Por Francisco J. Ávila Camberos
Columna: No queremos reyes, ni califas, ni zares, ni dictadores
No queremos reyes, ni califas, ni zares, ni dictadores
2017-06-10 | 09:11:47

Pasadas ya las elecciones, deseamos felicitar a todos los que participaron como candidatos, porque contribuyeron a que nuestra democracia siga avanzando, aunque sea a paso de tortuga, pero que sigue caminando, a pesar de las dificultades generadas, en unos casos por los usos y costumbres ocasionados por la apatía de la mitad de la población que irresponsablemente no vota y por la manipulación de la voluntad popular para conseguir votos; no gracias a las propuestas presentadas, sino a través de su compra o captándolos a través de la manipulación los programas sociales, usados por algunos para su propio beneficio.
A quienes resultaron triunfadores y lo hicieron de manera limpia, clara y convincente, también les enviamos nuestra calurosa felicitación.
Adquieren desde este momento el firme compromiso de servir a su comunidad con pasión, eficacia y transparencia; haciendo un buen uso de los recursos públicos que la comunidad les confiará.
Tienen Ustedes la obligación de atender a todos los ciudadanos, independientemente de sus colores partidistas, trabajando de tiempo completo para solucionar los múltiples problemas que enfrentan sus municipios. Ojalá y sepan rodearse de colaboradores competentes y eficaces que les ayuden a atender la severa problemática que enfrentarán y la enorme responsabilidad que pronto recaerá sobre sus hombros.
Si quieren tener éxito y concluir el cargo con la enorme satisfacción del deber cumplido, les sugiero que no cedan a los halagos que les harán desde ahora quienes se les acercarán con el único fin de obtener de ustedes privilegios, contratos, ventajas y canonjías.
También es vital que entiendan que el cargo no es para siempre y que el dinero que manejarán no es suyo.
Que existen prioridades que atender, como son: el drenaje pluvial y el sanitario, el agua potable, la pavimentación, el bacheo, el alumbrado público, la recolección eficiente y oportuna de la basura, los rellenos sanitarios y desde luego las escuelas. No omito señalarlo: También trabajar para evitar las inundaciones que tantos daños y perjuicios nos ocasionan.
Ojalá y no lleguen a inventar el hilo negro, ni a arreglar otra vez lo que ya está arreglado, ni a hacer obras de relumbrón, inútiles e innecesarias, cuando hay tantas prioridades; especialmente en las colonias que están en total abandono. Ojalá y tampoco lleguen a dilapidar nuestro dinero en ocurrencias o en cosas superfluas, ni en comprarse una camioneta del año, ni llenando la nómina de amigos incompetentes, guaruras y aviadores; porque esta¬rían traicionando la confianza que les otorgamos mediante nuestro voto.
Actuando con mesura y dando buenos resultados, evitarán reclamos airados de una ciudadanía cada vez más enfadada con quienes prometen y prometen, sin preocuparse por cumplir. Hoy como nunca, hay enojo social por la situación que se vive actualmente en México, donde como si no tuviéramos que padecer la inseguridad y la complicada situación económica, tenemos que soportar los latrocinios de los políticos, incluso de algunos alcaldes que los antecedieron, quienes dilapidaron el erario en tonterías, endeudaron a sus municipios y por si fuera poco, tanto ellos como sus incondicionales saldrán del cargo inmensamente ricos.
Por eso necesitamos alcaldes que recuerden siempre que el cargo que pronto recibirán es para servir, no para servirse. Que quien manda es la ciudadanía.
Que tendrán el honroso cargo de alcaldes; no de reyes, ni de califas, ni de zares, ni de dictadores.
Creo que no es mucho pedirles, ¿o sí?
¿Que les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.

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