Señor gobernador, como va.
Anoche en el seno del edificio del Colegio de Periodistas de Veracruz, la maestra Sara Patricia Díaz Manríquez, en el curso de la sesión del consejo pronunció el siguiente mensaje:
Señor gobernador Fidel Herrera Beltrán:
Resulta para nosotros doblemente grato tenerlo nuevamente en el Colegio de Periodistas del Estado de Veracruz, porque reconocemos en usted no sólo al gran amigo de un sinnúmero de grandes comunicadores en los planos internacional, nacional y, por supuesto, estatal, sino también al gobernador con mayores conocimientos, sensibilidad y percepción sobre el papel decisivo que desempeñan los medios masivos de comunicación como formadores de la opinión pública y en el desarrollo y evolución social, económica y política de nuestra entidad.
Usted ha sido fundador y partícipe directo en importantes medios de comunicación, denotando su interés y preocupación por el crecimiento y prosperidad de las actividades vinculadas a las noticias.
Licenciado Fidel Herrera, como dice ahora la juventud que siempre se querrá expresar abiertamente, sin tapujos y prescindiendo de protocolos.
Como va:
La memoria es la herramienta privilegiada de los hombres selectos. Porque les permite remontarse a los momentos clave de los acontecimientos; es pues, el hilo conductor de la historia.
La dirección del Colegio de Periodistas, a cargo del maestro José Pablo Robles Martínez, correspondió proponiendo que, para aprovechar al máximo las instalaciones de este organismo, se asentara también el Colegio de Veracruz, compartiendo hasta la fecha ambas instituciones de manera armónica y sinérgica el espacio de la casona de Carrillo Puerto.
Lamentamos, sin embargo, que el balance en las postrimerías de su gobierno, por razones que no alcanzamos a explicar sino a la luz de la aplicación de criterios displicentes, resulte en una deuda hacia el gremio periodístico.
El Colegio de Periodistas, a pesar de la alta misión que le fue encomendada, contó con el presupuesto más magro de la administración descentralizada: dieciséis veces menor que el del Colegio de Veracruz, y triplicado por el de la Comisión de Defensa de los Periodistas.
Pero aún convertido en una suerte de cenicienta presupuestal, podemos con satisfacción decir que lejos de caer en la inoperancia o en la apatía, el Colegio de Periodistas no dejó de publicitar sus actividades, de promocionar e impartir cursos a lo largo y ancho de la entidad, de responder a las invitaciones de universidades y otras instituciones de educación superior en diversos estados de la República, para explicar su funcionamiento y servir de ejemplo a la fundación de organismos similares.
Sin embargo, sí es justo reconocer que los propósitos del Colegio de Periodistas han cristalizado, también justo es reconocer que la estrechez presupuestal llevó a que éstas y otras actividades fueran sufragadas directamente por el director del Colegio y los miembros de la Junta de Gobierno, que no reciben ni desean retribución alguna por sus servicios (recordemos que el propio Pepe Robles sugirió y aceptó que los cargos, incluyendo el suyo, fueran honorarios).
Y lo mismo sufragaron de su peculio diversas actividades académicas del Colegio, que a compañeros periodistas en desgracia.
Sin contar, naturalmente, que incluso los viajes al extranjero, lo mismo al Lejano Oriente que a las conferencias del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, en Quito, Ecuador, a la que asistieron ponentes del Colegio, fueron cubiertos de manera personal.
La intención no ha sido otra que la de seguir el ejemplo de entrega a Veracruz impuesto por usted, y de devolver a nuestro estado aquello que a través de la Universidad Veracruzana hizo por su capacitación y desarrollo y que ahora se consolida en un Colegio dotado desde su origen de plena autonomía, incluso para designar libremente, a través de su Junta de Gobierno, al propio director.

Señor gobernador:
Nada más lejano a nuestra intención que estas palabras, que el Colegio de Periodistas emite por mi conducto, sean tomadas como reproche, inoportuno además ante la culminación inminente de su exitosa gestión. Antes bien, nuestro propósito es refrendar que, al igual que usted, en estos seis años sentimos una gran pasión por servir a nuestro estado sin espera de reconocimiento o compensación de especie alguna, ya que sólo cumplimos un compromiso de ciudadanos, de generar las condiciones para que reporteros, redactores, editores, fotógrafos, y todos y cada uno de los involucrados en la cara tarea de informar, tuviesen más opciones para capacitarse y desarrollar en mejores condiciones el maravilloso oficio del periodismo.

Muchas gracias.