Como si no tuviéramos suficientes problemas que resolver, una caravana de migrantes procedente de Honduras se acerca a nuestra frontera sur con la intención de atravesar México para llegar a los Estados Unidos, donde nos guste o no, hay mayores oportunidades de trabajo, desarrollo y bienestar para quienes en sus respectivas naciones, no han podido salir adelante.
El problema que enfrentan los migrantes hondureños es que carecen de visa y los Estados Unidos no están dispuestos a permitir el ingreso de quienes pretenden entrar sin papeles a su territorio, porque de hacerlo, serviría de incentivo para que más indocumentados intenten hacer lo mismo sin cumplir con las leyes migratorias, por lo que corremos el riesgo de que quienes viajan en la caravana se queden varados en México, donde competirían con los mexicanos por los escasos empleos disponibles, lo cual sería injusto para nuestros compatriotas.
Las causas fundamentales del rezago de muchos países, son la falta de inversión, la corrupción y sobre todo el enorme rezago educativo que padecen. Todo esto, sumado a la inseguridad y la violencia que sufren, obliga a sus habitantes a emigrar intentando mejorar su calidad de vida.
Curiosamente, en el caso de los países centroamericanos, éstos son bastante ricos en recursos naturales. Su pobreza se debe fundamentalmente a que han tenido pésimos gobernantes, incompetentes y corruptos. Se salvan de esto Costa Rica y en cierto grado Panamá. Por eso en las caravanas mencionadas casi no hay panameños ni costarricenses. Los gobiernos de los países con conflictos sociales y económicos deben asumir su responsabilidad y atender con urgencia las necesidades de su población, en lugar de endosarles sus problemas a otras naciones.
Si el gobierno mexicano dejara entrar a los migrantes, a pesar de que carecen de visa, permitirá que se viole la Ley y se echará encima al gobierno americano, porque de una manera u otra los multicitados migrantes intentarán desde México entrar a como dé lugar a los Estados Unidos.
Es como si alguien quiere meterse sin permiso a mi casa y yo me opongo, pero el vecino de al lado, que supuestamente es mi amigo, les abre sus puertas y los deja pasar dándoles todas las facilidades para que se brinquen la barda y se metan a mi propiedad. Obviamente le reclamaré a mi vecino por su complicidad.
Pelearse con la mayor economía del mundo es un acto suicida, porque para desgracia nuestra, en materia comercial dependemos de los americanos.
Es importante aclarar que si bien la mayoría de los migrantes son gente de trabajo, no deja de ser riesgoso de que entre ellos vengan algunos delincuentes quienes al quedar varados en México sin empleo, sin familia y sin tener un lugar donde vivir, pueden ser captados por el crimen organizado, lo que incrementaría la inseguridad y la violencia que lamentablemente padecemos.
Como si no tuviéramos suficientes problemas, el presidente electo acaba de anunciar que a partir del 1º de Diciembre próximo dará visas de trabajo y ofrecerá empleo a los migrantes que lo soliciten.
Ojalá y alguien le haga ver su error, porque si la economía nacional no tiene capacidad suficiente para absorber a tantos mexicanos desempleados, menos podrá darle empleo a quienes lleguen de otras naciones buscando trabajo.
La obligación del gobierno mexicano es ver primero por los de casa y luego por los de fuera.
Cada vez que uno de nuestros gobernantes pretende ser candil de la calle y oscuridad de su casa, México es el que paga y sufre las consecuencias de las políticas populistas.
Para muestra un botón:
En la época lopezportillista a nosotros los mexicanos nos aumentaban a cada rato el precio de los combustibles, mientras que a Cuba y Nicaragua, prácticamente se les regalaba el petróleo. Por favor no repitamos los mismos errores. De lo contrario los mexicanos seremos ciudadanos de segunda en nuestro propio país.
¿No les parece a ustedes?
Muchas gracias y un buen fin de semana.
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