De pronto la aún diputada local, Eva Cadena Sandoval ha dado un giro a su situación política. Al puro estilo de los actores curtidos en el manejo del poder, no ha hecho más que desplegar una cortina de humo para desviar la atención a su ya debilitado caso que poco a poco pierde más fuerza.
 Y mientras languidece el tema de su desafuero, al tiempo que se ha hecho a un lado el proceso judicial en su contra, la legisladora ahora tiene la puntada de irse a la ciudad de México, y salir del escenario local y estatal, aunque por sí solo había alcanzado dimensión nacional, para darle continuidad a su lamentable y escandaloso pasaje.
 En medio del viraje del caso, la propia Eva Cadena, ex candidata a la alcaldía de Las Choapas, en una conferencia de prensa en la capital del país, a una hora en la que sus asesores sabían podía alcanzar horario estelar de noticieros matutinos,  se da como una víctima de víctimas. Aduce haber caído en una trampa con la entrega filmada de 500 mil pesos y la promesa de aportarle posteriormente 5 millones de pesos para Andrés Manuel López Obrador.
   Haber sido entrampada es la tesis que ha sostenido desde un inicio, la legisladora veracruzana, asegura que con ello la han querido “presentar como lo que no es” cuando ella proviene de una familia humilde y trabajadora. Algo que no entra en discusión, pero sí en cambio su comportamiento en política, puesto que como se dice por allí, las palabras convencen pero las acciones arrasan.
  En esa redirección Cadena Sandoval ahora pretende presentar  hasta una denuncia contra el financiamiento de los partidos, obviamente todos los partidos están inmiscuidos y no le darán curso. Concretamente se refiere a su propio partido, a la forma ilegal con que se allegan de los mismos, y a que los supuestos bonos de los diputados de ese partido destinan para financiar a López Obrador.
 Si esta denuncia se pudo haber preparado con calma, bien analizada, y después de las elecciones incluso, por qué se hace justo cuando terminan las campañas y a 4 días de que se realicen las elecciones.
 Es extraño, todo esto hace ver mal a Eva Cadena y lo hace justo cuando sabe que sus dichos pueden dañar a la imagen de MORENA y Andrés Manuel.
 Despierta sospechas también, pues se ha dicho que puede estar siendo arropada por PAN y PRI. Y los analistas creen que es muy probable que eso esté pasando, pues la de Las Choapas se declara  en contra de su propio partido incluso, en donde militó durante tanto tiempo y aceptó ser candidata.
 Su discurso es controvertido pues dice no saber de dónde se financiaba MORENA cuando hasta diputada ya es, y  según ella no sabe cómo es eso del financiamiento.  Levanta más oscurantismo el hecho de que también aceptó el dinero cuando no sabía ni de quien venía, pues vagamente se presentaron, de acuerdo a sus propias palabras, como familiares del diputado local, Amado Cruz Malpica. Pero nunca confirmó su identidad siendo algo tan serio como la entrega de pacas de billetes.
Y aparte se viste como muy buena gente, tanto que, pese a lo anterior, acepta un dinero sin origen claro porque los desconocidos “dijeron que no querían regresar con ese dinero por las carreteras inseguras de Veracruz” y para que no les pasara algo a quienes no conocía les hizo el favor.
 AMENAZADA O ACUERDO?
 La diputada ha hecho hincapié en que no recibió el dinero de la hermana del fiscal.  Muy insistente, en desmentirlo. Y salta el cuestionamiento de por qué tanto interés en ello?,  pues simplemente debió exigir que se investigue el asunto y aportar la identidad de quien le entregó el recurso para facilitar el proceso.
 Sin duda, Eva está sola, o dirían algunos, contra la pared. Creen que pudo haber ganado más al lado de MORENA y permanecer fortalecida, pero si está coptada por PRI y PAN y ahora lo hace por esa razón, corre el riesgo que mañana que ya no les sirva le den un puntapié por el trasero.
 Es muy pronto para saberlo, pero en un futuro no muy lejano de una u otra parte se tendrán que cobrar las facturas. Si está acorralada ya está pagando algunas con los ataques a quienes le dieron cabida en el partido al que aún pertenece, y pronto, quizá en un futuro no muy lejano, aparezca con otras siglas partidistas. Si está amenazada, seguro, que puede estar negociando la inacción legal en su contra. Así las cosas.