El cochinero en que se ha convertido la política en Coatzacoalcos es sólo el sucio reflejo de la vida personal de sus actuales gobernantes. Un empleado del Ayuntamiento recibía su sueldo de los contribuyentes para que de manera exclusiva trabajara en elaborar e inventar toda clase de patrañas y chismes para denostar, desprestigiar y deshonrar a los enemigos políticos del alcalde Marcelo Montiel.
Resulta increíble para un estudio clínico de un psicópata, que se contrate a una persona que use su talento y perversidad para elaborar durante meses la guerra sucia en contra de los contrarios del funcionario municipal que utilizaba los recursos públicos para este tipo de oprobios canallescos.
Cuando dejaron de pagarle a David Sánchez Sosa, el autor de las bajezas e infamias porque ya no había campañas electorales, el empleado municipal se molestó y dio a conocer quién era el maligno e innoble personaje, don Marcelo Montiel, él que le ordenaba a qué persona estaba en el turno para mancillar su vida pública y privada.
¿A dónde hemos llegado?

Coincidencias políticas.
Para los analistas políticos serios sólo tienen como candidatos formales y con grandes posibilidades de ganar la elección del 2012, a Enrique Peña Nieto por el PRI y Andrés Manuel López Obrador por la coalición de los partidos de izquierda.
Paradójicamente ambos coinciden en el rechazo de la alianza del PAN con el PRD. No acepta ninguno de los dos esa falsa hermandad de enemigos tradicionales. Y de manera coincidente sus peores y más hostiles adversarios se encuentran en el seno de su propio partido.

El periodismo del silencio.
En opinión de la Suprema Corte de Justicia los periódicos, las revistas y los programas de televisión y radio, sólo pueden difundir datos íntimos de la vida de una persona, en un “reportaje neutral” siempre y cuando cumpla la información dos requisitos: La veracidad, entendida como la certeza de que la declaración corresponde a un tercero y la relevancia pública de lo informado.
Un reportaje neutral es aquel que un medio de comunicación se limita a transcribir lo dicho o declarado por un tercero, es decir, cuando únicamente cumple una función trasmisora de lo dicho por otro. Por lo tanto decidió el tribunal supremo de justicia del país que los medios de comunicación no son responsables del contenido de la información y por lo tanto no proceden demandas en su contra.
Con el concepto del “reportaje neutral” se aclaran los alcances y los límites de los derechos de privacidad, intimidad, el honor y se mantiene incólume la libertad de expresión.
Los periodistas ya no deben conservar el silencio cuando existen registros de funcionarios torcidos y corruptos. O el de no escribir para no molestar a los políticos opacos y tramposos.
No podemos tergiversar nuestro oficio de periodistas que nos compromete a descubrir la verdad cuando haya otros empeñados en ocultarla.