El 21 de mayo Jaime Rodríguez El Bronco, gobernador de Nuevo León, se presentó en Xalapa a “dar su apoyo a Los candidatos independientes que buscaban una alcaldía en Veracruz.  Finalmente se registraron alrededor de 58 aspirantes sin sigla partidista para buscar gobernar en 48 ayuntamientos.
 Inicialmente el Organismo Público Local Electoral recibió 102 solicitudes de las cuales solo aprobaron 77 al cumplir con los requisitos marcados por la autoridad, no obstante y finalmente en las boletas solo participaron poco menos de sesenta.
 Con esta figura, los abanderados de la ciudadanía literalmente, los representantes ciudadanos natos, pues no contaban con ningún estandarte de partido alguno, sorprendieron al obtener tres alcaldías en la entidad veracruzana. Si bien sólo son 3 del universo de 212 ayuntamientos no es significativo, es el primer paso de una nueva cultura que llega a Veracruz. La primera vez que se convierten en autoridad vía una elección.
 El Bronco se hizo presente en la capital veracruzana pero si bien se apersonó para alentar a quienes participaron bajo este régimen, el triunfo no es un hecho que se haya como tal a raíz de su presencia.  Sin embargo, poco o mucho, pero alimentó la idea entre la ciudadanía el que el primer gobernador en México en llegar por esa vía, incitara a elegir esta figura de candidatos durante el proceso.
  Hartazgo ciudadano por ver a los mismos actores, por la corrupción, por la inexistentes propuestas válidas y creíbles. Tal caso es el de Tlacotalpan donde dos de los candidatos que buscaban la presidencia municipal del emblemático municipio a un costado del caudaloso Río Papaloapan, ya habían sido dos y hasta tres y cuatro veces alcaldes. Una de ellas, Esperanza Burela y otro, el ex priista, Hilario Villegas, ahora por Movimiento Ciudadano.
 Allí, a ambos, se impuso un joven que nunca había obtenido un puesto de elección popular, bajo la candidatura independiente. Christian Romero Pérez ganó con 2 mil 208 votos, 200 más que Burela Villegas quien contendió por el PRI y Verde Ecologista.
 En tanto, otro alejado municipio llamado Coahuitlán, también pequeño, un poco menos que Tlacotalpan, en el norte del estado, fue ganado por Isaac García, quien bajo el lema candidato independiente obtuvo mil 602 sufragios logrando imponerse a Bruno Carpio del Partido del Trabajo, también por casi 200 votos.
  Y el tercero, podría ser el más representativo, por su tamaño. Se trata de San Andrés Tuxtla, cabecera distrital incluso en elecciones federales. San Andrés será gobernador por un joven candidato independiente, que aún cuando ya había sido diputado local no había ocupado ningún puesto de elección a nivel municipal.
 Octavio Pérez Garay se alzó con el triunfo al contabilizar a su favor 16 mil 637. Por encima del candidato del PAN PRD, Rafael Fararoni, quien buscaba revalidar su gestión pasada como presidente municipal, y quien en el segundo sitio logró 13 mil 819 sufragios.
 Así, reviste importancia en la entidad, la candidatura ciudadana, puesto que es la primera vez en las elecciones municipales que se logra al menos una presidencia municipal. En este caso fueron tres y una nueva cultura entre los electores puede estar surgiendo en Veracruz.
 El abstencionismo alcanzó sus mayores niveles. El primer lugar en donde la gente se abstuvo de ir a las urnas recayó en Veracruz puerto donde Fernando Yunes del PAN-PRD arrasó casi 3 a 1 al candidato de Morena y en donde el PRI de ser gobierno se fue a la tercera posición.
 El triunfo en 3 ayuntamientos y el registro de una centenar de aspirantes por esa vía, despertará sin duda, el entusiasmo de quienes no desean abanderarse con ningún instituto político pero que también apuestan a capitalizar el hartazgo de la ciudadanía hacia los partidos y políticos de siempre, con seria identidad de corrupción.