Mucha gente se queja en los cafés, en las calles y en las reuniones sociales de la situación tan crítica que vivimos en nuestro país. El problema es que las quejas constantes solo sirven de desahogo, porque en el fondo no resuelven nada. Una manera de lograr las mejoras que tanto anhelamos es a través de nuestro voto razonado, responsable y libre. Algunas personas no entienden esto. Por eso hay quienes comodina e irresponsablemente no salen a votar. Se quedan viendo la televisión y se olvidan de las obligaciones que como ciudadanos tenemos todos. Otros más, -qué vergüenza-, terminan vendiendo su voto al mejor postor. Con ello venden su futuro y su esperanza. También su dignidad, que es lo más penoso. Con su actitud mezquina, le causan mucho daño a México. Esa gente, si no reacciona y hace lo mismo que en el pasado; cuando cambió su voto por despensas, por láminas o por dinero; seguirá viviendo en colonias sin alumbrado, sin servicios, sin banquetas y sin pavimento. También sin esperanza. En el castigo llevarán la penitencia.Lo malo es que afectan con su actitud al resto de la población.
A los que quieren a México, a los que desean cambiar para mejorar, les recomiendo seguir estos pasos sencillos: Primero.- Desde un día antes, constaten donde estará su casilla, para que sepan exactamente donde se encontrará. (Algunas casillas cambiaron su ubicación). Segundo.-Acudan a votar lo más temprano posible. Que los acompañen los niños y jóvenes de su familia, para que aunque no tengan edad de votar, vayan conociendo y aprendiendo este deber ciudadano. Tercero.-Invite a sus vecinos, familiares y amistades para que salgan a votar, -por quien ellos quieran-, pero que voten. Cuarto.-Lleve a la mano su celular y en caso de notar cualquier irregularidad, como compra del voto, coacción sobre los votantes para que voten por determinado partido, entrega de despensas, brigadas de boinas verdes para amedrentar a los simpatizantes de otros partidos o cualquier hecho que pudiera constituir un delito electoral, saque fotografías o video para que sirvan de prueba irrefutable contra cualquier anomalía y súbanla a las redes sociales. Esto es sumamente efectivo. Los mapaches electorales le tienen pavor
a todo aquello que constituya una prueba fehaciente de su actuación fuera de la Ley, porque las sanciones por violarla son bastante severas y en algunos casos no alcanzan fianza. No habrá “valiente” alguno que se anime a cometer alguna fechoría, si sabe que está siendo videograbado. Una vez terminada la jornada electoral y colocada la sábana con los resultados afuera de la casilla, hay que fotografiarla y cotejar las cifras en ella consignadas con las que aparecerán en la página electrónica del OPLE, para constatar que no las hayan alterado. Va a ser una elección muy competida y cerrada. La civilidad, la educación, el respeto a la Ley y el orden son vitales para que el voto ciudadano razonado y secreto pueda fluir con total libertad, para utilizarse como herramienta para cambiar al país y para mejorar como nación. Si alguien no vota, no tendrá después derecho a quejarse, porque con su actitud negativa, estará aceptando el estado de cosas que nos agravian. ¿No les parece a ustedes?. Muchas gracias y a cumplir con nuestra obligación de votar. ¡Viva México! ¡Viva Veracruz!