundables a pesar de las prohibiciones existentes.
El desastre se magnifica por la inoperancia y mala calidad de las obras y servicios públicos fundamentales.
A esta situación se suma la incapacidad de análisis económico y social del gobierno que carece de instrumentos para cuantificar a los damnificados, daños y los costos de reconstrucción.
“El desastre toma a Veracruz en medio de una guerra declarada entre el gobierno estatal y gobierno federal. Las elecciones han dejado a Fidel Herrera en una crisis financiera de proporciones históricas. Las deudas del gobierno estatal son aterradoras”.
Es el marco en el cual los ciudadanos de Veracruz deben enfrentar la peor crisis de la historia. Hay que poner un alto a la improvisación, la demagogia y la politización de la tragedia”.

Un parque acuático

El ingeniero Ricardo Remes, ex alcalde de Boca del Río, considerado como un experto urbanista calificado, propone que el fraccionamiento Floresta se convierta en un funcional parque acuático, que sería un importante atractivo turístico, lo que permitiría al gobierno estatal recuperar la inversión del mismo, incluido el pago justo de las casas, --que se encuentran bajo el agua--, en un máximo de diez años.
El Floresta se encuentra a 90 centímetros del nivel del mar. Ciudades como la moderna Amsterdam y su aeropuerto, fueron construidos 8 metros abajo del nivel del mar.
Estas gigantescas obras fueron realizadas por calificados y versados profesionales europeos, la tecnología desarrollada por ellos sería un juego infantil que solucionaría el problema de las inundaciones de las ciudades veracruzanas.

Se necesita dinero, dinero y dinero.

Como todo lo que ocurre en la vida, la importancia que ha adquirido el tener dinero. Sin recursos no se puede realizar casi nada. Lamentablemente el oro vale más que veinte oradores de la clase política. En Veracruz sobran las palabras y las buenas intenciones. De allí la importancia de la visita que hicieran a este medio informativo el grupo de senadores, diputados y los que fueron candidatos de Veracruz y Boca del Río, Mauro Loyo y Mari Carmen Salvatori, para reportar sus gestiones que permitirían que de inmediato lleguen los recursos retenidos por la Federación a la entidad veracruzana.
La aportación del 30 por ciento del estado de Veracruz que se requiere para que entreguen el dinero del Fonden sería a cuenta de las partidas federales del próximo año.
Haciendo a un lado la demagogia y la perezosa burocracia, anteayer a las últimas horas de la noche, se presentaron entre otros, los senadores Dante Delgado, Luis Maldonado y Francisco García Lizardi, para anunciar que esta semana harán llegar a las arcas estatales 1,900 millones de pesos para empezar a paliar la tragedia que vive el pueblo jarocho.
No hay que olvidar que el gobierno es como los banqueros, que te prestan un paraguas cuando el sol brilla y lo reclama cuando cae la primera gota de lluvia.