Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
MALOS AUGURIOS
2010-07-15 | 22:24:32
En el marco del “Foro de Estudio para la Construcción de un Corredor Logístico, Industrial y Económico de la Frontera Sur”, celebrado este miércoles 14 en el puerto de Veracruz, el gobernador Fidel Herrera exhortó al presidente Felipe Calderón a mejorar sus relaciones una vez que ha concluido el proceso electoral.
Según ha trascendido, la administración de Herrera está pasando por una seria crisis de liquidez financiera desde hace varios meses debido en parte a que según información
oficial emitida por la propia Secretaría de Hacienda, en este primer semestre del año las cinco secretarías federales con mayor asignación presupuestal –la SCT, la Sagarpa, la Secretaría de Salud, la SEP y la Sedesol– presentan un subejercicio por un monto total de 384 mil 271.3 millones de pesos, equivalente al 81.9 por ciento, en promedio, del presupuesto asignado para cada secretaría.
El propio mandatario estatal comentó además en dicho evento que no habían podido bursatilizar el 5 por ciento de las participaciones federales debido a las presunta intrigas de un actor político –se supone que se habría referido al candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, su más enconado rival–, quien habría mal informado a Calderón de que esos recursos serían desviados a la campaña electoral priista.
Hasta donde se alcanza a observar, se ve realmente difícil que Calderón mejore su relación con el mandatario veracruzano, contra el cual no disimula su aversión personal.
Este sentimiento contra Herrera seguramente se potencializará si los tribunales electorales terminan por ratificar el triunfo del candidato fidelista, Javier Duarte de Ochoa, del PRI.
Y es que según una versión, el presidente le habría advertido a Fidel Herrera desde noviembre del año pasado, que se preparara porque en 2010 iba “a venir con todo” por la gubernatura de Veracruz.
Estos malos augurios los ha venido a confirmar Claudio X. González Guajardo, un alto ejecutivo del consorcio Televisa, quien este miércoles 14 escribió en uno de los diarios capitalinos más influyentes un duro artículo en el que lamenta que “ha terminado la etapa de Felipe Calderón como presidente de México y comenzado la segunda etapa de Felipe Calderón como presidente del PAN. Lástima.”, lo que propició una rápida y amplia respuesta de la Oficina de Comunicación Social de la Presidencia de la República.
El artículo del presidente de la Fundación Televisa –uno de los amigos y funcionarios más allegados al magnate televisivo Emilio Azcárraga Jean– fue publicado justamente el mismo día en que Fernando Gómez Mont sería relevado en la Secretaría de Gobernación por José Francisco Blake Mora, un bajacaliforniano muy amigo de Calderón, que por su bajo perfil político obviamente no tiene posibilidades de ser encartado entre los aspirantes del PAN a la Presidencia de la República en el 2012.
Los ajustes en su gabinete presidencial, realizados diez días después de las elecciones del pasado 4 de julio, confirman que Calderón operó en las elecciones locales para la renovación de gubernaturas en Veracruz y otras 11 entidades, y que desde ahora se prepara para encausar su propia sucesión que se definirá dentro de dos años.
De los 12 gobiernos estatales, el PAN calderonista, aliado con el Panal de Elba Esther Gordillo, el PRD de Jesús Ortega y Convergencia de Dante Delgado ganaron los estados de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, tres bastiones priistas que en total representan más de 8 millones de votantes. El PRI, en cambio, recuperó estados como Aguascalientes y Tlaxcala que eran gobernados por Acción Nacional, y Zacatecas, que estaba en manos del partido del sol azteca, pero entre todos éstos apenas suman alrededor de tres millones de electores.
Con estas alianzas estatales que el presidente fraguó a través de su ex secretario particular César Nava con el PRD, Panal y Convergencia –a las cuales se oponían el ex secretario de Gobernación Gómez Mont, el ex presidente Vicente Fox, el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, y el desaparecido “Jefe” Diego Fernández de Cevallos –, Calderón logró enfriar el desbordado optimismo del PRI que a dos años de la sucesión presidencial ya creía tener metido más de medio cuerpo en la residencia oficial de Los Pinos.
Por eso, también, la guerra mediática y la presión presupuestal que activaron contra el gobernador Herrera, pues Veracruz es otro estado clave porque cuenta con más de 5 millones de votantes. Junto con el Distrito Federal, que es gobernado por el PRD, y el Estado de México –que, según anuncian líderes panistas y perredistas, podrían ir aliados nuevamente para ganarle la gubernatura en el 2011 a Enrique Peña Nieto, el más aventajado hasta ahora en las encuestas sobre los presidenciables del PRI –, la entidad veracruzana completa alrededor del 30 por ciento del electorado nacional.
En su texto periodístico, el ejecutivo de Televisa reprocha a Calderón haber sucumbido a su obsesión opositora frente al PRI y empeñarlo todo en impedir que ese partido retorne al poder en 2012. Aparte de definiciones lapidarias –como esa de que “Calderón es un árbol bajo cuya sombra no crece nada”–, González Guajardo juzga que “dejar la Presidencia de la República y optar por la presidencia del PAN es muy costoso para México y los mexicanos”. Y lógicamente pregunta: “¿qué va a ser de la administración pública durante los próximos 2 años?”, pues a su juicio la República estará acéfala en el próximo bienio. ¡Ay, nanita!
VERDES, VERDES

Pues resulta que el PVEM no alcanzó la votación mínima requerida por la ley, que es del 2%, para retener las prerrogativas otorgadas por el Instituto Electoral Veracruzano.
Además no alcanzará la diputación de representación proporcional que ya se paladeaba el dirigente estatal Eduardo Aubry, a quien sus correligionarios responsabilizan directamente del inexistente trabajo de operación electoral, de su poca dedicación a los comités distritales y municipales del Partido Verde y, sobre todo, de la falta de acercamiento y apoyo  a los principales actores y líderes morales del PVEM en todo el estado de Veracruz, llegando incluso al distanciamiento y a la confrontación debido a su insaciable sed de protagonismo, lo cual quedó en evidencia al observar su insistencia de aparecer en las fotos junto al candidato a la gubernatura Javier Duarte de Ochoa, a cuyo lado quería colarse en todos los eventos no obstante las molestias que su actitud le ocasionaba al delfín de la Fidelidad.
En estos momentos, se comenta, anda desesperado buscando a Javier, tratando de enmendar las cosas; sin embargo, después de lo apretadísimo de la elección, dicen que Duarte ya no lo recibe como antes.
Lo peor del caso es que Aubry se ha peleado con todos, incluso con el dirigente estatal del PRI, Jorge Carvallo, y la candidata a la alcaldía porteña Carolina Gudiño. Las razones de estas diferencias son fundamentalmente la necedad de Eduardo por imponer candidatos a regidores de varias planillas. El problema es que la mayoría de los recomendados no cumplían con los requisitos que establece la ley electoral. Pero era tanta su tozudez que finalmente fueron incluidos como abanderados. Sin embargo, el PAN ya ha detectado algunos de estos casos, por lo que es posible que los eche abajo en los tribunales. Un ejemplo es el de Diego Cobo Terraza, candidato a regidor por el puerto de Veracruz, quien por encabezar la lista de aspirantes casi tiene en la bolsa el cargo edilicio. Y decimos que “casi” porque este personaje no es oriundo del municipio de Veracruz sino de otra entidad federativa.
Trascendió que Cobo Terraza consiguió empadronarse de última hora en estas tierras jarochas, para dizque cumplir con la normatividad. No obstante, según nos cuentan, no tendría los años de residencia mínima que exige la Constitución Política del estado para desempeñar ese cargo de elección popular.

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