Por un lado el ex alcalde de Xalapa, el empresario Ricardo Ahued Bardahuil declara que ya tiene más de un pie fuera del PRI, pero por otro dice que a los senadores y aspirantes a la gubernatura por ese partido, Héctor y José Francisco Yunes Zorilla les tiene gran aprecio y los admira, y los considera excelentes políticos.
Dijo también sentirse incómodo, lo cierto es que seguramente si Ahued –que ya le gustó- ve la puerta para un nuevo cargo de elección popular como el senado de la República estaría pensando seriamente en dejar al tricolor sobre todo si a como se ven las cosas, se le dificultaría entrar aún en la segunda fórmula.
Pues bien sólo basta analizar sus palabras: “ Sigo siendo militante porque no me han expulsado”. Efectivamente si en medio de su coqueteo con el partido de Andrés Manuel López Obrador para el que incluso ya firmó el pasado 3 de septiembre el Acuerdo de Unidad Nacional no se ha ido por su voluntad, tampoco ha sido suspendido en sus derechos en el que aún ostenta como su partido.
Ahued no se ha ido porque simplemente no quiere irse, y como dice la canción se asemeja a “…vende caro tu amor aventura…” Y sabe que en el PRI puede tener mayores ofrecimientos en aras del capital político que le queda y que oferta a gran precio para mantenerse en el tricolor, siendo que en este momento no ostenta ningún cargo político. Fue alcalde de la capital, diputado federal y recién concluyó como diputado local.
También el empresario debe estar evaluando que si se va a MORENA en busca del Senado no podría ser primera fórmula, ya que ésta se encuentra garantizada para la diputada federal, Rocío Nhale, y él aspiraría solo a encabezar la segunda. Lo que no le da muy buenas posibilidades para llegar a la Cámara Alta.
En medio de sus amenazas y de sus quejas de no sentirse cómodo Ahued ha sido atendido por el senador “Pepe” Yunes quien lo ha buscado en varias ocasiones, sosteniendo desayunos o algunos encuentros para que no se sienta desairado y no crea que es ignorado en su chantaje político.
Ahued no se va del PRI, por lo menos ahora, porque ya aprendió que dejar hasta el último momento su decisión puede rendirle mejores dividendos. Como empresario venido a la política, y como sucede a muchos de ellos, les gusta obtener este tipo de cargos sin sudar mucho y saborean más el hecho de no tener que invertir dinero propio.
Ahora bien, cierto que ha ido en contra de las decisiones colectivas de su partido sobre diversos temas y votando en contra, pero eso no implica que sea a fin a los intereses o a la corriente morenista.
Mientras tanto, en el PRI buscarán conservar a un Ahued que al no ver satisfechos sus intereses tomará el camino que más le convenga, de hecho sus actitudes son ya de un viejo político colmilludo.
Tanto que hasta orilló a que un día después de sus declaraciones de incomodidad en el partido, el dirigente estatal, Renato Alarcón lamentara las declaraciones del ex diputado local. Y es que recordó que tras 14 años de militancia, apenas se da cuenta que le incomoda ser parte del partido.
“Lamento mucho sus declaraciones y que 14 años de militar en el partido y tres cargos de elección popular se dé cuenta que le resulta incómodo ser militante del PRI. Le dimos la oportunidad de representarnos y confiamos en él”.
Al buen entendedor pocas palabras.
MUY EN CORTO
DESAIRAN GANADEROS A SENADOR. Nada bien debe estarla pasando Jesús Ortega Couttolenc, presidente de la Unión Ganadera Regional de la zona centro, luego de la escasa convocatoria que tuvo entre sus agremiados en la reunión que sostendrían la semana pasada con el senador José Yunes Zorrilla.
La cita era de suma importancia, pues el senador cumplió y entregó los apoyos prometidos, pero de las 97 asociaciones ganaderas municipales convocadas llegaron menos de la mitad.
Prueba de ello, es que entre los ausentes se contó al líder de los ganaderos a nivel nacional el oriundo de Isla, Oswaldo Cházaro Montalvo, lo cual deja en claro el malestar existente de la dirigencia de Chucho Ortega.
Pareciera que el sector ganadero está tomando forma de cacicazgos, y sin duda los nuevos tiempos exigen acabar con “líderazgos” como el de Ortega Couttolenc que solo beneficia a su gente más cercana y según las versiones, al resto de sus agremiados los ve como peones.