Tal parece que la 4a transformación anunciada, está trayéndole al país más sobresaltos que tranquilidad.
Vean Ustedes si no hay motivo de preocupación:
La entrada ilegal de migrantes al país está siendo alentada por el anuncio del presidente electo de que dará visas de trabajo y empleo a los centroamericanos, lo que privilegia a los extranjeros, cuando hay tantos mexicanos desempleados. Esto ha hecho que nuevas caravanas formadas por miles de indocumentados estén organizándose para entrar a México sin papeles y a la fuerza, ante la política errática del gobierno actual, que no encuentra como manejar un problema tan serio que pone en riesgo la seguridad nacional, porque al no poder entrar a Estados Unidos esas personas se quedarán acá, compitiendo con los mexicanos y creando problemas, porque no tendrán ni siquiera donde vivir.
Por otra parte, la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto, pretendiendo justificarse mediante una encuesta ilegal, mal hecha y a modo, manejada por un partido político, con boletas sin folio y sin control alguno, ni cumplir con lo que la Ley establece para este tipo de consultas, ha provocado una devaluación y la caída de la bolsa, arrojando pérdidas mayores a lo presupuestado para el aeropuerto de Texcoco.
La opción anunciada de Santa Lucía no cuenta ni siquiera un proyecto ejecutivo, por lo que la construcción del nuevo aeropuerto se retrasará varios años, a menos que por decisión del presidente electo se inicien los trabajos al más puro estilo mexicano, es decir, al vapor, donde primero se hacen las obras y luego el proyecto, ocasionando que los errores cometidos disparen los costos y se requiera el doble o triple de tiempo para ejecutarlas.
Se calcula que por lo pronto, 200 mil millones de pesos se irán al drenaje, más las pérdidas de la bolsa y las generadas por la devaluación. Aparte, lo que costará la reubicación de la base militar de Santa Lucía y las vías de comunicación que se necesitarán para llegar con agilidad al ese aeropuerto. Adicionalmente, el 1º de diciembre se quedarán sin trabajo las 46 mil personas que actualmente laboran en el aeropuerto de Texcoco y que quedará inconcluso.
Si dicen que hay corrupción en la asignación de los contratos de ese aeropuerto, que se atienda el problema y se saneen las cosas. Que también se sancione ejemplarmente a quienes hayan cometido los ilícitos y se les obligue a devolver lo mal habido. No es esto tan difícil, porque cada contrato de obra pública está respaldado por una o varias fianzas. Pero tirar a la basura el dineral que ya está invertido ahí, nos parece un despropósito y más cuando tenemos en México tantas carencias.
Eso no es todo, ya algunos legisladores pertenecientes a Morena y a sus partidos aliados, impulsan iniciativas que provocarán mayores conflictos, como la de utilizar las reservas en dólares del Banco de México para impulsar programas sociales, es decir para regalar dinero, lo que dejaría sin respaldo a nuestra moneda. De hacerse esto, sin duda alguna el dólar se iría a las nubes y nuestro peso se hundiría.
Otra iniciativa presentada es la de recortar la superficie de la tierra que una persona dedicada a la agricultura o a la ganadería puede poseer. Se les olvida a sus impulsores que los minifundios son improductivos y esto está claramente demostrado en México. Los ejidos en su mayoría solo producían pobreza, marginación y la migración de los campesinos a las ciudades, donde llegaron a formar los cinturones de miseria.
Quienes votaron masivamente por Morena en una votación de características históricas, lo hicieron pensando en un cambio verdadero, para que cesara la corrupción, las ocurrencias y las decisiones tomadas sobre las rodillas. Para que hubiera empleo suficiente, para que se respetara la Ley, para que los cargos relevantes se les otorgaran a los más capaces y honrados; no a los amigos o a los parientes de éstos y para que hubiera un adecuado manejo de los recursos públicos.
Por lo que hasta ahora se ve, tal parece que las cosas no van a ser así. Ojalá y me equivoque. Lo deseo de corazón. México no se merece dar un salto hacia atrás.
Espero que el presidente electo recapacite y rectifique el rumbo antes de que sea tarde, para no afectar al país, para no defraudar a sus seguidores y para convencer de su buena fe a quienes no votamos por él.
¿No les parece a ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.
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