Por Francisco J. Ávila Camberos
Columna: ¡Ahí está el detalle!
¡Ahí está el detalle!
2019-05-25 | 09:36:39

Durante mucho tiempo se creyó quela abundancia de recursos naturales que poseía un país, era lo que determinabasu riqueza.


Sin embargo, este criterio cambió cuando se observó que algunasnaciones, con vastos recursos naturalesvivían en la pobreza, mientras queotras con recursos naturaleslimitados habían mejorado su situación económica.


Quienes estudiaron este fenómeno observaron que las naciones que más destacaron en su crecimiento fueron las que le apostaron a la educación de calidad, las que tenían leyes que incentivaban y facilitaban la inversión, las que simplificaban la contratación de personal, las que ofrecían seguridad y certeza jurídica.


Corea del Sur y Japón siguieron ese camino y son ahora claros ejemplos de éxito, a pesar de que carecen de recursos naturales.


México por su parte es un ejemplo clarísimo de lo opuesto. Tenemos recursos naturales abundantes, pero muy serias deficiencias en materia educativa y la sobre regulación existente, complica, enreda y dificulta la apertura de nuevas empresas.


Esto últimolimita la creación de empleos, tan necesarios para incorporar al sector productivo a millones de personasdesempleadas que necesitan trabajar para salir de la pobrezay del atraso.


En países como el nuestro, las leyes que se aprueban en materia fiscal y laboral no siempre facilitan nuestro desarrollo, lo que ahuyenta la inversión y con esto se limita la generación de empleos. Si bien las intenciones de los legisladores que las aprueban pudieran ser buenas, la falta de visión y experiencia de quienes las redactan, llegan a provocar efectos totalmente contrarios a los que  inicialmente buscaban.


Les plantearé un ejemplo clarísimo.


En México existen aproximadamente 2.1 millones de trabajadoras domésticas. Solo una pequeña parte de ellas tiene seguro social yel resto atendían lo relacionado con su salud a través del seguro popular. Como a este último acaban de desaparecerlo en la presente administración, se ha legislado para que todas ingresen al Seguro Social.


Solo que quienes impulsan esta medida, no tomaron en cuenta que esta decisión representa un incremento del 30% sobre las percepciones mensuales delas trabajadoras domésticasyquedicho importe lo deberán absorber sus patrones o mejor dicho patronas; porque esas trabajadoras ayudan directamente a las amas de casa, especialmente a las que por necesidad tienen que salir a trabajar y que ganan apenas lo necesario para salir adelante.


Son muchas laspatronas queapenas pueden con los gastos del hogary por lo tanto, no están en condiciones de pagar ese sobrecosto.


Les quedarán solo dos caminos: o despedirlas o violar la ley y de plano, no inscribirlas en el Seguro Social.


Eso no es todo. Hay quienes están pidiendo que para calcular el sueldo con que las inscribirán, deberán agregarle a lo que mensualmente reciben, todo lo que se les da en especie, es decir casa y comida, lo que implicaría tener que erogar un pago mucho mayor al Seguro Social, que podría duplicarse con estas consideraciones y así, menos posibilidades tendríande pagarlo la mayoría de las amas de casa que emplean trabajadoras domésticas.


Sin embargo, esto no es lo más delicado. Hay quienes piensan que las trabajadoras domésticas deben ganar al menos dos salarios mínimos, lo que de aprobarse y sumarse a lo que cuesta su alojamiento y alimentación, hará que un sector importante de amas de casa menospueda pagar lo que costará esta disposición y no las inscriba al IMSS, o tenga que despedirlas.


Esto, agravará más las cosas y aumentará el desempleo.


No hay duda de que las trabajadoras domésticas tienen derecho a recibir  servicios de salud apropiados, a aspirar a una pensión digna. También a ganar un mejor salario.


Solo que forzar las cosas en estos momentos, cuando la economía del país está viviendo momentos bastante complicados, puede provocar un problema mayor que el que intentan resolver.


Otro tema igualmente delicado: El Seguro Social está rebasado en su capacidad  y con muchas dificultades atiende a sus derechohabientes actuales. El tiempo de espera para ser atendidos por un especialista o ser sometido a una cirugía, puede durar varios meses.


¿Que sucedería si se afiliarande golpe al IMSS a todas las trabajadoras domésticas?.


Que ellas, junto con sus familiares que tendrían derecho al servicio médico, podrían sumar de 8 a 10 millones más de personas que tendría que atender el Seguro Social.


Con tal incremento en la demanda, los serviciosque brinda la institución terminarían de colapsarse.


Por eso considero que este tipo de decisiones deben sopesarse con espíritu de justicia, pero también con prudencia, para no generar u problema mayor que el que se intenta resolver.


Pero eso no es todo. Ya algunos líderes pretenden formar un sindicato de empleadas domésticas.


Ahí está el detalle diría Cantinflas. Las cuotas sindicales que recaudaríanlos sindicatos y manejarían los líderes, podrían representar cientos o incluso miles de millones de pesos al año.


Buen negocio para estos presuntos redentores.


Pudiera haber buenas intenciones en mejorar realmente a las empleadas domésticas, pero la utilización de procedimientos o disposiciones extremas,si se aplican aplicadas a rajatabla, terminarían por generar unmayor desempleo, porque mientras unas cuantas patronas están en condiciones de pagar el sobrecosto que esto representaría, la gran mayoría de amas de casa no podrían pagarlo.


No les parece a Ustedes?

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